Tras los incidentes que tuvieron lugar en un local gastronómico de Balvanera cercano al Congreso de la Nación durante la tarde de este miércoles, uno de los dueños se refirió este mediodía a los hechos que terminaron dañando la puerta de su comercio. “No había necesidad”, aseguró sobre el momento en el que los clientes echaron a dos mujeres policías de la Policía Federal Argentina cuando quisieron ingresar.
La jornada de ayer estuvo marcada por una serie de conflictos que se desarrollaron mientras transcurría la sesión por la Ley Bases en el Senado. En medio de los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas policiales, también hubo disturbios cuando las dos agentes intentaron acceder a La Americana, la pizzería ubicada en avenida Callao y Bartolomé Mitre, justo a una cuadra del Palacio Legislativo.
En un clima tenso de insultos, cantos y silbidos, un grupo de clientes que estaban en el interior del negocio echó a empujones a las dos mujeres. Luego, el conflicto escaló cuando otros miembros de la fuerza intervinieron en su defensa. Allí, en medio de los forcejeos, se rompió un vidrio de la puerta de acceso. Finalmente, los efectivos terminaron retirándose del lugar.
“Hubo gente que estuvo a favor de los que le obstruyeron la entrada a los policías y otros en contra. No tenía sentido. Las mujeres policías simplemente estaban entrando al baño. De la misma forma que respetamos a los manifestantes, respetamos a la policía. No había necesidad de ello”, remarcó Alejandro, uno de los propietarios, en diálogo con C5N durante este jueves al mediodía.
“Fue un momento de tensión”, sostuvo. Y detalló: “En el forcejeo, se rompió el vidrio de una puerta porque otros dos policías quisieron ayudarlas”.
Además, contó que después de los disturbios ocasionados en su local, fuerzas del operativo regresaron para consultar si necesitaban algo por la puerta que había sido dañada. “Del lado de ellos, fue perfecto, no hubo ningún problema. Se terminó todo ahí y tampoco es que pasó a mayores”, sentenció.
A su vez, se refirió a las imágenes del episodio -que circularon durante el miércoles por las redes sociales- y aseguró al mismo medio: “Intervino el encargado y se aplacaron los ánimos. No fue más de un minuto de tensión”.
Al ser consultado por el periodista sobre cómo actúan cada vez que hay manifestaciones, Alejandro respondió: “Tenemos siempre abierto. No cerramos a menos que haya algo muy grave afuera. Lo manejamos con calma. No suele suceder esto frente del local. Sí sucede, por ahí, que canten. Nos mantenemos con calma y no hay agresiones ni suceden hechos de violencia. Lo de ayer fue algo aislado y que duró muy poco”.
“La verdad es que no le prestamos atención a la cantidad de efectivos. No sé si había 100 o 10. Simplemente estaba todo tranquilo y después se empezó a caldear el ambiente”, contestó tras ser indagado sobre el número de policías que estaban en la zona próxima a su comercio.
Más temprano, en diálogo con Telefe, el empresario gastronómico contó que quien rompió el vidrio, sin que nadie se lo pidiera, había asegurado que pagaría el daño, pero nunca más apareció.
Un hombre trepó desnudo a un monumento en la Plaza de los dos Congresos
La calle se convirtió en un campo de batalla durante este miércoles. Los incidentes entre la policía y distintos sectores que se manifestaban en contra de la Ley Bases, que se estaba sesionando en el Senado, escalaron en cuestión de minutos y la tensión se vio reflejada durante toda la jornada.
En medio de ese panorama, un hombre trepó desnudo al monumento principal de la Plaza de los dos Congresos -la zona más caliente del conflicto-. Su imagen fue captada por los medios de prensa que trabajaban en el lugar.
Tras varios minutos, personal de la Brigada Especial Federal de Rescate (BEFER) de la Policía Federal subió hasta donde estaba el infractor para rescatarlo. Fueron al menos cinco agentes los que llegaron por una escalera hasta el punto exacto, sobre el cruce de las calles Rivadavia y Rodríguez Peña.
Después de colocar arneses en el cuerpo del hombre, lograron su descenso seguro. Desde la base del monumento, fue llevado en una camilla hasta la plaza. Finalmente, fue trasladado por el SAME.
Este jueves, el hombre se fugó del Hospital Ramos Mejía, al que había sido ingresado con un cuadro de “intoxicación con alcohol” y tras haber sufrido un brote psicótico en la ambulancia que lo trasladaba.