La historia de Luciano Gondou es de resiliencia; de no bajar los brazos. Arrancó su carrera en Sarmiento de Junín, donde salió campeón en Reserva, ganándole la final a Boca Juniors, y empezó a mostrar sus dotes como centrodelantero de gran porte, transformándose en el goleador del equipo. Entre los tantos marcados, le hizo uno a Argentinos Juniors, y en el club de la Paternal anotaron su apellido para seguirlo de cerca.
El ex entrenador del Verde, Mario Sciacqua, lo hizo debutar en Primera en abril de 2021 y tres meses más tarde, marcó su primer gol. La dirigencia del Bicho invirtió 3.5 millones de dólares por el 80% de su ficha y desde que llegó, pagó con creces. Pero antes de todo esto pasó por la cantera de River, donde fue compañero de Lucas Beltrán y Federico Girotti.
El oriundo de Reconquista, Santa Fe, llegó a Nuñez a mediados de 2019, a préstamo por un año y medio y con una opción de compra, procedente de Junín. Se sumó a la categoría 2001, donde le tocó correr un poco desde atrás al principio, ya que tenía por delante a Beltrán y a Nicolás Belloni, goleador histórico de la categoría. Durante ese lapso en River, fue dirigido por Gabriel Perrone, quien valoró sus condiciones. “Es un delantero de los que no hay en el fútbol. Es zurdo y desde ahí marca una diferencia. Por lo general, también maneja el otro perfil. No lo veo parecido a otro delantero”, sostuvo su ex orientador en diálogo con Infobae.
Durante su etapa en River, el Flaco Gondou careció de oportunidades, no logró asentarse, y como Marcelo Gallardo tenía una sobrepoblación de delanteros en Primera, regresó a Sarmiento para tener más continuidad tras la finalización del vínculo. Lo que vino después es historia conocida: el atacante marcó 17 tantos con la camiseta del equipo de Junín en 85 encuentros, y nueve con la casaca del Bicho en 16 partidos en la Copa de la Liga Profesional pasada. Además, fue convocado por Javier Mascherano para integrar el Sub 23 argentino que sacó pasaje para los Juegos Olímpicos de Paris 2024, convirtiendo cuatro tantos en el Preolímpico de Venezuela.
– ¿Cuándo te surgió la oportunidad de trabajar en River Plate?
– En el 2019, cuando volví de Ecuador me llamaron de River para trabajar en las Divisiones Inferiores. Había nacido en el club e hice todas las formaciones. Me tocó trabajar con una camada de jugadores increíbles que ya estaban en el club. Cuando arribé, estaba el surgimiento del River de Marcelo Gallardo con un plantel enorme, de mucho talento, con Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Matías Kranevitter, todos chicos surgidos del club. Luego, empezó a aparecer la camada de Enzo Fernández, Lucas Beltrán, Julián Álvarez, Benjamín Rollheiser, un montón de jugadores que hoy están haciendo historia dentro del fútbol.
– ¿Qué función cumpliste?
– Fui entrenador de categorías. En el primer año entrené a la 2002 que tenía a Santiago Simón, Tomás Lecanda, Esteban Fernández. Luego, dirigí la Cuarta-Reserva que reunía a las categorías 99/00/01/02, que son los que están hoy en Primera División, y otros que se destacan en distintos clubes como Hernán López Muñoz, Rollheiser, Franco Paredes, Federico Girotti, Luciano el “Flaco” Gondou, que está en Argentinos Juniors y estuvo en el Preolímpico con Argentina.
– ¿Cómo viste a Gondou en el Sub 23 de Javier Mascherano?
– Anduvo muy bien. El Flaco es un delantero importante, con una talla interesante y con buena técnica. Cabecea bien y lo observé muy bien. Lo tuve en River cuando vino a préstamo desde Sarmiento de Junín. Llegó en el 2019, y lo tuve un tiempo. Siempre mostró ser un jugador que dentro del área se mueve bien y muy oportuno, inteligente. Sabe dónde ubicarse, y es un goleador interesante.
– ¿Por qué sólo estuvo un año y medio?
– Porque vino a préstamo por ese tiempo. Fue mediante un convenio que tuvieron ambos clubes. Cuando finalizó su préstamo, River contaba con muchos delanteros y decidió no quedárselo. Llegó a mediados del 2019 y se fue a fines del 2020.
– ¿Le costó la adaptación?
– Lo tuve durante el 2020 y no le costó la adaptación. Al contrario, es un jugador que siempre se mostró bien predispuesto. Hubo un problema contractual-legal que no me correspondía y sé que Sarmiento lo quiso tener en Primera y él decidió volver a Junín para aprovechar esa posibilidad. En River se adaptó muy bien y siempre mostró buenas condiciones.
– Cuándo llegó, ¿qué fue lo primero que viste en él?
– Es un delantero rápido y hábil. Su físico es lo que primero llama la atención. Flaco y alto, va bien de arriba. Se mueve como un delantero petiso de 1.70 metro pero mide 1.90. Tiene muy buena técnica. No es normal observar a un delantero de su talla que se mueva bien en el área, con muy buena técnica en el cabezazo. Le pega bien de zurda. Muy buen físico y talento.
– ¿Cuál es su fuerte?
– Es una conjunción entre su físico y la técnica que tiene. Es un delantero que en las alturas va a ganar por su talla. Pero, además, es un jugador que se mueve muy bien dentro del área, que anticipa al defensor y con buena técnica en el cabezazo. Es un chico que define bien; no es que patea al bulto. Es un delantero de buen pie, que tiene la virtud de definir bien.
