Julio Mendoza, el novio de Germán Medina, el colorista asesinado en una peluquería de Recoleta, habló tras la detención del homicida Abel Guzmán. Manifestó su alivio porque lo capturaron con vida, reclamó prisión perpetua y pidió que también se investiguen a quienes lo ayudaron a mantenerse prófugo durante diez semanas.
“Me enteré cuando estaba trabajando. Empecé a recibir varias llamadas, al principio no entendía por qué tantas, hasta que me comentaron la noticia. Después esperé a confirmarlo con la familia (de la víctima) para ver que fuera real”, contó a TN y reveló que en ese momento sintió una mezcla de emociones: “El primero fue de alegría por haberlo encontrado y porque esté vivo, para que nos dé respuestas -o al menos intentar obtenerlas- de por qué lo hizo”.
El joven comentó que, con el pasar de los días, “se iba perdiendo la fe de encontrarlo”. Dijo que durante todo este tiempo habían recibido varios datos sobre el paradero de Guzmán: “Teníamos indicios de gente que nos decía que podía estar moviéndose entre Morón y Moreno”.
Y también se refirió al aspecto del asesino, con barba y una cabellera que lo hace lucir muy diferente al look que tenía cuando cometió el crimen. “El cambio es bastante notable. Está súper cambiado y eso me da la hipótesis de que el crimen fue planeado”, señaló en ese sentido.
“Nos queda un camino largo para recorrer para saber las respuestas a las preguntas que nos hacemos: ¿Hubo algún motivo? ¿Qué lo impulsó a hacer esto?”, volvió a remarcar Mendoza para luego concluir con su pedido -y el de la familia de Medina- de prisión perpetua para el imputado: “Exigimos justicia y que paguen todos los culpables. Que paguen también las personas que lo ayudaron”.
Guzmán fue atrapado este miércoles en el partido de Moreno por agentes de la División de Capturas de la Policía de la Ciudad. Fue luego de que un vecino lo delatara por la recompensa de 5.000.000 de pesos que ofrecían por datos que permitieran atraparlo, indicaron fuentes del caso a Infobae.
Las fuentes detallaron que esta mañana llegó la información de que el prófugo estaba trabajando en una quinta ubicada en la calle Miserere de la localidad de Paso del Rey, en ese partido del oeste del conurbano bonaerense. Era empleado de una mujer mayor. Con esa información, los policías fueron al lugar y haciendo tareas de vigilancia esperaron hasta que lo vieron.
La recompensa había sido propuesta por la Unidad de Captura de Prófugos de la Fiscalía Especializada en Investigación Criminal Compleja (UFECRI), a cargo del fiscal José María Campagnoli. La intervención de esa unidad fue ordenada por el titular del Juzgado N°48 de Capital Federal, a cargo de Javier Sánchez Sarmiento.
El asesinato de Germán Medina ocurrió el 20 de marzo pasado por la noche en la peluquería Verdini de la calle Beruti, un salón de belleza frecuentado por diversos famosos.
Mientras un grupo de empleados estaba sentado en ronda, el peluquero Guzmán los increpó y disparó contra el colorista. Todo quedó filmado por las cámaras de seguridad del lugar, al igual que la huida del homicida, quien se escapó por una ventana.
Medina, de 33 años y una larga trayectoria en su rubro, fue trasladado con signos de vitales por personal del SAME al Hospital Fernández, pero murió a los pocos minutos.
El homicida logró huir y desde entonces nada más se supo de él. Así, desde el Juzgado N°48 se firmó el pedido de captura al otro día del crimen. La labor de encontrar a Guzmán fue de Homicidios de la Policía de la Ciudad.
Guzmán, de 43 años y con domicilio en la calle Agrelo, en la localidad bonaerense de Merlo; trabajaba desde hacía al menos siete años en la peluquería de Recoleta donde mató al colorista, que llevaba el mismo tiempo que él en el local.