“No me maten que soy vigi”: el ex policía y pirata del asfalto que cayó por las compras de su mujer

ANTONIO ROMERO PIRATA DEL ASFALTO
Antonio Romero, «El Poli»

Antonio Agustín Romero, alias “El Poli”, tal vez perdió los reflejos. Había sido un sargento primero de la Policía Bonaerense. Su historia policial terminó más de 20 años atrás, cuando lo acusaron por asociación ilícita y homicidio calificado en el departamento judicial de Mercedes, delito por el que pasó siete años preso. Después, volvió a caer en la misma jurisdicción, esta vez por dos hechos de robo de mercadería en tránsito, piratería del asfalto en banda y a punta de pistola. Lo condenaron a seis años y ocho meses de cárcel en 2019. Le dieron la libertad asistida dos años después, hasta que, según la acusación en su contra, bajo el beneficio de la excarcelación, volvió a robar.

El último hecho en su historia ocurrió en enero de 2023. Junto a su banda, atacó una curtiembre en Paso del Rey. Allí, armados con pistolas como una Glock 9 milímetros, Romero y su pandilla se llevaron veinte pallets de cuero valuados en 30 millones de pesos, que iban a ser exportados a España. En el asalto, desconectaron las cámaras de seguridad. Incluso, dejaron a parte del comando en la fábrica para cubrir su fuga, con un auto de alta gama listo para correr. Los que se escaparon con el cuero lo hicieron con estilo: lo cargaron en un camión Iveco y se fueron. En el medio del camino, le cambiaron las patentes al camión, para terminar en un galpón de Ciudad Jardín.

Los investigadores del caso, a cargo del fiscal Leandro Ventricelli, llegaron al galpón. Descubrieron a los otros miembros de la banda. Pero “El Poli”, prófugo de la ley, siguió con su vida.

Se había mudado en los últimos tiempos; ya no frecuentaba sus viejas direcciones registradas en zonas como José C. Paz, Bella Vista y Tigre. Esta vez, decidió mudarse con su nueva pareja, una mujer de 50 años, ocho más joven que él. Consiguió una nueva casa en el barrio Los Paraísos, en la zona de Moreno, a la que remodeló a nuevo. “El Poli” probó con ser un fantasma. No dejó su rastro en ninguna compra, ninguna cuenta. Sin embargo, los materiales para la obra tenían que comprarse en algún lado. Así, el expolicía se expuso.

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Juan Montauti, vinculado a Romero, antes de ser liberado por un comando del hampa en Campana

La División Homicidios de la PFA -con una de las mayores tasas de arresto de prófugos del país- comenzó a seguirle el rastro. Lo arrestaron ayer por la tarde, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae. En su nueva casa, Romero había instalado una serie de cámaras para ver quien venía por él. Hasta tenía lista una camioneta para escapar. Sin embargo, no fue tan rápido, no como antes. La Federal siguió un hilo de tickets para encontrarlo. Su mujer había realizado varias compras en conocidos comercios de la zona oeste, principalmente, una cadena de venta de materiales de construcción. Luego, contrató un servicio de internet, con una dirección que no figuraba en ningún GPS.

Sin embargo, la propia empresa aportó los datos del lugar a las autoridades, con fotos y todo. Cuando se vio arrinconado por la PFA, Romero recordó su viejo status. “No me maten que soy vigi”, dijo. Ya no lo era, hace tiempo. La causa en su contra es supervisada por el Juzgado de Garantías N°2, de Gabriel Castro.

Hay, también, otro vínculo en su vida. Juan Manuel Montauti Vasallo fue rescatado en septiembre pasado por un grupo comando cuando era trasladado a un hospital en un móvil del Servicio Penitenciario Bonaerense en Campana, por una supuesta afección cardíaca. Sigue prófugo hasta hoy. Investigadores en la Justicia aseguran que “El Poli” y Montauti se conocen bien: Montauti fue parte de la banda que robó la curtiembre en Paso del Rey. Incluso, hay quienes sospechan que Romero fue clave en su fuga.