– ¿Y su defecto a modificar cuál sería?
– Debe seguir perfeccionándose para aguantar la pelota de espaldas. Le cuesta pivotear e ir abajo del arco para ir en busca de distintos movimientos dentro del área. No es que no lo haga, pero podría mejorar el pivoteo para poder terminar bien la jugada.
– ¿Cómo es su personalidad?
– Es un delantero con mucha presencia. Si bien no es ampuloso en cuanto a mostrar su personalidad, sí es un futbolista al que le gusta tener la pelota y que se muestra predispuesto a pedirla. Como todo delantero, se molesta cuando no se la dan, pero siempre reacciona de la mejor manera. En un chico cero conflictivo, con buena personalidad para que le siga yendo bien; muy tranquilo. En River siempre se mostró muy correcto y compañero.
– ¿Cómo fue la estadía de Luciano en la pensión riverplatense?
– No fue un jugador de pensión, vivía solo fuera del club. Fue un chico correcto. No tuvimos un problema con él, todo lo contrario. Lo único que pasó fue que le costó atravesar la situación de la pandemia porque no podía conectarse para entrenar por Zoom. Estaba en su casa, en Reconquista, y por la falta de señal le costaba comunicarse, pero avisaba y trataba de participar.
– ¿Le tuvieron que dar contención por ser un chico del Interior alejado de su familia?
– No, se manejaba sólo. Es categoría 2001, de Quinta División, y la verdad que siempre se manejó muy bien. River en ese aspecto siempre tuvo la parte de psicología, la sigue teniendo. También, de asistencia, y a eso hay que sumarle lo que pueden hacer los entrenadores y profesores, y toda la gente que trabaja en el club que está continuamente en contacto con los juveniles. Pero en su momento no requirió contención extra.
– ¿Cuál es su posición natural en la cancha?
– Centrodelantero. En algún partido jugó detrás de un delantero en un torneo Sub 20 que se desarrolló en Brasil, donde también estuvieron Girotti y Rodrigo Castillo, un chico que hoy está en Gimnasia y Esgrima de La Plata. Los tres atacantes tienen las mismas características y había que acomodarlos un poco. Pero se adaptaron a cualquier posición. Luciano es un chico con muy buena técnica, que sabe enganchar, tirarse atrás, asociarse, jugar en sociedad. Así que me tocó ponerlo tanto de punta como de centrodelantero. También, compartió la delantera con Girotti y Castillo. Además, con Lucho Paz, que era categoría 2001.
– ¿Seguís teniendo relación con Gondou?
– Sí, casi siempre intercambiamos saludos por WhatApp. Es un chico agradecido y buena gente. No le pedí todavía una camiseta de la selección argentina, ni la de Argentinos Juniors, pero algún día se la voy a pedir, seguro.
– ¿Está para llegar a la Selección Mayor o todavía le falta un golpe de horno?
– Todavía no está para la Mayor, pero es un futbolista con un futuro bárbaro. Por ahora, tiene que ir amoldándose a Primera División y haciéndose un poco más fuerte. Sí tiene un recorrido bueno hasta ahora, pero seguramente seguirá creciendo y le llegará la oportunidad de la Selección Mayor.
– ¿A qué delantero lo ves parecido?
– Es un delantero de los que no hay en el fútbol. Es zurdo y desde ahí marca una diferencia. Por lo general, también maneja el otro perfil; no lo veo parecido a otro delantero. Tiene una talla importante y se mueve bastante bien. Tiene una muy buena movilidad. Estamos en presencia de un delantero distinto al resto. Es diferente a Lautaro Martínez, a Julián Álvarez, a Sebastián Driussi, Beltrán, Girotti, que tienen otras características. Cada uno tiene lo suyo, y Luciano tiene una frialdad diferente a la hora de definir, con un juego aéreo distinto. No le encuentro un parecido a otro delantero.
– ¿Tiene el ADN para jugar hoy en River?
– Sí. A pesar de que estuvo poco en el club, reúne las características de un delantero centro de los que habitualmente aparecen en River. Sabe tirarse atrás, jugar en sociedad, devuelve una pared, se perfila muy bien, termina bien las jugadas, puede habilitar a un volante que aparece de sorpresa. Es un delantero que tiene las características que exige River para jugar en Primera.
– ¿Qué decía Gallardo sobre Gondou cuando compartieron tiempo en River?
– No lo tuvo. A Luciano lo agarró la pandemia en el club y luego cuando estuvo a punto de subir a Reserva, regresó a Sarmiento de Junín. Así que no llegó a las manos de Marcelo, como sí Álvarez, Beltrán y Girotti. El Flaco decidió no continuar en River, por este motivo no lo tuvo Gallardo.
– ¿Se fue triste de River para volver a Sarmiento?
– En ese momento, Luciano lo que quería era jugar. Él priorizaba jugar sin importar el club. River no le dio lugar y regresó a Junín. El ex entrenador de Sarmiento, Mario Sciaqua, lo quería, lo conocía y lo pidió. Entonces, se fue tomando una decisión, porque después pasa el tiempo y las opciones se caen. Tomó una buena decisión porque le hizo bien para su carrera.
– ¿Ya está en condiciones de pegar al salto a Europa?
-Sí. A partir de ahora, luego de su participación en el Sub 23, jugará más seguido y las posibilidades le empezarán a surgir. Es un delantero que continuará su carrera en el exterior, sin dudas. Al ser conocido y haber jugado en la selección argentina, los scouting saben bien quién es hoy, y lo van a ir a buscar, porque los delanteros goleadores con buena técnica escasean y él tendrá su chance, seguramente.