Las cartas parecen jugadas y se aceleran los tiempos de cara a la sesión que busca llevar adelante La Libertad Avanza el próximo martes, con el fin de lograr la media sanción de la Ley Ómnibus.
El proyecto, que contiene más de 500 artículos, es revisado en su totalidad por los bloques de la oposición, que hicieron llegar a los representantes legislativos del gobierno todas las disidencias, dudas y pedidos de modificaciones.
Durante la mañana llegó el documento final con todos los cambios propuestos. Es el texto que se llevará al recinto el próximo martes o al menos esa es la intención del oficialismo.
El proyecto tiene finalmente 387 páginas y establece los artículos con las modificaciones que se conversaron con la oposición dialoguista. Ahora llegó el momento de que los bloques de la Unión Cívica Radical y de Hacemos Coalición Federal controlen si lo acordado quedó plasmado en la propuesta final.
A esto se le suma que estos bloques que firmaron el dictamen, junto a los diputados del PRO, lo hicieron en disidencia. Entonces terminarán de enfocarse en las modificaciones. “Hoy tenemos cuatro reuniones de bloque por temas y títulos de la ley”, explicó una fuente del radicalismo. “Hay que prepararse para la sesión que va a ser muy larga”, agregó.
Las estimaciones indican que, en el contexto en el que se desarrollaron las conversaciones y la extensión del proyecto, la sesión podría llegar a durar hasta tres días. Es por eso que ahora tienen que trabajar en un nuevo proceso, que es el “guión” de la sesión. Es decir, cómo se van a ir introduciendo cada uno de los cambios en el articulado, si se va a leer y votar por bloque de artículos o por capítulos. Todo esto es lo que se plasmará el próximo lunes cuando se realice la reunión de Labor Parlamentaria, el encuentro en el que los presidentes de cada uno de los 14 bloques que hoy tiene la Cámara de Diputados acuerdan cómo será la sesión.
Las negociaciones no fueron simples y esto generó que en la oposición dialoguista entendieran que buena parte de las reuniones fueron una pérdida de tiempo y, como consiguiente, una pérdida de paciencia y de confianza. Es por eso que los asesores de los bloques están por estos días armando un nuevo semáforo, pero esta vez los colores significan diferentes cosas.
El nuevo indicador lo que muestra es artículo por artículo en donde el que está con color verde es aquel que se acompañará, el amarillo es en donde se establecieron modificaciones pero aún hay que modificar parte del texto y aquellos que están en color rojo son los que no se modificaron y no se acompañan en la votación en particular.
Ayer la Casa Rosada decidió retomar las riendas de las negociaciones y mandó al Congreso al vicejefe de Gabinete de la Nación, José Rolandi, quien se instaló en el despacho del presidente de la Cámara Baja, Martín Menem, y llevó adelante las negociaciones con parte de la oposición dialoguista. El otro encargado de encabezar reuniones fue José Luis Espert.
En esos encuentros se avanzó en algunos puntos pero no están del todo cerrado. Uno fundamental es la coparticipación del blanqueo de capitales,. En un principio lo recaudado iba a ser coparticipable, pero en el medio de las negociaciones el Gobierno decidió que se iba a utilizar para financiar al Banco Central. En las últimas horas el Ejecutivo decidió volver al esquema original y el debate parece haberse saldado ya que el Javier Milei y su equipo busca tentar a los gobernados que vienen quejándose por los fondos.