En las primeras semanas del año, el Ministerio de Salud Pública de Salta advirtió por el aumento de casos positivos de COVID-19 detectados, que se multiplicaron en un 271,8% en comparación a la última semana de diciembre de 2023. Además, las autoridades confirmaron otra muerte por el virus, que se convirtió en la cuarta reportada en lo que va del año. En simultáneo, en la Ciudad de Buenos Aires alertaron por el número de niños contagiados en el Hospital Garrahan.
De acuerdo a los informes proporcionados por la cartera sanitaria, las víctimas fueron dos hombres de 42 y 66 años, que residían en las localidades de Pichanal y Embarcación, y dos mujeres de 91 y 95 años que vivían en la Ciudad de Salta y Campo Quijano. A pesar de que no se conocieron detalles sobre los últimos dos fallecidos, remarcaron que la nueva cepa que se encuentra en circulación afectaría en mayor medida a los adultos mayores de edad y las personas que contaran con enfermedades preexistentes o con inmunodeficiencias.
“El escenario es complicado porque tenemos que diferenciar bien si se trata de COVID o dengue cuando un paciente refiere fiebre”, apuntó el director de Coordinación Epidemiológica de Salta, Francisco García Campos, después de informar que los contagiados pasaron de 39 a 145. Frente a esto, el secretario de Servicios de Salud, Adrián Rúa, comunicó la activación de un sistema de vigilancia destinado a tratar a los pacientes que aún no tienen un diagnóstico confirmado.
Por medio del Memorándum N°16, las autoridades salteñas explicaron que los hospitales base de área operativa intensificarán el tratamiento de los posibles casos al aumentar el “diagnóstico de laboratorio, inmunizaciones, internación, referencia y contrarreferencia de pacientes, notificación y registro en el Sistema Nacional de Vigilancia de Salud (SNVS)”. En paralelo, pidieron a la ciudadanía mantenerse alerta a la hora de detectar alguno de los síntomas compatibles con la enfermedad y acudir al centro médico más cercano para confirmar o descartar la presencia del virus, según recopiló el diario El Tribuno.
“Nos resultó llamativo el incremento del virus SARS-CoV-2 en aguas residuales”, alertó García Campos al plantear que los temporales ocurridos en el territorio podrían haber influido en el incremento de contagiados. No obstante, comunicaron que la variante de COVID-19 que se encuentra activa se trata de JN.1, un subtipo derivado de Ómicron. A su vez, los especialistas remarcaron que la sintomatología sería mucho más leve, en comparación a los brotes anteriores que fueron detectados.
En este sentido, el Gobierno de Salta señaló que los cuadros podrían estar compuestos por fiebre de 37,5° o más; dolor de garganta; dificultad para respirar; dolor de cabeza; dolor muscular; diarrea y/o vómito; rinitis y/o congestión nasal; y pérdida repentina del gusto o el olfato. Asimismo, recomendaron utilizar los barbijos, mantener los ambientes ventilados, lavarse las manos con jabón y alcohol en gel, toser y estornudar en el pliegue del codo, y reforzar el calendario de vacunación.
El aumento de los casos en Salta no es un hecho aislado, puesto que se registran subas en varios puntos del país, como el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). En el Hospital Garrahan, por ejemplo, se detectaron 87 pacientes pediátricos que contrajeron COVID-19 durante las primeras dos semanas del año, por lo que reiteraron el pedido de fortalecer las medidas preventivas e instaron a los ciudadanos a vacunarse contra la enfermedad. “Se destaca el aumento de casos respecto de las semanas previas”, señaló el servicio de Epidemiología e Infectología del centro médico pediátrico al marcar que hubo un índice de positividad de 25-35% en la última semana, según informó Télam.
“Se recomienda que todas las personas a partir de los 6 meses de edad cuenten con el esquema primario y al menos una dosis de refuerzo aplicado en los últimos 6 meses”, comunicaron los especialistas al destacar la importancia de “mantener el esquema de vacunación al día según el grupo al que pertenezcan”. Además, recordaron que debía tomarse el recaudo de esperar un mínimo de 4 meses antes de recibir la siguiente dosis.
De esta manera, los expertos enfatizaron que la vacunación “continúa siendo una de las principales herramientas de prevención para las distintas variantes de la enfermedad”, ya que estas permitieron disminuir la tasa de mortalidad que ocasionó el virus durante la primera etapa de la pandemia. Incluso, explicaron que las vacunas combinadas bivariantes (Original/Ómicron BA.4/BA.5) que ingresaron al país en enero de 2023 otorgarían mayor protección ante las nuevas variantes que surgieron en el último tiempo.
En paralelo, en La Plata, el intendente Julio Alak dispuso aumentar la cantidad de centros de vacunación comunales, con el objetivo de impulsar una nueva campaña de inmunización. “Estamos incentivando a los vecinos a que revisen que su esquema de vacunación esté al día y que, si no está, se acerquen a un vacunatorio para recibir la dosis correspondiente”, indicó el funcionario público.
Según el plan de refuerzo de la vacunación contra el COVID-19, las personas menores de 50 años sin enfermedades de base deben darse un refuerzo cada año, las personas mayores de 50 años con enfermedades preexistentes u obesidad deberán hacerlo a los 6 meses y luego un refuerzo por año y a los adultos mayores, personas gestantes o con inmunodeficiencias les corresponde una dosis cada 6 meses.