James Magnussen dejó la natación en 2019, después de ser campeón mundial de natación en los 100 libres de 2011 y 2013; además de, plata y bronce olímpico en los Juegos de Londres 2012, y otro tercer puesto en Río 2016. Cinco años más tarde ha aceptado regresar al deporte y doparse a cambio de un millón de dólares para batir la plusmarca mundial en los Enhanced Games -Juegos Mejorados-, competición en la que se permite el uso de fármacos y sustancias que mejoran el rendimiento y están exentos de controles antidoping.
Magnussen enfrenta el desafío de mejorar su mejor tiempo personal logrado hace 11 años y batir el récord mundial del brasileño César Cielo, aunque si Magnussen lo superase no tendría validez oficial. El mejor tiempo del nadador australiano en esta disciplina fue de 21,52. Para ello, ha expresado su intención de explorar el mundo del dopaje de manera responsable, incluyendo la investigación y documentación del proceso a través de vídeo, con la esperanza de demostrar cómo se puede “crear un deportista que no hayamos visto antes”, según palabras del propio atleta en su cuenta de Instagram.
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En busca del récord mundial
El récord que Magnussen aspira a batir fue establecido por Cielo usando un bañador de poliuretano, material que posteriormente fue prohibido debido a su capacidad para aumentar la flotabilidad mediante una capa de aire y burbujas. Este contexto marcó una época en la que se batieron numerosos récords mundiales en la natación e ilustraron la continua evolución y controversia en torno al equipamiento y técnicas empleadas en este deporte.
“Quiero ir a Estados Unidos, tomar los suplementos adecuados. No sé mucho sobre ese mundo, así que quiero investigar. Quiero tener el equipo adecuado detrás de mí. Desde el primer momento pensé que era un concepto interesante. Somos bastante conscientes como deportistas de que se está mejorando el rendimiento en otros países, pero no hay igualdad de condiciones a nivel internacional”, expresó el nadador australiano.
Los ‘Enhanced Games’, el paraíso del dopaje
Los ‘Juegos Mejorados’ (Enhanced Games) se pusieron en marcha tras la idea de un empresario nacido en Melbourne, Aron D’ Souza. La intención del australiano era organizar un evento con distintas disciplinas deportivas (deportes de combate, gimnasia, halterofilia, atletismo y natación) donde sus competidores podían competir aunque consuman sustancias dopantes. El torneo, al permitir abiertamente el dopaje entre sus participantes, plantean un escenario singular en el mundo del deporte, donde usualmente estas prácticas son condenadas y castigadas severamente.
La participación de Magnussen no solo pone a prueba sus límites físicos bajo estas circunstancias poco convencionales, sino que también suscitará debates éticos y morales en la comunidad deportiva internacional. El creador y propietario del evento aseguró que el australiano no es el único que buscará batir ese récord y otros tantos en su campeonato. “No tengo ninguna duda de que ahora que James ha hecho esto públicamente habrá docenas, cientos de atletas (listos para unirse). Mi teléfono está explotando”, afirmó D’Souza a Australian Associated Press.