El exjugador de la NBA, Delonte West, ha vuelto a ser arrestado en Virginia, Estados Unidos, según confirmaron las autoridades del condado de Fairfax. Los agentes detuvieron al ex base de 40 años en un estado de “emergencia médica” el jueves por la mañana.
La policía intentaba ejecutar una orden de detención por violaciones a las condiciones de su libertad condicional cuando West se dio a la fuga y los agentes perdieron su rastro. Finalmente, lo encontraron en un estado deplorable y “sin obtener respuestas”. Ante la situación, le administraron Narcan, un medicamento utilizado para revertir los efectos de una sobredosis de opioides como la heroína o el fentanilo, pero esta intervención resultó infructuosa.
Tras la atención inicial, West fue trasladado a un hospital donde recibió el alta horas después y posteriormente fue remitirido a la comisaría. Allí, le tomaron una fotografía que evidenció su estado crítico, según informaron fuentes del Centro de Detención del Condado de Fairfax.
El departamento policial del condado de Fairfax precisó que el arresto tuvo lugar a las 4:35 AM del jueves. Delonte West enfrenta dos cargos menores: violación de las condiciones de su libertad condicional y resistencia a la autoridad. Se ha fijado una fianza de 2.000 USD y se espera que el exjugador de los Boston Celtics y Dallas Mavericks presente declaración ante el tribunal el viernes.
West ha tenido una vida marcada por momentos difíciles, en donde su inestabilidad mental y las adicciones le jugaron en contra.
Marcado por una infancia dura
En una nota en el Washington Post, en 2015, el ex NBA contó sus pesares durante su infancia y adolescencia, cuando era usual que se cortara las venas o tomara pastillas que ni siquiera conocía. Así fue que entró y salió varias veces de hospitales infantiles. “Estaba buscando llamar la atención”, admitió.
La pasó mal en Prince George, ciudad de Maryland, cerca de Washington DC, su lugar de nacimiento. Criado en una familia pobre, padeció el bullying escolar por su color de pelo (rojo), sus padres se separaron, tuvo que vivir en el campo y allí se desataron sus desordenes de conducta.
Su paso por la NBA
Delonte West fue elegido como el número 24 del draft de 2004 por los Boston Celtics, su carrera en la NBA abarcó 10 temporadas.
Durante su paso por la mejor liga del mundo, West jugó un total de 432 partidos y promedió 9,7 puntos por juego. Además de los Boston Celtics, también vistió las camisetas de los Dallas Mavericks, Seattle Supersonics y Cleveland Cavaliers. En los Cleveland Cavaliers, coincidió con la actual estrella de los Los Ángeles Lakers, LeBron James. Su carrera concluyó en el año 2012.
Uno de los momentos controvertidos de su carrera ocurrió en 2009 cuando fue detenido por portación de armas de fuego. Tres años después, en 2012, la NBA lo multó por introducir el dedo en el oído de Gordon Hayward durante un partido contra los Utah Jazz. Estos sucesos resaltan una trayectoria marcada por incidentes fuera del terreno de juego.
Cómo llegó a vivir en la calle
A pesar de su paso exitoso por la mejor liga de baloncesto del mundo, los últimos años de West han estado marcados por problemas legales y de salud mental. Luego de su retiro en el año 2015, volvió a la calle y a partir de ahí volvieron los problemas que terminaron dilapidando su fortuna 16.3 millones de dólares, que ganó con el básquet.
Desde hace 11 años, Delonte ha estado luchando contra un trastorno bipolar. Este diagnóstico ha influido significativamente en su vida, tanto dentro como fuera de las canchas. West ha hablado en ocasiones de sus desafíos, pero su situación actual muestra la gravedad de su padecimiento. A pesar de haber tenido una carrera exitosa en términos económicos, su salud mental ha jugado un papel crucial en su caída.
Esta no es la primera vez que Delonte West se ve envuelto en incidentes similares. En septiembre del 2009, la Policía lo detuvo por ir haciendo “maniobras peligrosas” con su moto. Pero lo peor fue que le encontraron varias armas en una bolsa y fue acusado de ocho cargos: le dieron ocho meses de detención domiciliaria. El incidente se lo vio detrás del prisma de la enfermedad mental que el mismo jugador había admitido y ya nada fue igual.
En 2012 admitió haber dormido en el vestuario de los Mavs y hasta en su auto por no tener dinero para el alquiler de su vivienda. Esto fue antes de intentar jugar en el exterior.
En 2020, se hizo viral un video que lo mostraba en situación de calle en Dallas, Texas, lo cual generó una ola de preocupación y apoyo dentro y fuera del mundo deportivo.
Mark Cuban, dueño de los Mavericks, lo rescató e internó en un centro de rehabilitación en Florida. Tras una mejora ostensible, volvió a las redes de la mano de Ice Cube, el rapero que le dio un empujón para que volviera a jugar al básquet, nada menos que en Big 3, la competencia profesional de 3×3 que integran muchos ex NBA. Pero ahora este nuevo arresto y video viralizados volvieron a encender las alarmas.