Gloria Aurora P., una viuda negra de 79 años con un largo historial delictivo, volvió a ser detenida recientemente por la Policía de la Ciudad. Esta vez, la acusan de haber drogado y robado a una vecina del barrio porteño de Liniers.
La captura se produjo en la intersección de Falcón y Oliden, luego de que una jubilada de 78 años alertara a las autoridades sobre el robo de $100 mil, cuatro perfumes y una cadena de oro.
El hecho ocurrió el 20 de agosto pasado, cuando la víctima estaba en la puerta de su casa y Gloria, que pasaba caminando por el lugar, le pidió un vaso de agua para tomar una pastilla. La dueña del domicilio relató que, en esas circunstancias, también bebió agua. Luego, no recuerda más nada.
La mujer se desmayó y al recuperar la conciencia notó la falta de sus pertenencias. Aportó videos del día del incidente como prueba en su denuncia.
La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°57, a cargo del juez Anselmo Castelli, intervino en el caso y labró actuaciones por robo. Con la descripción proporcionada por la víctima, los efectivos policiales lograron detener a Gloria, una conocida de la Justicia por delitos similares.
Entre los antecedentes de la ladrona se encuentran un hurto en julio de este año y otro robo bajo la modalidad de “viuda negra” en marzo, por el que no fue detenida debido a su edad.
En el primero de esos hechos la víctima fue un hombre de 83 años, al que atacó en una confitería de Villa Santa Rita. El jubilado había ido a tomar un café con una mujer. Pero de repente perdió la consciencia y, cuando los empleados del lugar advirtieron la situación, fue trasladado al hospital Álvarez, donde fue identificado por un certificado de vacunación que llevaba consigo.
Un vecino de la víctima informó haber visto a una desconocida en su departamento, lo que llevó a la captura de Gloria, quien tenía casi 20 pastillas de Alplax (cuyo principal activo es el alprazolam, un tranquilizante benzodiazepínico) en su cartera.
Otro caso de Gloria que llegó a los medios de comunicación ocurrió el 20 de agosto de 2007, cuando drogó a un hombre de Mataderos, 13 años mayor que ella, y le robó varias pertenencias, incluyendo un anillo de sello.
Con aquella víctima se había conocido unos días antes, en la vía pública. El día del robo, volvieron a cruzarse y él la invitó a su casa, donde la ladrona le preparó el té: se lo llenó de Alplax en vez de azúcar. Luego, fue por su botín, mientras el hombre balbuceaba en el piso, dopado, incoherente.
La mujer estuvo varias horas en ese domicilio. Tantas que se hizo de noche y, en un momento, el hijo del dueño llegó para ver a su padre. Sorprendido por esta señora desconocida, exigió explicaciones. Le abrió la cartera y vio allí el anillo de sello de su padre.
La Policía Federal llegó al lugar poco después. Además del anillo, a la autora del robo le encontraron las llaves de la casa del hombre y dos frascos con pastillas del psicofármaco. Posteriormente, la condenaron a tres años y nueve meses de cárcel. Su defensa intentó apelar en Cámara, sin éxito.
Gloria, abuela de dos nietos, actualmente cobra una jubilación y una pensión, y su único ingreso en blanco fue durante su tiempo en prisión, donde trabajó en un penal federal.
Su caso es llamativo, dado que el método para robar que utilizaba es más común entre mujeres jóvenes que seducen a hombres mayores a través de aplicaciones de citas o encuentros casuales en bares, para luego drogarlos y robarles.
En su registro criminal, además, tiene una causa por lesiones leves en diciembre de 2023.