Luego de dos días de intensa búsqueda, encontraron el cuerpo del joven de 18 años que se había arrojado al arroyo Tala, en Entre Ríos, para refrescarse del calor. Del operativo participaron la Policía, junto con los Bomberos.
Todo sucedió el miércoles por la tarde en la zona conocida como “el Puente de Los Pollitos”, donde los vecinos suelen concurrir para disfrutar del aire libre tras las intensas lluvias. De hecho, es una modalidad habitual entre los vecinos acercarse a la zona con el arroyo crecido y arrojarse desde alguno de los puentes peatonales. En esta oportunidad, todo terminó en tragedia.
El joven se encontraba con un grupo de amigos, cuando decidió arrojarse desde el puente. De un momento a otro, las personas que estaban con él lo perdieron de vista: se lo había llevado la corriente; de inmediato, los jóvenes dieron aviso a las autoridades y comenzó el operativo para dar con él.
En este contexto, el comisario José Cerutti explicó en un diálogo con Canal 5 Univisión que luego de recibir un llamado en la sede policial, acudieron al lugar y los jóvenes reconocieron que se estaban arrojando desde “el puente rojo” cuando su amigo desapareció en el agua.
Así, indicaron que, “el primo del chico quedó al costado del puente y lo vio pasar el puente, pero luego lo perdió de vista”, tal como relató el comisario. Y detalló que “desde entonces, lo estaban buscando, pero no lo habían podido encontrar”.
El operativo desplegado contó con la participación de la Policía, los Bomberos Zapadores, Voluntarios y algunos vecinos que se sumaron a los rastrillajes. Dos días después, encontraron el cuerpo del joven en la zona que se conoce como La Cascada, uno de los márgenes del arroyo.
De acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local El Once, al ver el cuerpo, intervino el personal de Criminalística para llevar adelante las pericias correspondientes. Luego, el cadáver fue trasladado por agua hasta el Destacamento Policial del Río Gualeguay, desde donde fue llevado a la morgue del Hospital San Roque. Hasta el momento, no trascendió la identidad del fallecido.
Sobre la modalidad que utilizan los lugareños para refrescarse los días de calor, Cerruti alertó que “es muy peligroso el arroyo cuando llueve”, por lo que las autoridades se encargaron también de despejar la zona de personas para evitar nuevos acontecimientos fatales.
Hace poco más de un mes, algo similar ocurrió en un arroyo de Villaguay, Entre Ríos, cuando encontraron el cuerpo de un hombre de 31 años en la superficie. Había desaparecido dos días antes mientras se refrescaba en el cauce.
El hombre, identificado como Alejandro González, se encontraba en horas de la tarde en el agua junto a un amigo. En ese momento, el caudal de agua del arroyo había crecido considerablemente debido a las lluvias que se registraron los días anteriores.
El amigo de González logró ser rescatado con vida, puesto que se aferró a unas ramas cuando fueron arrastrados por la corriente, pero Alejandro no corrió con la misma suerte. De inmediato, se inició la búsqueda para dar con él.
De esta manera, la Policía y los Bomberos, con la colaboración de buzos tácticos, participaron en los operativos realizados. Dos días después de su desaparición, según el medio local Uno Entre Ríos, el cuerpo fue hallado sin vida a unos metros del balneario en donde había desaparecido.
El lugar era un área de acceso restringido debido a que, en ese momento, el caudal se había incrementado desde hacía dos semanas atrás. Por esto mismo, las autoridades consideraron a la zona como “la bomba”, a causa de su peligrosidad.