En 2022, gracias a una tecnología basada en hologramas, un astronauta fue “teletransportado” virtualmente por la NASA, acercándonos a fantasías propias de la ciencia ficción.
La NASA dio un gran paso al desarrollar un sistema que, si bien aún no es tan avanzado, podría marcar el inicio de una nueva era en la exploración espacial y la interacción humana y cuyos primeros ensayos con éxito empezaron en 2022.
Según la NASA, el holotransporte representa un gran avance para reducir la soledad que experimentan los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional. Esta tecnología permite proyectar en vivo a personas como hologramas tridimensionales, abriendo nuevas posibilidades para el contacto profesional y personal. Gracias a esto, familiares y colegas en la Tierra pueden acompañar virtualmente a los astronautas en sus misiones, mitigando la sensación de aislamiento. Además, esta innovación no se limita al bienestar emocional: médicos en la Tierra pueden realizar exámenes físicos en la estación espacial como si estuvieran ahí, y los ingenieros pueden guiar a los astronautas en la solución de problemas técnicos en tiempo real.
El avance de la NASA en holotransporte no es una casualidad, sino el resultado de años de experimentación en realidad aumentada. Tecnologías como los auriculares HoloLens de Microsoft ya se utilizan desde hace tiempo en simulaciones y reparaciones en la estación espacial.
Conectados a una computadora con Windows 10, estos dispositivos permiten a los usuarios comunicarse a través de micrófonos, cámaras y parlantes, así como interactuar con datos y objetos virtuales en tiempo real gracias a una interfaz holográfica. La teletransportación virtual mediante holotransporte, implementada por la NASA en 2022, es una extensión de estas capacidades que permite a los científicos estar “virtualmente presentes” en el espacio sin necesidad de trasladarse físicamente.
Esta tecnología abre un mundo de posibilidades no solo para la exploración espacial, sino también para transformar la forma en que trabajamos y nos relacionamos a distancia. Con la evolución continua de la holografía, la colaboración remota en el futuro podría sea tan inmersiva como estar presente físicamente.