Lo llamaron el Carnicero y el Chacal de Giles allá por 1995, cuando descubrieron en una fosa común del campo que administraba su familia en el paraje rural de Tuyutí, los restos esparcidos de Luis Juan Iribarren, su padre de 49 años; de Marta Langebbei, su madre de 42; de Marcelo, su hermano de 15; y de María Cecilia, su hermana de 9. Luis Fernando Iribarren fue condenado a perpetua por el crimen de su familia y desde entonces está preso: pasaron 29 años. En las últimas horas, salió del penal de Olmos para ir a estudiar y no regresó. Es intensamente buscado.
Fuentes del caso dijeron a Infobae que Iribarren había conseguido que la Justicia de Ejecución de Mercedes le concediera la autorización para tener salidas educativas. Así, podía ir a la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata.
Este miércoles salió para ir a cursar y ya no regresó a la unidad, 26 de Lisandro Olmos, una cárcel de régimen semiabierto. Debía ingresar al penal a las 21.30, pero nunca lo hizo, explicaron las fuentes consultadas por este medio. Por lo que las autoridades hicieron la denuncia correspondiente y desde entonces los están buscando.
“Técnicamente, es un quebrantamiento al beneficio de la salida transitoria para cursar”, puntualizaron con recelo.
Lo cierto es que se escapó el hombre que está preso desde septiembre de 1995, cuando descubrieron que había matado a su familia. Al juez le confesó que lo había hecho porque “les tenía bronca”.
Noticia en desarrollo