En un mismo día, una parte de la CGT se volvió a acercar al Gobierno y otra ratificó su postura ultraopositora. Por un lado, una delegación cegetista encabezada por el gastronomico Argentino Geneiro participó esta tarde de la primera reunión de la mesa tripartita de “Formación Laboral e Integración al Empleo” convocada por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, el primer gesto concreto de acercamiento del sector dialoguista de la CGT tras la virtual ruptura de relaciones que había dispuesto la central obrera hace tres semanas, que la dejó más cerca de otro paro general.
Del encuentro, que presidió Cordero y fue realizado en la Secretaría de Trabajo, también participaron representantes del sector empresarial y la representante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el país, Sara Luna Camacho, además de otros funcionarios nacionales.
El mensaje opuesto lo brindó Moyano, exponente del ala dura de la CGT, que esta mañana se reunió con el titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Rodolfo Aguiar, uno de los máximos opositores sindicales al gobierno de Javier Milei, con quien coincidió en la necesidad de realizar el tercer paro general. “Tenemos que construir unidad de acción con todos los que estén dispuestos a luchar -dijo Aguiar-. Con Pablo hemos coincidido en que existen condiciones para avanzar hacia una nueva medida de fuerza de carácter general”. Y agregó: “El ajuste del Gobierno no distingue entre públicos y privados. Destroza a todos los trabajadores y jubilados”.
El dirigente del Sindicato de Camioneros había asegurado la semana pasada que la CGT “no se sentará más con el Gobierno”, pero este jueves, como anticipó Infobae, el secretario de Capacitación y Formación Profesional de la CGT, Argentino Geneiro (gastronómicos), aliado de Luis Barrionuevo, encabezó una comitiva gremial que participó de la nueva mesa de diálogo social auspiciada por Cordero. Fue una señal de buena voluntad hacia la Casa Rosada del sector dialoguista de la CGT, que se contrapone con la intransigencia de la fracción dura, que integran moyanistas y kirchneristas.
Para unificar criterios, los moderados de la CGT (capitaneados por Gerardo Martínez, de UOCRA; Andrés Rodríguez, de UPCN, y José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias) lograron que sus adversarios internos acepten debatir qué postura tendrán ante el Gobierno durante una reunión de mesa chica que tendrá lugar la semana próxima. Allí, los dialoguistas propondrán reanudar las negociaciones con los libertarios y postergar todo lo posible el tercer paro general de la CGT contra Milei, pero el ala dura dará batalla para boicotear el diálogo con el oficialismo y profundizar el plan de lucha.
Hace tres semanas, la cúpula cegetista decidió no ir a la primera reunión del diálogo social convocada por Cordero, junto a los empresarios del Grupo de los Seis (G6). Sin embargo, el sector dialoguista nunca cortó el contacto reservado con los funcionarios mileístas y fue diseñando un nuevo acercamiento, que se concretó con la presencia de Geneiro y otros dirigentes en la flamante mesa de diálogo impulsada por Trabajo y, además, incluye las gestiones para un encuentro de la CGT con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, o la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
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