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El canadiense Tyler Mislawchuk protagonizó una de las historias más llamativas durante los Juegos Olímpicos de París 2024 al revelar que vomitó 10 veces tras finalizar la prueba de triatlón. El deportista, que arribó en novena posición, tuvo que atravesar un duro calvario durante el último tramo de la competencia, que incluyó 1,5 kilómetros de natación en el río Sena, 40 de ciclismo y 10 de carrera. “¿Vomité una vez? No, vomité 10 veces… Los últimos cuatro kilómetros fueron mortales y empecé a encontrarme mal y a tener mucho calor”, reconoció en declaraciones reproducidas por el diario Marca.
La competencia de triatlón se desarrolló con una temperatura de 30 grados Celsius (86 grados Fahrenheit), lo que incrementó notablemente el nivel de dificultad para los participantes. Además, las difíciles condiciones del río Sena tras las lluvias recientes en París no ayudaron a los competidores. Tres días antes del compromiso, la mala calidad de las aguas del Sena generó una amplia controversia sobre su idoneidad para la prueba. Los análisis bacteriológicos arrojaron que los niveles de escherichia coli (E. coli) y estreptococo superaban los límites sanitarios, aunque finalmente se autorizó el nado tras nuevas valoraciones.
Tyler Mislawchuk señaló que haber concluido la prueba pese a las adversidades fue todo un triunfo para él: “Di todo lo que tenía. Venía de romperme el talón de Aquiles, traumatismos y esguinces… Y llegué hasta el final”.
La natación en el río Sena quedó en el centro de la polémica al punto de ser pospuesta, debido a que la suciedad en sus aguas superaba los niveles permitidos. No obstante, los análisis bacteriológicos posteriores dieron luz verde y permitieron a los triatletas nadar en condiciones aceptables. Este episodio generó preocupación tanto en los deportistas como en los organizadores del evento, quienes estuvieron bajo presión para garantizar la seguridad de los competidores.
Incluso, en medio de la incertidumbre y las postergaciones, se desarrolló una reunión de la que participaron representantes de la organización de París 2024, de la federación de triatlón y sus delegados técnicos y médicos, el Comité Olímpico Internacional, además de actores de Météo France -servicio de meteorología-, de la ciudad de París y la prefectura de la región Île-de-France implicados en la realización de controles de calidad del agua, en pos de garantizar “la salud de los competidores”.
“Lamentablemente, fenómenos meteorológicos ajenos a nuestro control, como la lluvia que cayó sobre París los días 26 y 27 de julio, pueden alterar la calidad del agua y obligarnos a posponer la prueba por razones sanitarias. A pesar de la mejora de la calidad del agua en las últimas horas, los valores en algunos puntos del recorrido de natación siguen estando por encima de los límites aceptables”, fue el argumento detrás de las dilaciones.
Mislawchuk no fue el único que sufrió las consecuencias de las condiciones extremas. Alex Yee, el triatleta inglés que ganó la competencia, también aceptó que padeció el desafío, aunque sin los mismos extremos que su colega canadiense.
Con temperaturas alcanzando los 30 grados Celsius y el reto adicional de nadar en un río con antecedentes de contaminación, es evidente que los atletas afrontaron condiciones lejos de ser ideales. A pesar de los retos, Mislawchuk consiguió finalizar en novena posición con un tiempo de 1:44:25. “Estoy orgulloso de lo que hice”, insistió el norteamericano.