La semana 33 de la Premier League terminó con una histórica goleada del Chelsea en Stamford Bridge. El conjunto liderado por Mauricio Pochettino se impuso con autoridad por 6 a 0 frente al Everton en una jornada inolvidable para Cole Palmer, quien se llevó la pelota luego de despacharse con un póker de goles.
Pese al abultado resultado, que le permite estirar su buena racha (ocho partidos sin derrotas) y arrimarse a los puestos de clasificación a competencias europeas, toda la atención quedó centrada en la actitud de buena parte del plantel de los Blues, quienes se pusieron a discutir sobre quién debía ser el ejecutante de un penal (cuando el partido ya iba 4-0). Este escándalo no fue bien visto por el director técnico argentino, quien apuntó contra sus dirigidos sin tapujos en conferencia de prensa.
Noni Madueke y Nicolas Jackson comenzaron a discutir y entre Cole Palmer (convirtió los nueve que ejecutó) y el capitán Conor Gallagher tuvieron que zanjar la disputa. El estratega albiceleste, al ser consultado al respecto, manifestó: “Sabía que la primera pregunta era esa. Después hablaremos del partido, pero lo primero que quiero decir y ser muy claro es que los jugadores, el cuerpo técnico y el club saben que el lanzador de penaltis es Cole Palmer. Todo lo que ha pasado después, es una vergüenza. Estoy muy decepcionado por esa situación. Hemos hablado de lo ocurrido en el vestuario, de la imagen que hemos dado en esta noche de lunes. En todo el país estaban viendo el partido y no podemos dar este tipo de imagen. Es una vergüenza y quiero disculparme con la gente del fútbol, y nuestros aficionados, porque es inaceptable. La disciplina es lo más importante en un equipo. Este es un deporte colectivo en el que, por supuesto, los jugadores ofensivos quieren demostrar que tienen hambre de marcar goles, pero para este tipo de situaciones voy a tener que tomar decisiones”.
“Hemos hablado de buenas maneras porque teníamos que aclarar lo ocurrido, pero no vamos a volver a aceptar este tipo de comportamiento. Voy a ser muy duro. Se lo estaba diciendo (a los jugadores), y prometieron que no volvería a pasar. Esto es parte del proceso. Tenemos que aprender. Cuando tienes una plantilla joven, algunas veces las individuales chocan con el colectivo. Cuando me preguntan por qué no somos consistentes o no hacemos buenas actuaciones algunas veces, es por estos patrones. Las plantillas jóvenes deben tener muy claro que son un activo muy importante del club, pero al mismo tiempo que rendir para el equipo. Tienen que aprender que están en el Chelsea y la exigencia es máxima. Después de esto, tenemos que pasar página y hablar del partido”, añadió el DT.
Sobre si habrá consecuencias para Madueke y Jackson, esbozó: “Se trata de aprender, son jóvenes. Estuvo muy bien la actuación de Conor Gallagher como capitán ahí, pero no podemos mostrar este tipo de comportamiento. Es un castigo para todos, porque todos saben quién era y es el lanzador. Si Cole Palmer está en el campo, es el lanzador. Desde el día que empezó a jugar. Tenemos que recordar una situación muy difícil en Burnley. Hubo un penalti, nadie quería tirarlo y él (Cole Palmer) fue quien cogió el balón y mostró su personalidad. Desde ahí, se convirtió en el lanzador de penaltis. Esto ha pasado, hemos hablado, no puedo explicaros todo lo que hemos hablado ahí (en el vestuario) y es una vergüenza. Lo único que puedo hacer es disculparte y decir que no volverá a ocurrir. Vamos a ser más duros con la disciplina. Aquí no es posible comportarse como niños. Después de un partido increíble, en el que jugamos muy bien desde el principio, estamos hablando de esto. Es una vergüenza y una cosa inaceptable. No merecemos hablar de esto, por eso me quiero disculpar con los aficionados y la gente. Nos comportamos de una forma muy egoísta por parte de algunos jugadores, pero creo que es parte del proceso. No es fácil construir un equipo, y se trata de aprender. Este es el tipo de información que tenemos que coger para tomar decisiones la próxima temporada. Vamos a prestar a atención a estas cosas”. Y luego, agregó: “No funciona así. No son jugadores experimentados que realmente saben lo que están haciendo. Son jóvenes, niños, que tienen que experimentar algunas situaciones para aprender. Como en el colegio, tenemos que enseñarles que se equivocaron y, ahora, deberán aprender. Si no aprenden, sí (serán castigados). Tomaremos algunas decisiones. Este tipo de experiencias ayudan a seguir adelante y ser mejores”.
Vale destacar que este revuelo se originó en la antesala al trascendental duelo contra Manchester City por las semifinales de la FA Cup. Con el triunfo, los de Londres acumulan 47 unidades y aparecen en la novena colocación, a tres de Manchester United (Conference League) y Newcastle (Europa League), últimos en acceder a los boletos clasificatorios a competencias europeas. En el medio se encuentra West Ham, con 48. Restan cinco jornadas para la finalización de la Premier League, aunque Chelsea debe un encuentro.