Lisandro Catalán: “El Gobierno está en proceso de construir una fuerza política poderosa”

Lisandro Catalán
El funcionario habló sobre la situación en el Congreso (Jefatura de Gabinete)

Tras la aprobación de la Boleta Única en el Senado, el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, celebró el nuevo triunfo del oficialismo en el Congreso, pero cuestionó a la Unión Cívica Radical (UCR) por no acompañar al Gobierno en algunas de las iniciativas que se trataron y aseguró que La Libertad Avanza está “en proceso de construir una fuerza política poderosa” junto a otros espacios, como el PRO.

En una entrevista de la cual participó Infobae, el funcionario aseguró que este cambio en el proceso electoral, que ahora tendrá una revisión final en Diputados, “redunda en un beneficio en todo el sistema político y también para la ciudadanía”.

Además, explicó el trabajo de la mesa política para tratar de alcanzar acuerdos con la oposición y reconoció que el bloque libertario “no está exento de sufrir derrotas legislativas” al ser minoría en ambas Cámaras.

-¿Qué balance hace de esta semana con las victorias por el blindaje del veto, el tema de la Boleta Única, pero con derrota por el tema SIDE?

-Bueno, es la dinámica de de una Democracia, de la actividad parlamentaria. Yo creo que haber blindado el veto presidencial a la reforma previsional fue muy importante, porque, digamos, sostiene las políticas del equilibrio fiscal del Presidente. El Presidente tiene como uno de sus pilares fundamentales el ordenamiento de la macroeconomía y, para ello, el equilibrio fiscal, para poder desarrollar una economía que desate las fuerzas productivas, etcétera. Entonces, el haber podido lograr que el Parlamento no insista con ese proyecto es un tema crucial para el Gobierno.

Lo de ayer en el Senado, bueno, la Boleta Única es algo que me parece que redunda en un beneficio en todo el sistema político y también para la ciudadanía. El proyecto no fue presentado por La Libertad Avanza, fue un proyecto presentado por Cambiemos el año pasado, que venía con media sanción de Diputados y hace unos tres meses el Presidente nos dio la instrucción de que avancemos con el proyecto. Así que, después de una ronda de charlas con los distintos bloques y la adecuación también dentro de lo que es el Senado, de algunas modificaciones que tuvo el proyecto, se logró la sanción. Ahora tiene que volver a Diputados para que se expida por sí o por no, por las modificaciones que tuvo.

Después está el tema de la aprobación que tuvo la Ley de Financiamiento Educativo. Un poco lo mismo que con respecto a lo que es el tema previsional, si hay iniciativas del Parlamento que sean leyes pero que requieran un financiamiento extra de las posibilidades que hoy tiene el Estado nacional, el Parlamento tiene que decir cómo se financia. Eso no ocurrió. Yo creo que todos quieren pagarle más a los jubilados, todos queremos pagarle más a los docentes. Ahora, en este proceso de reordenamiento de la macroeconomía y de la economía en general, hay que ser muy cuidadosos y yo creo que el Parlamento tiene que ser responsable en ese sentido. Estos proyectos generan un gasto para el Estado y el Parlamento no nos dice de dónde se recauda como para poder solventarlo. Así que, todo proyecto que venga como iniciativa del Parlamento, me parece que tiene que prever eso.

-¿Y qué pasó con la parte de los fondos para la SIDE?

