Investigan un “pacto suicida” entre una pareja de jubilados: la mujer sobrevivió y contó la situación que atravesaban

Policía de Córdoba
Cuatro de los once detenidos eran menores de edad (Policía de Córdoba)

Luego de que se conociera que un matrimonio de jubilados había sellado un pacto suicida, la sobreviviente del atentado rompió el silencio ante las autoridades y reveló los motivos que los llevaron a acordar el fin de sus vidas. A pesar de que su esposo, de 80 años, no sobrevivió, la mujer de 70 años aún permanece internada en un hospital de Río Tercero.

El caso conmocionó a la localidad de Villa del Prado, ubicada a unos 30 kilómetros de distancia de Córdoba Capital, después de que un vecino de la pareja denunciara lo ocurrido a la Policía local. Ante el pedido de asistencia, los efectivos constataron que el hombre estaba muerto, pero que la mujer aún contaba con signos vitales.

La investigación de lo ocurrido cayó en las manos del fiscal de 2° turno de Alta Gracia, Alejandro Peralta Otonello, quien confirmará o descartará si se trató de un pacto suicida como tal. Según la versión de la mujer, la decisión de atentar contra sus vidas había sido planeada hace meses por los dos, producto de varias dificultades familiares que tuvieron que atravesar.

De acuerdo con la información obtenida por ElDoce.tv, una de las razones fue que su esposo había sido diagnosticado con una enfermedad terminal y los médicos habían pronosticado que le quedaban pocos meses de vida. El segundo motivo que los llevó a definir la decisión fue la muerte repentina de un hijo, algo que habría sumido al matrimonio en una profunda depresión.

Villa del Prado, Córdoba
Un vecino alertó a la Policía al haber escuchado ruidos y gritos (Gentileza: El Doce)

De esta manera, la sobreviviente contó que el anciano la había apuñalado seis veces, momento en el que había quedado inconsciente. Aparentemente, habría creído que se encontraba muerta, por lo que procedió a ahorcarse. Sin embargo, el plan no se había concretado, debido a que la mujer recuperó el conocimiento momentos después y, cuando intentó profundizar las lesiones, los agentes de policía irrumpieron en el domicilio y le salvaron la vida.

Por el momento, la caratula de la causa no ha sido definida, debido a que el investigador buscará dilucidar si efectivamente se trató de un pacto suicida o si el hombre habría intentado asesinar a su esposa, para después colgarse. La desconfianza de parte de las autoridades surge de otros femicidios que simularon ser un acuerdo entre las partes.

En los últimos meses, las sospechas surgieron en torno a la muerte de una pareja que fue encontrada en las cercanías del lago Embalse, en la comuna de San Ignacio, en el Departamento de Calamuchita. En la zona en la que fueron encontrados los cadáveres, también fueron hallados los automóviles de las víctimas, una camioneta Toyota Hilux y un auto Chery QQ.

Luego de que los vecinos de la zona alertaran a los servicios de emergencia sobre la presencia de la pareja muerta, las autoridades confirmaron que las víctimas eran un hombre de 54 años y una mujer de 49 años que estaban casados y eran oriundos de Villa Incor, en Santa Rosa de Calamuchita.

femicidio seguido de suicidio en Córdoba
Los investigadores determinaron que el hombre de 54 años había asesinado a su esposa

A pesar de que no existían denuncias previas por violencia de género en la pareja, la fiscal de instrucción de Río Tercero, Paula Bruera, sostuvo que la principal hipótesis apuntaba que se habría tratado de un femicidio seguido a suicidio. La caratula surgió a raíz de los testimonios recolectados de los vecinos del matrimonio, ya que estos reconocieron ante la Justicia que la pareja tenía una relación conflictiva.

Por este motivo, la investigadora se valió de los resultados de las autopsias realizadas al matrimonio, para poder establecer el origen de las muertes. Pese a que existía la posibilidad de que se tratara de un pacto suicida, Bruera reveló que el hombre había atacado a la mujer antes de suicidarse.

Los peritos forenses confirmaron la presencia de múltiples golpes y hematomas en las zonas de las piernas, los brazos, el tórax y la cabeza. Tras propinarle una paliza, se cree que el agresor terminó por asfixiarla con una soga que le ató al cuello y, finalmente, dejó su cuerpo tirado en el suelo. La hipótesis del femicidio seguido de suicidio cobró mayor fuerza al determinarse que hubo una hora de diferencia entre las muertes. Además, el femicida optó por colgarse de la rama de un árbol de la zona que le permitió quedar suspendido sobre el cadáver de su esposa.

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