Desde que Maximiliano Pullaro asumió la gobernación de Santa Fe, en la provincia se impulsó un plan destinado a desarticular las redes de narcotráfico, con especial énfasis en los líderes que se encuentran alojados en las cárceles provinciales. Al momento de analizar la situación social que se vive en Rosario producto de los reiterados atentados contra los ciudadanos, el mandatario sentenció que “una persona que manda a matar no tiene ningún tipo de posibilidad de volver atrás”.
“Hay cosas duras que pasan en Rosario, no quiero parecer un duro o un negador, pero los ataques a cuatro civiles inocentes sucedieron porque estaban perdiendo control de sus organizaciones”, analizó el gobernador al hacer referencia a los crimines que se registraron en las primeras semanas de marzo. Las víctimas fueron dos taxistas, un colectivero y un playero.
Para hacer frente al crimen organizado, que es gestionado desde las cárceles, se incrementaron las requisas planificadas y sorpresas, se aislaron a los presos de alto perfil de la población común carcelaria y se eliminaron privilegios como, por ejemplo, las visitas íntimas ilimitadas, por lo que Pullaro alega que el descontento de parte de los jefes criminales aumentó como respuesta a estas medidas y a la pérdida de poder que les ocasiona.
“Que estas organizaciones criminales reaccionen de la manera que reaccionan significa que se las está incomodando porque ellos lo que quieren es poder, tener la libertad para poder manejar su poder criminal desde la cárcel, extorsionando y vendiendo drogas”, apuntó al respecto el referente radical al defender que la exclusión de los reclusos de alto perfil era necesaria para evitar que los presos por delitos menores pudieran proveerles instrumentos como teléfonos celulares.
A pesar de que Pullaro reconoció que la situación social que se vive, particularmente en la ciudad de Rosario, no es sencilla, pidió a los ciudadanos que confíen en el trabajo conjunto que realizan las fuerzas provinciales y federales. “No tengan miedo, la gente esta quiere eso, quieren que tengamos terror, pánico, que volvamos atrás políticas públicas para que aflojemos”, explicó durante un diálogo con Mirtha Legrand en su programa emitido por El Trece.
En ese momento, “La Chiqui” consultó si creía posible terminar con la ola de crímenes que acecha a la ciudadanía rosarina, por lo que el gobernador ratificó: “Les vamos a ganar Mirtha, estoy completamente convencido. Hay líneas de trabajo que lo indican y hay decisiones que no van a volver atrás”. Asimismo, aseguró que no se siente solo en la pelea contra el narcotráfico, debido a que recibió el respaldo de la Legislatura de Santa Fe, la Justicia santafesina, el Gobierno nacional y de los gobernadores.
Luego, adelantó desde el Gobierno provincial proyectan construir una cárcel especializada para presos de alto perfil. De esta manera, planteó que la creación del nuevo penal contribuiría a la tarea de evitar el contacto de los reclusos con el exterior.
“La cárcel dejó de ser una fiesta en Santa Fe desde el 10 de diciembre”, afirmó, para después sostener que “el Estado tiene que ser muy claro con las personas que cruzan los límites”, tras mencionar que la mejor estrategia para reordenar la provincia dependería de la ejemplaridad que el sistema muestra a aquellas personas que incurrieran en delitos.
Al ser consultado por el caso de los miembros de bandas narcos que cumplen condenas en la actualidad, el gobernador consideró que no hay posibilidades de que se de una reinserción en la sociedad. “Una persona que manda a matar no tiene ningún tipo de posibilidad de volver atrás y son personas que van a morir en la cárcel por las condenas que tienen. Y eso duele”, admitió.
“Nosotros en estos tres meses llevamos adelante políticas muy duras de policiamiento en las calles y cárceles, pero también estamos entrando en los barrios con Desarrollo Social, Educación, Salud y Hábitat”, señaló sobre las medidas destinadas a evitar que los menores de edad sean captados por estas bandas para delinquir.