El mundo del intercambio de parejas ya tiene datos de cómo está compuesto, en qué parte de Argentina está más desarrollado y de qué edades son los que lo practican más a menudo.
Es que la Asociación Civil Swinger Liberal Argentina (ASLA) difundió las cifras del primer censo de la comunidad swinger en el país, con la participación de 1.300 personas. Desde la organización estiman que se trata de una foto de la comunidad, pero que el número de personas que practican este estilo de vida es mayor. “Muchos prefieren mantener la reserva y el anonimato”, explicaron desde ASLA. Germán Magallán, fiscalizador de la entidad estima que en el país 1.300.000 adoptaron esta práctica sexual.
¿Cuál es la capital nacional del swinger?
El relevamiento, realizado en agosto de manera online y anónima, reveló que la mayor concentración de swingers en Argentina se encuentra en el conurbano bonaerense, con un 45%. Le siguen la Ciudad de Buenos Aires con un 14% y Mar del Plata con un 12%.
Otras zonas con presencia significativa son Santa Fe, Mendoza y el interior de Buenos Aires, todas con un 5%. Tucumán y Córdoba representan un 4% cada una, mientras que Entre Ríos alcanza el 2%. Por su parte, Salta, Misiones, San Luis, Corrientes y Chaco registran un 1% cada una, sin presencia significativa en otras provincias.
En cuanto a las edades, el 39% de los swingers en el país tiene entre 41 y 50 años; el 29% se encuentra entre los 31 y 40 años; el 19% tiene entre 51 y 60 años; el 9% oscila entre los 20 y 30 años, y solo el 4% tiene entre 61 y 70 años.
El censo también mostró que el 66% de la comunidad está conformada por parejas, mientras que el 27% son hombres que participan en solitario. Un 6% corresponde a mujeres solas y el 1% a triejas.
Los códigos del mundo swinger
No todos son parejas como muestra la encuesta de ASLA en la comunidad. A las chicas solas se las denomina unicornio y a los chicos single. Hay parejas que buscan single, otras unicornios y también puede ser otras parejas.
A los outsider de este mundo, la comunidad los denomina “vainilla”. Un “amigo horizontal” es aquella amistad del ambiente swinger y “amigo vertical” es aquel externo a esta cultura. En las fiestas swingers puede haber personas que solo observan a otros tener relaciones sexuales, que son los voyeurista. Mientras a la iniciación de una persona dentro de este mundo la llaman “evangelizar”.
A lo largo del mundo hay distintos símbolos que identifican a la cultura. Entre ellas, la silueta de un columpio en rojo se hace presente en distintos países, mientras el dibujo de una piña al revés prevalece sobre todo en Europa.
El origen de ASLA
Magallán cuenta cómo fue el origen de la organización. Hace 20 años que venimos con esta idea. Antes no lo pudimos hacer porque era adulterio. Con los cambios en el código civil pudimos organizarnos el año pasado”, explica Germán en diálogo telefónico con Infobae.
El 22 de agosto pasado el Gobierno le otorgó la personería jurídica a ASLA. “Somos las primera organización en el mundo que puede representar a esta práctica sexual que todavía sigue muy mal vista por la sociedad”, admite Magallán.
El miembro de ASLA confiesa que los mayores problemas los tienen los swingers del interior de Argentina. “Puede pasar que en Tucumán, por ejemplo, los participantes de una fiesta dejen el auto a 10 cuadras del boliche para evitar ser vistos y que luego se comente – sostiene Magallán-. Pasó en otros casos que los rajaron del trabajo cuando se enteraron de su práctica sexual o se tuvieron que mudar de ciudad por las cosas que le decían”.
Sobre el censo, el participante de la organización sostiene que representa muy bien a toda la comunidad. “Somos mayorías de parejas, después hombres solos y las mujeres solas que llamamos unicornio porque son las más requeridas en nuestras fiestas”, explica Germán.
En tanto, en el formulario de ASLA había una parte para dejar sugerencias. “Los que más nos piden, en especial del interior, es protección jurídica. Así, ante una denuncia vamos a poder actuar. Vamos a iniciar las acciones legales necesarias hasta que seamos aceptados y entiendan que es una práctica sexual como cualquier otra. Y que no está prohibida”, explica Magallán.
Desde ASLA organizan la fiesta anual más grande de Buenos Aires del mundo swinger. Este año se hizo en la discoteca New York City y convocó a 1.000 personas. “La idea es armar algo cuando llegue el verano y aprovechar el calor como incentivo”, promete Magallán.