La historia narco de Rosendo, acusado de llevar en lancha a la banda que cavó el túnel en San Isidro

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Alejandro Israel Rosendo López, alias «Jony»

Alejandro Israel Rosendo López, alias “Jony”, se convirtió el jueves pasado en el primer detenido en la causa que investiga el túnel cavado para robar un banco en San Isidro. La DDI de San Isidro de la Policía Bonaerense lo rastreó y lo capturó en la zona de islas de Ibicuy, en Villa Paranacito, Entre Ríos, con su bote en la orilla. Lo acusan, básicamente, de ser el lanchero de la banda, de supuestamente llevar por agua hacia Uruguay a los hampones que horadaron la tierra bajo la calle Chacabuco.

“Jony”, así, fue trasladado a los tribunales de San Isidro, para ser indagado por los fiscales del caso, Patricio Ferrari y Carolina Asprella. Efectivamente, declaró: fuentes del caso adelantaron que su testimonio fue explosivo, con implicancias para el resto de la investigación. Sin embargo, los detalles de su testimonio se mantienen bajo estricta reserva hasta ahora.

En todo caso, su nueva acusación se condice con su historia criminal. El 11 de julio de 2019, el Tribunal Federal N°5 de San Martín lo condenó mientras estaba preso en el penal de Marcos Paz a cuatro años y seis meses de cárcel por operar como lanchero también, llevando droga de una orilla a la otra, el delito de transporte de estupefacientes, con una pena que vencería el 6 de marzo de 2023.

En esa causa, según el fallo de su condena “el día 7 de septiembre del año 2018, con destino incierto pero presumiblemente fuera del territorio nacional –más precisamente a la República Oriental del Uruguay-” llevó once kilos y medio de cocaína a bordo de una lancha identificada como “Coqueta II”, disimulados dentro de una lata de aceite de motor. Prefectura lo sorprendió mientas se encontraba en el arroyo Patiños, cerca del Puerto de Frutos de Tigre, Tras abordarlo, comenzó la requisa. Junto a él viajaba un uruguayo de Canelones, que llevaba un fajo de dólares falsos.

Otras historias del Delta lo complicaron en el caso. Un oficial de Prefectura de la Delegación Inteligencia Criminal Guazú Guazucito declaró que la dependencia “había tomado contacto con diversos pobladores y vecinos de la isla” en enero de 2018. quienes señalaron que López y otro hombre, otro uruguayo cuyas iniciales son R.Z.W, recibían “una suma dineraria en dólares a cambio de efectuar traslados de bultos que contendrían pintura, cigarrillos y –según los isleños- drogas; con detalle sobre los lugares, días y medios de transporte en los cuales ello ocurría”.

Una patrulla de Prefectura también se los cruzó en comercios de las zonas isleñas, donde pagaban en dólares, solo cash. Si la plata era verdadera o no, es otra historia.

Así, se abrió una causa en su contra a cargo de Sandra Arroyo Salgado. La inteligencia en su contra reveló movimientos de heladeras portátiles, conservadoras. Le plantaron un infiltrado a Lópéz, un agente revelador. Así, Rosendo relató un poco de su negocio. Lo vigilaron más de cerca todavía. El uruguayo de Canelones, según su condena, viajó hasta Villa Fiorito para buscar la droga y finalmente cargarla en la zona del Puerto de Frutos.

Alan Rodríguez tras ser detenido en Montevideo
Alan Rodríguez tras ser detenido en Montevideo

La pista uruguaya también es parte de la investigación por el robo al túnel. Un día después de detener a Rosendo, arrestaron en Montevideo a Alan Daniel Rodríguez: fuentes policiales aseguran que está vinculado a la barra del club Nacional.

Las huellas de Rodríguez fueron halladas en el galpón que la banda usaba como base, ubicado sobre la calle Chacabuco, un ex taller mecánico desde donde la banda cavó el túnel y donde se hallaron sus herramientas. La División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones del Departamento Interpol de la PFA, que recibió el pedido de apoyo de los fiscales del caso, publicó el jueves pasado la circular roja en su contra.