La ley ómnibus comenzará a discutirse en Diputados el miércoles desde las 10 horas, tras un pedido realizado este lunes por el titular del oficialismo, Oscar Zago, junto a otros 10 legisladores de la Libertad Avanza. El mismo fue ratificado y formalizado por el secretario parlamentario de la Cámara baja, en medio de frenéticas negociaciones entre libertarios y la oposición no kirchnerista por un conjunto de artículos que aún no tienen los votos ser avalados en el recinto.
Con el fin de ordenar la sesión el presidente de Diputados, Martín Menem, moderará mañana una reunión de Labor Parlamentaria junto a todos los jefes de bloque para intentar organizar un debate que, se estima, duraría más de 30 horas. Se espera que dicho cónclave ocurra durante la tarde.
Los legisladores más experimentados en el Congreso temen un inicio de sesión complejo. Algunos creen que la oposición kirchnerista y la izquierda podrían exigir, por lo traumático que fue el devenir del dictamen, que el mismo vuelva a comisiones. Eso precisaría una mayoría simple.
El oficialismo se encuentra este lunes frente a una jornada definitoria en cuanto a la ley. Las negociaciones incluyen a los bloques del PRO, más alineado con el último texto ofrecido por el Gobierno; la Unión Cívica Radical (UCR), que todavía advierte sobre varios artículos y trata de frenar una feroz interna que deja mal parado a su jefe en la Cámara baja, Rodrigo de Loredo; y Hacemos Coalición Federal, que deslizó muchas dudas sobre la últimas redacción.
Muchos diputados también están atentos a la reunión que gobernadores mantendrán esta tarde, en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), desde las 19 horas. Tras desguazar la ley ómnibus y forzar el retiro de la ley sobre Ganancias, los mandatarios provinciales quieren recuperar fondos que quitó el Gobierno anterior y direccionan la mira al impuesto PAIS.
Hay un punto importante que la oposición “dialoguista” está a punto de dinamitar: el capítulo sobre privatizaciones. Lo que se inició como observaciones sobre cuatro o cinco sectores en uno de los anexos se diseminó hacia mayores reclamos de diferentes gobernadores. Ante un escenario delicado y críticas desde el radicalismo y Hacemos Coalición Federal, se piensa en no acompañar dicho capítulo.
El proyecto también tendría un serio inconveniente con las facultades delegadas. A pesar de los guiños activados por el Gobierno y la baja de las mismas a siete, la interna de la UCR convertiría al primer artículo de la iniciativa en un riesgo.
“Siempre vamos a bregar porque se vote de forma unificada, sabiendo que somos un partido en donde lo que nos caracteriza por excelencia es que tenemos una postura democrática y siempre hay miradas, semánticas, posiciones distintas. En lo más importante, en lo más relevante, en darle los instrumentos a un gobierno que recién asume, anhelo y espero, y estoy trabajando para eso, para que el radicalismo vote de forma unificada”, aseguró De Loredo este lunes.
Al último semáforo presentado por La Libertad Avanza, las zonas amarillas en revisión apuntan, además de las mencionadas, al régimen de pesca, biocombustibles, transición energética, divorcios y contratos. Estos puntos son los que algunas bancadas dialoguistas -en especial, Hacemos Coalición Federal- no están dispuestas a acompañar y, por ende, penden de un hilo.
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