Cuando los peritos de la Policía Federal abrieron las computadoras del diputado misionero German Kiszca y de su hermano Sebastián para analizarlas, se encontraron con todo tipo de videos de contenido. Algunos incluían escenas de zoofilia, filmaciones de niñas violadas por animales. Los dispositivos habían llegado a manos de la Justicia luego de un allanamiento en el domicilio del legislador, motivado por una investigación internacional contra pedófilos que descargan y comparten este tipo de material.
No fue lo único que llamó la atención de los investigadores. En los dispositivos había gran cantidad de graficas y flyers de un boliche llamado Estudio 55.
La Justicia sospecha que Estudio 55 habría sido un lugar donde el diputado Kiczka podría captar menores: el inmueble donde funcionaba el lugar estaba a nombre de la familia del hoy prófugo por pedofilia.
El lugar es una vieja casona ubicada en el centro de Apóstoles, una localidad al sur de la provincia de Misiones, de donde son oriundos los Kiczka y donde fueron allanados. “El dueño siempre habría sido Sebastián, el hermano del diputado”, dice alguien que conoce la zona. Hace 15 años, según los datos que tiene la Justicia, el lugar comenzó a funcionar como boliche clandestino, sin ningún tipo de habilitación.
“La onda del lugar es que podían ir menores sin que nadie pida ningún documento. Siempre estaba lleno de chicos y chicas de 14 a 16 años. Y en el medio siempre estaba Sebastián Kiczka que era el dueño”, explica una persona que frecuentaba ese lugar.
La sospecha puntual de los funcionarios judiciales que están detrás de los Kiczka es que ese lugar, difundido en su momento como ideal para menores porque no se pedía documento al ingresar, funcionaba como espacio de captación de posibles víctimas.
Si bien el boliche como tal dejó de funcionar hace unos años, el lugar comenzó a operar como un punto para “fiestas privadas”.
Hace un mes, la noche del 29 de julio, cuando ya se conocía que el diputado estaba investigado, la Policía de Misiones llegó al lugar ubicado sobre la calle Pellegrini en plena madrugada. Se estaba desarrollando un evento. Al ingresar, los efectivos se encontraron con gran cantidad de alcohol y chicos y chicas de menos de 18.
Según información difundida por el sitio Prismadigital, el procedimiento se realizó alrededor de las 2 de la mañana. Los efectivos de la Unidad Regional 7 entraron al lugar situado sobre calle Pellegrini, entre la avenida 9 de Julio y Belgrano. Así, pudieron constatar la presencia de 24 menores de edad. El Juzgado de Paz de Apóstoles ordenó la clausura del lugar.
En el documento de 14 fojas donde se volcaron los datos de las pericias a los dispositivos de los Kiszca, se hace mención a Estudio 55: “se observan una serie de fotos utilizadas para recrear una maqueta, como también flyers de un lugar llamado “ESTUDIO55″, las cuales también aparecen en el dispositivo, como también se han encontrado miniaturas de videos eliminados que no pueden reproducirse pero se visualizan características de material de abuso sexual infantil”.
Mientras tanto, los hermanos Germán y Sebastián Kiczka continúan prófugos de la Justicia, con una alerta roja de Interpol sobre sus espaldas y tareas encargadas para encontrarlos a la Policía Federal. Brasil y Paraguay, con la porosidad de la Triple Frontera, tienen las chances más fuertes de ser el lugar de su fuga, “principalmente Brasil”, afirma una fuente del caso..