-Bueno. El Servicio de Inteligencia Argentino viene en un proceso de degradación desde hace muchas décadas, no solamente en lo que es su infraestructura tecnológica, etcétera, sino también se desvirtuó, me parece, en los últimos décadas y sobre todo en los últimos años, la actividad del Organismo de Inteligencia en el cumplimiento de los objetivos por los cuales el propio organismo fue creado. Ustedes saben que en los últimos años, el organismo de inteligencia argentino, que antes era AFI, tuvo sospechas de espiar políticos, espiar periodistas. Se desvirtuó un poco el funcionamiento en función de objetivos que no eran los objetivos propios de un servicio de inteligencia serio. Así que el Decreto presidencial de creación de la SIDE, Servicio de Inteligencia del Estado, con estas cuatro direcciones que comprendía el Decreto, también preveía un financiamiento para adecuar el organismo a las necesidades de un Estado que quiera brindar circunstancias de seguridad. La SIDE, cuando el Gobierno toma el 10 de diciembre del año pasado el control del Estado, la encontró así de desmantelada, sin personal calificado, con una desorganización interna muy importante. Y el Decreto presidencial lo que preveía es hacer un servicio de inteligencia moderno, con tecnología adecuada a los tiempos que corren y, sobre todo, enfocado no a cuestiones que no hacen a los fines inherentes del organismo, sino, primero, a prever cuestiones de seguridad exterior, prevención del terrorismo, etcétera, y segundo, también una fuerte actividad en lo que es la inteligencia interior, en el sentido de ser un organismo de prevención de los delitos federales complejos, como narcotráfico, trata de personas, etcétera. Así que, me parece que haber volteado el DNU de inteligencia sin que se haya citado al director del organismo, a la ministra de Seguridad, al ministro de Defensa, que son todas las áreas también comprometidas a lo que es la seguridad interior y exterior, me parece un acto de irresponsabilidad por parte del Parlamento.

Lisandro Catalán
Catalán también habló sobre la mesa política y la relación con la oposición

-Pero ustedes tenían certeza de que iba a pasar otra cosa. ¿Qué falló en la negociación política?

-No, eso no es una materia de negociación política. En la labor parlamentaria del día miércoles se había establecido que el orden del día en el Senado era Boleta Única y el Financiamiento Educativo. Después, en el inicio de la sesión de senadores del día de ayer, Unión por la Patria y el radicalismo, y no sé si algún otro sector, resolvieron introducir, sin avisarnos, el tratamiento del DNU. Así que, bueno, eso fue un día antes.

-El jefe del bloque radical estuvo reunido con ustedes y con el Presidente…

-El día miércoles tuvimos una reunión con el Presidente y presidentes de distintos bloques del Senado, pero no se trató específicamente el tema del DNU de inteligencia. Se habló de empezar a trabajar en una coordinación parlamentaria, en este caso con el Senado. Ya habíamos tenido también reuniones con los presidentes de bloques de diputados en este sentido, pero la reunión del miércoles fue un poco eso, que escuchen de primera mano, del Presidente, la vocación y la voluntad del Gobierno de tener una agenda con el Parlamento coordinada.

-Pero en este marco de tratar de acordar las políticas y de llevar una agenda en común, ¿cómo ven el hecho de que, en la primera votación después de esa reunión, el radicalismo haya votado en contra del Gobierno?

-Bueno, queda medio raro que hayamos tenido una agenda en función de eso, de coordinar una política parlamentaria, el día miércoles, y el jueves pase esto. Pero bueno, el Parlamento es un Poder independiente, toma sus propias decisiones y nosotros tendremos que seguir conversando y tratando de intentar establecer un vínculo más fluido con los distintos bloques del Parlamento y también tratando de persuadir en lo que el Gobierno cree que son leyes indispensables para el funcionamiento y el mejoramiento del Estado argentino.

-¿Qué medidas se tomaron en la mesa política a partir de algunas de las derrotas legislativas?

-Yo no diría que la mesa política se constituyó como consecuencia de derrotas legislativas, Uno, cuando ejerce la función de gobierno, tiene victorias y derrotas, y sobre todo nuestro Gobierno, que tiene minorías parlamentarias tanto en Diputados como en el Senado. No estamos exentos de poder tener derrotas legislativas. Así que, yo creo que eso no es para desesperarse ni nada. Lo importante es que el Gobierno tiene el liderazgo de un Presidente que tiene una fuerte convicción sobre cuál es el norte que tiene que tener la Argentina, lo que hablábamos hace un rato, ordenar la macroeconomía como un requisito fundamental para desplegar las fuerzas productivas genuinas de la Argentina. Sobre todo que las fuerzas productivas del interior, de las economías regionales, que empiecen a desarrollarse, un desarrollo económico genuino y no apalancado en herramientas de política económica como veníamos acostumbrados, que era la emisión monetaria o toma de deuda, que siempre termina distorsionando todo el sistema económico y redunda en un perjuicio para toda la sociedad. Entonces, la mesa política no surgió como consecuencia de una derrota parlamentaria. La mesa política y la coordinación política del Gobierno existe desde el primer día y tenemos como función tratar de coordinar con los distintos poderes del Estado y también generar consensos políticos para que el proyecto político del Presidente tenga éxito.

