Envuelta en un fuerte bullicio en el lobby del Museo del Holocausto, la canciller Diana Mondino negó este mediodía que la salida de Guillermo Ferraro y el otorgamiento del super ministerio de Infraestructura al titular de Economía, Luis “Toto” Caputo, sean parte de la estrategia del Gobierno para presionar a los gobernadores con un ajuste más profundo si no se aprueba la ley Ómnibus en el debate en la Cámara de Diputados.
Luego de participar de uno de los actos por el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, donde Milei fue el principal orador, Mondino negó que Caputo, con todas las secretarías de Infraestructura en sus manos sumadas a las de Hacienda vaya a tener más capacidad para ejercer presión sobre la oposición. Y sostuvo que no estaba al tanto sobre la razón de la salida de Ferraro, a pesar de que en declaraciones off the record desde la Casa Rosada habían dejado saber anoche que se debió a las supuestas “filtraciones maliciosas” de parte del funcionario a la prensa.
“Es más actividad y más responsabilidad”, relativizó la ministra ante una consulta de Infobae sobre el exponencial crecimiento de las atribuciones y el poder de decisión de “Toto”, que anexará a su relevante cartera las secretarías de Transporte, Infraestructura, Comunicaciones y Vivienda. Y negó que el crecimiento del área de influencia del funcionario sean una manera de darle más herramientas para presionar a los gobernadores. “¿Por qué lo han tomado por el lado de las provincias? Nosotros estamos preocupados por el déficit fiscal nacional, las provincias tienen su déficit, del cual tendrán que ocuparse ellos. Me parece que estamos mezclando los temas”, sostuvo.
“Necesitamos la coordinación y que la famosa frase ‘no hay plata’, quede bien clara en todos los casos. Necesitamos coordinar desde el punto de vista económico todas las acciones”, sostuvo la canciller.
Enseguida, afirmó que en el Gabinete sigue “trabajando juntos como siempre”, al negar que existan internas entre los ministros.
Tras ratificar que “en la práctica” el Ministerio de Infraestructura quedará bajo la órbita del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, Mondino explicó por qué aún no hubo explicaciones públicas del cambio en el Gabinete.
“Tratamos de ser muy cuidadosos porque después, a veces, puede haber algún tipo de tergiversación o malinterpretación. Pero peor es justamente no hablar. Por eso estoy tratando de contestar. De esos temas (la salida de Ferraro) no estoy al tanto, he estado de viaje ayer en Paraguay, he llegado y me he enterado por las noticias”, dijo.
Luego, negó que el Presidente haya amenazado a los gobernadores diciéndoles con que no les iba a enviar más fondos, aunque ratificó que el objetivo es eliminar el déficit fiscal. “Yo participé de la misma reunión de Gabinete y eso no lo escuché. Que no hay dinero es otra cosa y lo sabemos todos desde el primer minuto. Lo que estamos diciendo es que tenemos que eliminar el déficit fiscal”, aseveró.
Ayer, Javier Milei decidió la salida de Guilermo Ferraro, a menos de dos meses de iniciado el Gobierno. La medida fue un pedido formal de renuncia del jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
A finales de septiembre del 2023, después de haber ganado las PASO, pero antes del traspié en las elecciones generales, el entonces candidato a presidente Javier Milei nombró por primera vez en público a Guillermo Ferraro, quien se había sumado pocas semanas antes al equipo.
El dirigente, de amplia trayectoria en la función pública durante distintos gobiernos, había sido acercado a La Libertad Avanza por la hermana del líder del partido, Karina Milei, y durante el último tramo de la campaña quedó a cargo de organizar el operativo para la fiscalización de los votos.
Tras la salida de Ferraro, desde el Gobierno le confirmaron hoy a Infobae que Caputo absorberá todas las secretarías que integraban el organigrama de Infraestructura, entre ellas Obras Públicas, Comunicaciones, Vivienda y Transporte.
En Economía no quieren que se mencione la idea de “súper ministro”, aunque está claro que en los hechos lo será: no tendrá bajo su ala la puesta en marcha del ambicioso plan económico con un ajuste fiscal de 6 puntos del PBI, sino que además controlará otras secretarías decisivas para la gestión económica.
Desde el Gobierno aseguran que aún no está claro qué pasará con los secretarios que estaban hasta ayer bajo las órdenes de Ferraro. “El traspaso es completo, los nombres se verán luego”, destacaron.