Carlos Alberto Raúl Cabrera (42) fue policía de la Federal de 2003 hasta 2008. Luego, pasó a trabajar para el Estado, en los ferrocarriles. Sin embargo, en el último tiempo tenía otras actividades non sanctas, más bien, perversas. Se hacía llamar “El Brujo”. Imágenes con velas, altares con calaveras y productos esotéricos invaden sus redes sociales. Pero en su casa no sólo hallaron elementos de culto. También había, y en cantidad, vibradores, lencería erótica, accesorios sexuales y elementos de filmación. Los usaba para hacer videos y fotos a su víctima bajo amenaza, material pornográfico que después vendía.
Fuentes del caso confirmaron a Infobae que la detención de Cabrera se dio en las últimas horas tras un allanamiento en su casa del partido de Ezeiza, clave para la causa que se investiga como abuso sexual y captación con fines de explotación sexual.
El arresto de “El Brujo” se dio por disposición del Juzgado de Garantías Nº7 de Lomas de Zamora, a cargo de Horacio Héctor Hryv.
En los procedimientos se hallaron 40 celulares, $300.000, USD300, 200 preservativos, un PosNet, un DVR, 20 SIM, vibradores varios, lencería erótica, accesorios sexuales, elementos de filmación, aros de luces y micrófono.
Los operativos los hizo la Dirección de Investigaciones de trata de personas y operaciones complejas de la Superintendencia de Investigaciones de delitos complejos y crimen organizado de la Policía Bonaerense.
Los teléfonos hallados son cruciales para la causa que investiga la UFI N°3 descentralizada de Ezeiza, especializada en delitos sexuales, en delitos conexos a la trata de personas, en violencia de género y familiar, a cargo de María Lorena González.
Ahora, de los teléfonos secuestrados buscan también determinar si hay más víctimas implicadas, mientras que las fuentes sindicaron que se analizará la situación de la pareja del acusado, ya que se sospecha que también pudo haber sido captada.
“La pareja del detenido fue citada a prestar declaración testimonial por tratarse de otra posible víctima y los celulares secuestrados, serán remitidos a la fiscalía para ser peritados, con el fin de establecer la existencia de más mujeres explotadas”, ampliaron las fuentes del caso.
Todo comenzó el pasado 13 de mayo, cuando al 911 ingresó una denuncia que daba cuenta de que una mujer de 27 años se hallaba en situación de explotación sexual en la localidad de Ezeiza, explicaron a este medio. Ante esto, los agentes de la Dirección de Investigaciones de trata de personas y operaciones complejas logró dar con la víctima.
“Contó que desde hacía varios meses Cabrera la obliga a realizar fotos y videos de contenido sexual, los cuales vendía por internet”, detallaron la maniobra. También dijeron que la víctima les señaló que si se negaba la amenazaba: fuentes policiales detallaron que le decía que “iba a matar a su familia”.
Según la investigación, que se encuentra en una etapa incipiente, Cabrera, que fue policía de la Federal desde 2003 a 2008, “había captado a la víctima mediante engaños por aplicaciones de mensajería, como Badoo”. La fachada era su promoción como brujo. Pero sólo fue un ardid para ir por lo que realmente le interesaba: explotarla sexualmente con fines comerciales.
“Cabrera explotaba a la denunciante grabando videos de contenido sexual que luego vendía por Telegram. El dinero que recibía a cambio era sólo para el imputado, quien, mediante amenazas, le infundía temor a la víctima para que no se fuera de su domicilio”, describieron el modus operandi de “El Brujo”.
Pero el detenido no se contentaba sólo con explotar sexualmente a su víctima y amenazarla para ganar dinero a costa de la mujer: “También la violó”. Cuando estuvo ante la fiscal del caso, se negó a declarar.
Por lo pronto, en la causa figura una sola denunciante, mientras se investiga si también la mujer de Cabrera era su víctima. Aunque un dato estremeció a los detectives: “Hay otras mujeres que hacían contenido sexual, aparentemente y en principio, dijeron que fue por voluntad propia”. De todas maneras, todo es materia de análisis y la pericia a los 40 celulares que tenía “El Brujo” será la piedra basal para determinar cuántas víctimas fueron explotadas por él y temen hablar.