-¿Pero no faltaba conducción política e interlocutores fijos en materia política? Mismo que se involucrara el presidente. Se quejaban los opositores de que no había interlocutores claros.

-La puesta en marcha de un gobierno nacional siempre es compleja. Hay que tomar el control de los distintos organismos y sobre todo en nuestro caso, que no teníamos una experiencia de gobernar conjuntamente, todo el equipo de gobierno en el pasado. La puesta en marcha del Gobierno es un trabajo que no es sencillo, así que, en estos últimos ocho meses, del 10 de diciembre hasta hoy, es posible que hayamos tenido un proceso de organización interna donde estuvimos esperando también las herramientas legislativas, como la Ley de Bases, y es posible que no hayamos tenido toda la coordinación suficiente durante este período. En ese sentido, es posible que también la oposición haya sentido que no tenía interlocutores muy definidos. Bueno, pero yo creo que estamos en un proceso de coordinación desde hace un tiempo y esta mesa política, precisamente, le da una unidad de criterio y de interlocución con las distintas fuerzas políticas e inclusive de mucha más coordinación también en el funcionamiento administrativo del propio Estado nacional.

-Se habló de supuestas peleas o discusiones entre Guillermo Francos y Santiago Caputo. ¿Cuál es su visión? ¿Qué opina al respecto?

-No hubo, con toda honestidad, ninguna pelea, ni discusión, ni mucho menos. Es más, si se quiere, Santiago Caputo y Guillermo Francos tienen delimitados roles. Santiago Caputo es un asesor muy importante para el presidente; Guillermo Franco es el jefe de Gabinete, y claramente cuando uno ejerce la función del gobierno y el día a día, puede tener alguna visión distinta sobre un tema, se discute, se resuelve, pero me parece que también la opinión pública maximiza cuando sucede algo de esto. Me consta y doy fe, porque los veo trabajar todos los días. El jefe de Gabinete, que es el que tiene la responsabilidad de conducción de la administración del Estado nacional con los distintos colaboradores del Presidente tiene una muy buena relación. El caso de Santiago Caputo no es la excepción. Tienen una buena relación. Yo soy testigo de eso y trabajan todos los días en conjunto.

-¿Qué va a pasar con el decreto reglamentario de la Ley de Acceso a la Información?

-Nada. El Jefe de Gabinete, cuando asistió a brindar el informe en el Parlamento, viendo que había algunos cuestionamientos a cómo había sido ese decreto reglamentario, dijo que si hay alguna objeción, escucharemos. Si alguien observa o cree que hay algún tema inconstitucional, tendrá que acudir a la Justicia, etcétera.

-Pero la gente del PRO se fue de acá convencida de que iba a haber una mesa con técnicos para ver posibles cambios y, de hecho, fue María Ibarzábal a juntarse con ellos…

-Bueno, por eso, yo participé de esa mesa. Nos tocó participar en esa mesa con distintos miembros del Gabinete y lo que se manifestó fue que estamos dispuestos a escuchar y ver cuáles son los planteos de ellos.

-¿Pero a priori no va a haber cambios?

-No, no va a haber cambios. Si hay algún alguna cuestión que nosotros interpretemos que colisiona contra el derecho normativo, bueno, se verá en el sentido de que se tendrá que judicializar o si alguien hace un planteo judicial. Bueno, están vivas todas las las herramientas que brinda el Poder Judicial para hacerlo. Pero no es una decisión del Gobierno cambiarlo.

-De aquí hacia adelante, ¿esperan que haya una mayor coordinación con el PRO y el radicalismo, un mayor consenso para los proyectos que se vienen?

