“Non chi comincia ma quel che persevera” (No el que empieza, sino el que persevera), es el lema del buque escuela Amerigo Vespucci, el más antiguo y “hermoso” en servicio de la Marina Militar italiana, que hará escala mañana en el puerto de Buenos Aires, como parte de su gira mundial 2023-2025 y se quedará hasta el 21 de marzo. Se trata de su segunda visita, después de 70 años. Llamada así en honor al célebre navegante por quien nuestro continente fue bautizado América, fue construida en el Regio Cantiere Navale de Casatellammare di Stabia, en Nápoles y botada un 22 de febrero de 1931.
Además de poder realizarse una visita al buque escuela, la Embajada de Italia, junto con la Agregaduría de Defensa, el Consulado General de Italia en Buenos Aires, el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires y la Agencia ICE, organizaron una serie de actividades para conocer más sobre sus casi 100 años de historia bajo el nombre “El mar que nos une”. Entre ellas se destacan la exposición organizada por el Consulado General de Italia, en colaboración con el Museo Nacional de la Emigración Italiana, bajo el nombre “Mis raíces están aquí – Experiencia inmersiva sobre la emigración italiana y una muestra fotográfica llamada Amerigo Vespucci: “la nave più bella del mondo”, presentada por el Instituto Italiano de Cultura en Buenos Aires que reúne 40 obras realizadas por dos prestigiosos fotógrafos italianos: Maki Galimberti y Massimo Sestini, que será inaugurada el 20 de marzo en el Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151), a las 18 horas con entrada libre y gratuita y se podrá ver hasta junio en la Sala 607 del mismo centro cultural. Quien quiera ver un anticipo de la muestra podrá hacerlo del 18 al 20 de marzo en Dársena Norte, Av. Antártida Argentina 1335.
En diálogo con Infobae, Maki Galimberti, que viajará a Buenos Aires para la inauguración, contó su experiencia en el buque escuela y también habló sobre su trabajo como retratista y logros profesionales. El artista nació hace 53 años en Milán e inició su carrera a los 18 como fotógrafo de gráfica periodística. Es autor de cientos de reportajes y portadas sobre todo de Época y Panorama y a partir del 2000, se consagró como retratista de celebrities, escritores, políticos, con una fuerte presencia en las portadas de revistas italianas e internacionales más importantes, como Newsweek, El País, Time, Vanity Fair, Sette.
Actualmente, Maki es embajador de las cámaras fotográficas Sony y autor de numerosas campañas publicitarias y sociales. Entre sus retratos más destacados figuran los de Paul Auster, Eros Ramazzotti, Martin Scorsese, Paulo Dybala, actrices, modelos italianas bellísimas así como soldados, migrantes desesperados y refugiados. Un fotógrafo sensible a la belleza, pero también al dolor. Él suele definirse como un “killer sin arma”.
El barco más hermoso del mundo
Cuenta la historia que en 1962 la fragata Amerigo Vespucci se ganó el mote de “La più bella del mondo” al cruzarse con un portaaviones norteamericano en el Mediterráneo. Según las normas de navegación, los buques más grandes tienen prioridad sobre los más pequeños, por lo que el portaaviones pidió al velero que se identificara mediante señales luminosas. Desde el barco respondieron: ‘Buque Escuela Amerigo Vespucci, Armada Militar Italiana’, a lo que el comandante estadounidense respondió: “Eres el barco más hermoso del mundo”.
Entre 1931 y 2023, el Amerigo Vespucci realizó 87 campañas de instrucción para cadetes de la 1ª Clase de la Academia Naval. Actualmente, su tripulación, que fue retratada por el Galimberti en medio de sus actividades, está compuesta por 264 soldados, entre ellos 15 oficiales, 30 suboficiales, 34 sargentos y 185 cabos y marineros.
—¿Cómo se inició este proyecto? ¿por qué decidiste “embarcarte”?
— En realidad, fue iniciativa mía. Me fascina la mezcla de concreción y estética de quienes viven y trabajan en el mar. Una periodista de larga trayectoria Carla Bardelli de Livorno promovió una exposición en su ciudad con mis retratos, pero no fue hasta que Massimo Sestini, uno de los mejores fotoperiodistas de la actualidad, aceptó mi propuesta de combinar mis fotografías de la tripulación con sus tomas magistrales de la nave durante la navegación que el proyecto tomó forma. La Municipalidad de Livorno invirtió en un montaje expositivo de gran impacto. Para mí es, ante todo, una historia de amistad y estima entre fotógrafos, de la que me siento orgulloso.
