Este último domingo, poco antes de las 2 AM, un chico de 15 años y su hermano de 14 fueron arrestados por personal de la Comisaría 9° de La Plata por el delito de tentativa de hurto. La mecánica es la típica para los menores en situación de calle que deambulan por el centro de la capital provincial: levantan una persiana y entran, para llevarse lo que puedan. Así, M. y J., según la acusación en su contra, violentaron el ingreso a un kiosco en la esquina de 1 y 69 para llevarse 41 mil pesos que había dentro de la caja.
Un llamado al 911 los delató. Así, un patrullero de la Comisaría 9° de la Policía Bonaerense se los llevó, con una causa en su contra a cargo de la UFI de Menores N°3. Son inimputables, dada su edad. M. y J. salieron de su celda poco antes de las 6 de la mañana, cuando fueron retirados por la Dirección de Niñez y Adolescencia del municipio.
Arrebatar 41 mil pesos de una caja registradora, en todo caso, es una mejora en los botines de los hermanos. El 27 de junio, un grupo de policías de la Comisaría 1° detuvo a los hermanos junto a otro chico de 14 por romper a patadas la puerta de un local abandonado y robar un kiosco, también por la noche en el centro platense. Esa vez, se llevaron un paquete de galletitas. Dos días antes del robo de las galletitas, M. y J. cayeron por otro intento de hurto en otro local similar, ubicado en la esquina de 7 y 46. No robaron siquiera galletitas. Se fueron con las manos vacías.
Botín o no, los hermanos, que suelen pasar las noches en un galpón de la diagonal 80, con su padre y madre identificados por la Justicia, salieron en cuestión de horas. Así, se repite la historia, idéntica a la de tantos otros menores de edad de la capital platense, chicos presos por hurtos nocturnos que entran y salen, una y otra vez: en lo que va del año, según registros oficiales, M. y J. ya registran 18 arrestos entre ambos en lo que va de 2024. El de 14 cayó 9 veces; el mayor, 9 también.
No siempre delinquen juntos: J., el menor de ambos, fue arrestado cinco días antes de su raid de kioscos en junio junto a un joven de 21 años oriundo de Ensenada por robar una riñonera que contenía 122 mil pesos en un bar de la calle 7, hecho cuyo video de cámara de seguridad ilustra esta nota.
“Detenemos a chicos así todas las noches, por los mismos delitos. Rompen vidrieras para robar comida, saquean kioscos, entran en edificios y casan y se llevan bicicletas, motos. Entran y salen. Muchos están en situación de calle”, asegura una fuente policial de alto rango en la zona, chicos analfabetos que juegan en una liga del delito platense donde se mezclan motochorros, escruchantes de casas y especialistas en entraderas, cafishos y transas de cocaína.
Así, de acuerdo a las últimas estadísticas de la Procuración bonaerense, los expedientes en el fuero de menores por robos y hurtos subieron fuertemente entre 2022 y 2023: 41,8 y 42 por ciento respectivamente, con robos a mano armada un 31 por ciento, casi 700 hechos entre los tres rubros.
Estos números superan ampliamente a los de, por ejemplo La Matanza, con rateros como “Los Hermanos Macana”, de 15 y 16 años, en situación de calle, que superan las 40 caídas a comisarías por hechos de este tipo.
Las causas en el fuero juvenil platense aumentaron un 16,5 por ciento en 2023 con respecto al año anterior, 2637 causas el año pasado:. Sin embargo, la violencia extrema no parece ser la marca. Los expedientes por homicidios y tentativas de homicidios bajaron un 31 por ciento, dos asesinatos y once intentos. Las causas por violación descendieron un 44 por ciento.
