Ver videos cortos en Instagram no acaba con el aburrimiento, lo aumenta, según expertos

(Imagen Ilustrativa Infobae)
Los videos cortos no aportan un valor a los usuarios, y la mejor elección es consumir contenidos más extensos que exijan nuestra concentración.

Recostarse en el sillón sin mucho por hacer y elegir ver videos en TikTok, Instagram o YouTube Shorts como solución al aburrimiento, puede no ser el mejor camino si lo que queremos realmente entretenernos.

Los videos cortos están diseñados para captar la atención de los usuarios en cuestión de segundos y han sido adoptados masivamente como una solución rápida y accesible para combatir el aburrimiento. Sin embargo, un reciente estudio publicado por la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) revela que esta práctica aumenta la sensación de no saber qué hacer.

Por qué los videos cortos no son una solución al aburrimiento

El estudio, liderado por la doctora Katy Y. Y. Tam, investigadora posdoctoral en el Departamento de Psicología de la Universidad de Toronto, se centra en el concepto de “digital switching”, o el cambio rápido entre videos y otros contenidos digitales.

Este término se refiere al hábito de ver fragmentos breves de videos, avanzando rápidamente de uno a otro con la esperanza de encontrar algo que capte el interés de inmediato. La hipótesis de Tam y su equipo es que este comportamiento, en lugar de aliviar el aburrimiento, lo intensifica.

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Los videos cortos no aportan un valor a los usuarios, y la mejor elección es consumir contenidos más extensos que exijan nuestra concentración.

A lo largo de siete experimentos realizados con más de 1.200 participantes, los investigadores analizaron cómo el “digital switching” afecta la percepción de satisfacción y el nivel de aburrimiento. Los resultados fueron contundentes: aquellos que vieron un solo video completo, sin la posibilidad de cambiar o adelantar, reportaron sentirse menos aburridos y experimentaron una mayor satisfacción con el contenido en comparación con los que tuvieron la opción de cambiar entre varios videos cortos.

La idea de que la rápida disponibilidad de contenidos a través de las redes sociales podría reducir el aburrimiento parece lógica a primera vista. Después de todo, los usuarios pueden elegir entre millones de videos, seleccionados y presentados por algoritmos diseñados para maximizar el interés y la participación. Sin embargo, la investigación de Tam sugiere que este acceso ilimitado y la capacidad de cambiar rápidamente entre videos podría ser contraproducente.

“El cambio de contenido puede hacer que los videos en línea parezcan sin sentido porque las personas no tienen tiempo para interactuar con él o comprenderlo”, explicó Tam en un comunicado. El estudio encontró que el acto de cambiar rápidamente entre videos aumenta el aburrimiento y disminuye la satisfacción, la atención y el sentido de significado que los usuarios derivan de la experiencia.

Plano detalle de las manos de una persona utilizando un celular - (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los videos cortos no aportan un valor a los usuarios, y la mejor elección es consumir contenidos más extensos que exijan nuestra concentración.

Un video de mediana o larga duración es la solución al aburrimiento

En uno de los experimentos clave, los participantes fueron divididos en dos grupos: uno que veía un solo video de 10 minutos sin la opción de adelantar, y otro que podía elegir entre siete videos de cinco minutos con la posibilidad de cambiar entre ellos durante un periodo de 10 minutos. Los resultados mostraron que el grupo que vio un solo video se sintió significativamente menos aburrido y más satisfecho con la experiencia que aquellos que cambiaron entre múltiples videos cortos.

Otro experimento permitió a los participantes ver videos de su elección en YouTube, con una condición adicional: podían ver el contenido de manera normal o cambiar entre videos a su antojo. Una vez más, aquellos que optaron por concentrarse en un solo video reportaron menos aburrimiento que los que cambiaron constantemente entre diferentes videos.

Estos hallazgos sugieren que, aunque los usuarios crean que cambiar de video frecuentemente les ayudará a evitar el aburrimiento, en realidad, este hábito podría ser una de las principales causas de su insatisfacción.

La doctora Tam comparó este fenómeno con la experiencia de ver una película en el cine: “Si las personas quieren una experiencia más agradable al ver vídeos, pueden intentar concentrarse en el contenido y minimizar el digital switching”, afirmó. Al igual que pagar por una experiencia inmersiva en una sala de cine, la clave está en sumergirse en los videos y prestarles atención, en lugar de simplemente hojearlos.

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Los videos cortos no aportan un valor a los usuarios, y la mejor elección es consumir contenidos más extensos que exijan nuestra concentración.

Consecuencias para la salud mental

El estudio también aborda las posibles implicaciones para la salud mental. El aburrimiento crónico, potenciado por el “digital switching”, se ha asociado con síntomas de depresión, ansiedad, agresión sádica y comportamientos de riesgo, según investigaciones previas.

Las personas a menudo buscan formas de evitar el aburrimiento, recurriendo a actividades como el uso del smartphone o el consumo de redes sociales. Sin embargo, este estudio sugiere que estas estrategias no solo son ineficaces para aliviar el aburrimiento, sino que pueden empeorar el estado mental general del individuo.

La paradoja es clara: mientras más se recurre a estos videos cortos y se cambia entre ellos, más probable es que el usuario se sienta insatisfecho y aburrido, perpetuando un ciclo de insatisfacción que puede tener efectos negativos a largo plazo.