Sin dudas que Corrientes ha sido una de las provincias más golpeadas por los desastres naturales en los últimos años, sobre todo por su acumulación en un breve lapso de tiempo. Así, desde 2021 el distrito litoraleño arrastró un marcado déficit hídrico que se convirtió en una histórica sequía acompañada por salvajes incendios durante 2022 que consumieron más del 10% del territorio provincial, arrasando con cultivos, plantaciones forestales, ganado e infraestructura productiva por igual.
A este desastre, le siguió la profundización de la falta de lluvias, que en la zona del NEA duró hasta bien entrado el año pasado, asestándole un nuevo golpe a la producción. Pero 2024 tiene pensado otro desafío para la provincia y entre la crecida del Paraná en primera instancia, seguido por impresionantes lluvias, llegaron las inundaciones.
Así, la zona central de la provincia de Corrientes se vio afectada en los últimos días por fuertes lluvias, con precipitaciones acumuladas por unos 550 milímetros, que provocó el desborde de los ríos Santa Lucía y Corrientes, afectando campos ganaderos, provocando el ahogamiento de terneros y vacunos, y pérdidas de cultivos en arroz y tabaco en campos de Mercedes, Perugorría, Goya, Bella Vista y San Roque.
Según detalló el ministro de la Producción de Corrientes, Claudio Anselmo, toda la zona central de la provincia fue “castigada” por las fuertes lluvias registradas en la última semana provocando el desborde del Río Corrientes, que inundó “totalmente” gran parte de las 30 mil hectáreas que en la región se dedican al cultivo del arroz, y también provocó, en la cuenca del Río Santa Lucía, un importante anegamiento de campos ganaderos, malogrando muchos nacimiento de terneros, que mueren ahogados al pie de sus madres.
Anselmo consignó que en diálogo con radio CNN, que “en zonas de Goya, Perugorría y Mercedes, hay todos campos ganaderos inundados. Allí estamos monitoreando el área, ya se evacuó a unas 400 personas del área rural, y también se avanza con el traslado de hacienda a zonas más altas. A la altura de la ruta 123, zona de cultivos de arroz, pasó el pico de inundación. Este está en el nivel más alto sobre el Puente de la ruta 12, que está cortada en dos tramos y tenemos que recuperar esta ruta”.
Entre las medidas que se propone llevar adelante el gobierno de Corrientes figuran, tal como indicó Anselmo, “promover ayuda crediticia y asistencia para recuperar en parte las pérdidas” y explicó que el fisco provincial sufrió ya “un golpe” con la última sequía e incendios de campos que llevó a no cobrar impuestos como el inmobiliario rural, cuyos fondos sirven para mejorar caminos y llevar adelante la lucha sanitaria animal y vegetal en el distrito.
Para el caso de la Nación, Anselmo recordó que el pasado 5 de enero mantuvo un encuentro con el secretario de Agricultura nacional, Fernando Vilella, allí “planteamos -dijo- cómo colaborar con los mecanismos de asistencia previstos por la Ley de Emergencia Agropecuaria, para que estos sean de rápida intervención, ya que el proceso burocrático hace que los fondos recién lleguen dentro de muchos meses, y cuando los daños son importantes, hay que actuar lo más rápido posible”.
La producción
Miguel Güenaga, presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes (ASRC), explicó a Infobae que “con el desborde del Río Corrientes, que es zona de arrozales, también se afectó a toda la zona ganadera, dedicada a la cría e invernada, que concentra el 30% del rodeo vacuno en la provincia; es decir habrá que ver el nivel de afectación, pero allí encontramos 1,5 millón de cabezas vacunas de un total de 4,5 millones que hay en todo Corrientes”.
“Habrá que ver en las próximas semanas el nivel de afectación, ya que mucha hacienda logró ser ya evacuada”, expresó el ruralista.
Güenaga manifestó que “hoy en la zona afectada, los productores puedan contar con que tengan rápidamente la declaración como zona de emergencia y/o desastre agropecuario. Recordemos que el 29 de diciembre hubo un tornado que también afectó a Mercedes y Vella Vista, y nuevamente el área se ve afectada. El productor ganadero, como el arrocero, viene cascoteado por episodios climáticos. Quizás hoy, podemos ver que el animal adulto, se pudo sacar a zonas más altas, pero el ternero recién nacido, se pierde, ya que se termina ahogando”.
En Goya, Gastón Giqueaux, presidente de la Sociedad Rural local, explicó que tras la sequía y la última inundación que provocó el Río Paraná durante el 2023, esta región agropecuaria “enfrenta hoy una situación crítica con caminos que hoy están bajo agua e intransitables. También hay parajes que están aislados y con el agua de lluvia que se llevó puentes y alcantarillas: el futuro aquí va a ser complicado”.
El ruralista de Goya, que es la segunda ciudad más poblada de Corrientes y se ubica a orillas del Río Paraná, aseguró que “esta región viene muy castigada: tuvimos que enfrentar una sequía histórica, luego nos castigó el Río Paraná con una inundación hace 45 días, que complicó la situación de los ganaderos de las islas o campos costeros, y no alcanzamos a salir de eso que tuvimos intensas lluvias en la última semana, con 350 milímetros el primer día, para después acumular más de 550 milímetros”.
Giqueaux expresó que la precipitación caída “es una cantidad de agua que nadie esperaba y que es muy difícil que de tiempo para tomar alguna medida. No alcanza los desagües ni el campo a drenar. En la zona de Goya, hizo un daño bastante grande y tenemos productores tabacaleros que perdieron todo y quedó todo bajo el agua”.
“Hay vacas —agregó— que parieron en el agua, tenemos terneros que se ahogan, y vivimos una situación crítica. Hay pronósticos de lluvias bastante importantes hasta el miércoles próximo”.