-Yo creo que, no por una intención nuestra, sino por la propia vorágine de poner en marcha el gobierno y toda la estructura estatal, por ahí no pudimos estar tan en contacto, sobre todo, con las fuerzas parlamentarias y hoy, ya que tenemos un gobierno coordinado y en funcionamiento a los distintos Ministerios, me parece que también es parte de nuestra corrección en la puesta a punto del Gobierno, tener una mayor coordinación y una mayor fluidez en la relación, no solamente con el PRO y con algunos sectores del radicalismo u otras fuerzas, sino con todo el sistema político y parlamentario. Así que, nuestra vocación es charlar con ellos y, si tenemos puntos de coincidencia para ir marcando una agenda parlamentaria en común, nosotros estamos abiertos a eso, claramente. De hecho, esta semana tuvimos reuniones con el bloque del PRO y del MID. Después tuvimos con cinco diputados radicales y con los presidentes de bloques del Senado. Así que, estamos en ese proceso de interrelación con el Parlamento.

-¿Qué respuestas les dan a los gobernadores por los reclamos, por ejemplo, de cajas jubilatorias, las obras que no se reactivaron y los convernios que se firmaron para reactivarlas?

-Cuando nosotros nos hicimos cargo del Gobierno, obviamente lo primero a lo que nos abocamos fue a ver el estado de situación de todas las áreas del Estado. En el caso de la obra pública, se hizo un trabajo muy arduo por parte del Ministerio de Economía, de Obras Públicas y de los distintos organismos que dependen de ellos en un cuadro de situación real. Y la verdad es que encontramos desprolijidades importantes. Primero, que las obras ya estaban paradas, desde el año pasado había certificados de avance de obra que no se pagaban desde julio o agosto del 2023. Segundo, había más de 5000 obras, de las cuales algunas no tenían ningún sentido que un gobierno nacional lleve adelante. Para poner solo un ejemplo que nos llamó la atención, el techado de una pileta municipal. Eso no es una obra que tenga que encarar un gobierno nacional. Una vez que se hizo todo ese inventario, nosotros convocamos a los gobernadores para ponernos de acuerdo en una agenda común sobre lo que son las obras nacionales y se hizo de común acuerdo. Se firmaron 21 convenios con 21 provincias y se establecieron prioridades que fueron por distintos parámetros, por el grado de avance de la obra, por la importancia estratégica que tenía para la infraestructura nacional o provincial, y se establecieron de común acuerdo con los gobernadores cuáles eran las obras que iba a reactivar la Nación y cuáles se transferían a las provincias. El proceso de reactivación de obras no es tan sencillo. No es que uno firma un convenio y al día siguiente ya está la obra reactivada. Estamos en el proceso de ver el tema de los estados de deuda. Hubo empresas adjudicatarias que estaban concursadas, entonces, poner en marcha todo el sistema que se comprometió la nación de obras públicas no se hace de un día para el otro. Estamos en eso. Hay muchas obras que ya se reiniciaron. De hecho, yo estuve hace 20 días en Salta, por ejemplo, recorriendo con el gobernador una planta de tratamiento, la semana que viene voy a ir a Tucumán también para ver tres o cuatro obras importantes.

Lisandro Catalán
«Hay muchas obras que ya se reiniciaron», aseguró el vicejefe de Gabinete

-¿Cómo quedó el tema de la coparticipación con la Ciudad de Buenos Aires, que venía reclamando el pago de la deuda?

-Bueno, ahí se dio la firma de un convenio, dándole cumplimiento al fallo de la Corte y el flujo se está cumpliendo. Creo que hay un reclamo de la Ciudad por el stock de deuda pasada. Bueno, se cumplirá también con el stock de deuda que venía del gobierno pasado. No es tan sencillo de cumplir. Y me imagino que el ministro Caputo con el jefe de Gobierno de la ciudad, están avanzando en ese sentido. Siempre las soluciones a este tipo de cuestiones tienen que ser conjuntas y si hay una imposibilidad de cumplimiento, no es por falta de voluntad, sino porque hay una imposibilidad material de cumplimiento. Y yo creo que eso tiene que ser comprendido, no solamente por el Estado nacional, sino por también por todos los gobiernos provinciales, municipales, etcétera. Así que, están avanzando en eso.

-¿Se tiene que revisar el sistema de coparticipación?