Massimo Sestini, la dupla en este trabajo en altamar, fue ganador del World Press Photo 2015, en la sección Información general, colabora con las revistas más prestigiosas del mundo, como Time o Le Monde. Para este trabajo en particular fotografió la embarcación desde posiciones y situaciones estratégicas, como desde helicópteros y aviones de la Armada Italiana. Y el Amerigo Vespucci tenía para darlo todo con sus 101 metros de extensión y 26 velas de lona gruesa cosidas a mano. Es considerado una auténtica obra maestra de la excelencia náutica italiana en el mundo. “Contiene en sí mismo, lo mejor de las tradiciones marítimas y todos los símbolos que representan la cultura italiana”, explican desde el Instituto Italiano de Cultura. Su casco blanco y negro, con ojos de buey que recuerdan a las baterías de cañones de los barcos del siglo XIX, tiene frisos de proa y arabescos de popa en oro puro, velas de lona, cuerdas de material vegetal y madera súper brillante. En la proa lleva la imagen del explorador marítimo italiano y cosmógrafo que le dio nombre, el legendario Amerigo Vespucci, Américo Vespucio, en español. El navegante nacido en Florencia y naturalizado castellano en 1505, participó en al menos dos viajes de exploración al Nuevo Mundo.
La escala en Buenos Aires del buque escuela corresponde al inicio de la segunda fase de la Gira mundial que comenzó el 1º de julio de 2023 desde el puerto de Génova y que recorrerá 3 océanos, 5 continentes y 31 puertos para culminar en 2025. Más información de la gira en https://tourmondialevespucci.eventimarina.it/ y la agenda completa de las actividades pueden ser consultada en la Web del Instituto Italiano de Cultura https://iicbuenosaires.esteri.it/es/
— ¿Navegaste para hacer las fotos? ¿Hiciste algún recorrido?
— Cuando hice mis retratos, la Vespucci aún no habían partido de gira mundial, solo hice una navegación corta cerca de La Spezia, pero fue igualmente emocionante.
—¿Qué fue lo que más te gustó de la nave più bella del mondo?
— Admito que elegí un tema muy, muy fácil, cada foto parece una escena de una película. Subir a lo alto del mástil fue inolvidable para mí, un punto de vista único, ¡pero qué miedo!
— ¿Cómo viviste el clima de camaradería con la tripulación?
— La Vespucci parece un mundo aparte, lo que más me fascinó, más allá de la belleza atemporal del barco, es el sentimiento de unidad entre hombres y mujeres más allá de la condición de género.
Maki se formó en el mundo editorial, donde publicar fotos de portada significa el máximo reconocimiento. El más prestigioso, de esas revistas que en Europa llenan los quioscos con casi exclusivamente rostros. “El retrato es ahora para mí una pasión y una investigación personal, pero debo admitir sinceramente que al principio fue una evolución “darwiniana” de adaptación al mercado”, expresó.
— También sos un fotógrafo lo que se dice “todoterreno”. Podés hacer fotos de moda, de artistas y también fotografiar las arrugas de un anciano y refugiados. ¿Qué es lo que une estos mundos que suelen estar divididos?
— La verdad es que mis sujetos son, a su manera, todos protagonistas de nuestra sociedad por su talento, belleza, rol o simplemente por su existencia. Poder retratar a las personalidades más magníficas y a las más humildes es una gran lección para mí.
— ¿Qué debe tener un retrato para que funcione más allá de la temática?
— El mayor poder de la fotografía es la capacidad de captar una acción, pero en el caso de un retrato sólo se produce el encuentro entre sujeto y fotógrafo, sólo el reconocimiento de esta ficción, además de una buena técnica, ayuda a obtener un resultado honesto. En mi opinión, un retrato tiene éxito cuando despierta curiosidad sobre los pensamientos del sujeto.
— ¿Cuándo descubriste su vocación? ¿Recordás alguno de los primeros retratos que te haya provocado satisfacción y decir… esto es lo que quiero.
— Empecé a hacer retratos para las portadas de periódicos populares desde muy joven, pero el retrato del que presumo ante mis amigos en el bar es el del escritor Paul Auster, elegido como foto oficial por la editorial estadounidense e italiana.
— ¿En qué parte de Italia naciste? ¿Cuál fue tu primera cámara? ¿Quién te la regaló?
— Soy muy milanés, pero tuve un hijo con una romana, mi padre me regaló cuando era adolescente una Pentax K1000, que para mí era poco más que un juguete.
— ¿Cuáles fueron sus primeros trabajos antes de ganarte la vida como fotógrafo?
— Empecé a los 18 como auxiliar en una agencia de fotografía de noticias, era mi escuela, comenzando en el cuarto oscuro y convirtiéndome en fotógrafo de noticias de mi ciudad, fotografiando eventos deportivos, política, crímenes, conciertos musicales.
— ¿En qué momento te convirtiste en un fotógrafo famoso? ¿Eso te jugó a favor o en contra a la hora de fotografiar?
— Me gusta pensar que mis fotos son conocidas en el mundo del star system, en el mercado publicitario y editorial, eso ayuda.
— ¿Me contás hace cuánto estás de gira para presentar las fotos?
— Esta en Buenos Aires es mi primera vez.
— ¿Ya conocés Buenos Aires? ¿Te gusta? ¿Vendrás con tu cámara? ¿A qué argentino te gustaría retratar y en qué situación?
— ¡Estoy feliz de volver! Estuve allí hace 15 años y ¡lo extraño! Vengo armado, acepto sugerencias sobre a quién apuntar mi cámara.
Los trabajos de Maki Galimberti pueden verse en su cuenta de Instagram oficial @makigalimberti.