-Yo tengo una posición personal en eso. Yo creo que la Argentina y la Constitución del 53, tal cual la ideó Alberdi, establece un país con una organización federal y donde se preveía bien cuáles eran las potestades de recaudación impositiva de las provincias y de la Nación. En las primeras décadas del siglo pasado, se fue distorsionando ese sistema y hoy tenemos un sistema de coparticipación donde, básicamente, se puede resumir en que hay un gran recaudador, que es el Estado Nacional. Las provincias tienen un sistema, si se quiere, casi residual de coparticipación, y eso trajo aparejado una distorsión del sistema federal, no solamente económico, sino también político, porque eso genera falta de libertad para las provincias. Y me parece que el presidente Milei tiene una mirada muy federal del país. Él entiende que las provincias tienen que ser conductoras de su propio destino, y para eso tienen que tener políticas y agudizar la imaginación para llevar adelante políticas que sean atractivas para las inversiones, no hay otra forma de que las provincias vayan recuperando sus potestades de recaudación y planifiquen también su propio gasto, porque cuando uno centraliza toda la recaudación, eso genera un sistema político distorsivo, donde si hay un gobierno arbitrario nacional, les reparte obras o recursos discrecionales a las provincias amigas y a las provincias que no son amigas, no les reparte nada. Entonces, eso genera un sistema centralista y de dependencia política. Me parece que eso la Argentina lo debe reconfigurar e ir pensando un sistema más federal de impuestos.

-¿Ve al final del camino una confluencia electoral con los diferentes partidos que pasaron esta semana por Casa Rosada?

-Hay una vocación de que todas las fuerzas políticas que coincidan con la visión del Presidente y de lo que plantea el Presidente van a ser bienvenidas para trabajar junto a nosotros en una visión de país. Me parece que el presidente Milei rompió un poco lo que son las estructuras estancas de los partidos políticos y él plantea una visión de país y en eso, el Presidente y La Libertad Avanza son generosas. ¿Cómo se plasma eso en concreto en un proceso electoral? Habrá que verlo lugar por lugar. No solamente el PRO o sectores del radicalismo, hay otras fuerzas, fuerzas provinciales también, que demuestran vocación de trabajar con nosotros. Así que, me parece que nuestra responsabilidad es formar una fuerza política con una visión moderna del país como la que plantea el Presidente para que vuelva a desplegar todas sus potencialidades de desarrollo económico y social. Así que, bueno, yo no tengo dudas que que estamos en proceso de construir una fuerza política poderosa.

-¿El Presidente se está involucrando más en la política?

-Yo tengo una visión muy personal sobre eso, yo creo que el Presidente es un economista reconocido, pero también creo que es un político. Por ahí no es un político tradicional, pero él, con sus planteos disruptivos, no solamente logró ganar una elección, sino que logró reconfigurar o están reconfigurando el sistema político argentino, que venía muy castigado hace muchos años. Así que, más allá de participar o no en una reunión, yo creo que el Presidente hace un planteo, no solamente económico, sino político. Y seguramente él va a ir adecuando su presencia en las reuniones cuando lo considere necesario.

-¿Cómo ve el conflicto con Aerolíneas Argentinas y los gremios?

-Me parece que eso forma parte de un concepto general del Gobierno. Nosotros percibimos que la gente está muy cansada. No es el Estado, no es una empresa del Estado que quede rehén, sino es la gente queda rehén de este tipo de maniobras de sindicalistas que se despreocupan por el funcionamiento de la empresa y por el funcionamiento de un servicio público esencial como es el servicio aéreo y adecúan su accionar en provecho propio o sectorial. Me parece que el Presidente y el Gobierno demuestran una decisión irrevocable de torcer este tema cultural que está muy arraigado en la Argentina y el Gobierno va a tomar todas las medidas que sean necesarias para que la gente no quede rehén de especulaciones sectoriales o, en este caso, de algún sector sindical de una empresa.

-¿Al Gobierno cuánto le preocupa quedarse sin presupuesto otra vez?

-El domingo el Presidente va a exponer. Va a hacer un planteo de lo que va a ser el presupuesto nacional para el 2025. Obviamente, ese presupuesto va a estar bajo la premisa también de un equilibrio fiscal y va a mandar el proyecto para que lo trate el Parlamento, como corresponde. Apelamos a la responsabilidad del Parlamento en su tratamiento.

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