La Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (APSEN) realizó hoy la “Jornada especial sobre la diplomacia profesional” en el marco del Día del diplomático, que fue el 29 de septiembre, en donde volvieron a insistir con el reclamo del pago del Impuesto a las Ganancias sobre el adicional por costo de vida en el extranjero que afecta al personal del Servicio Exterior que se desempeña afuera de Argentina.
La ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, estuvo presente el evento y compartió el panel central junto al embajador de Brasil, Julio Bitelli, el ex encargado de Negocios en Venezuela, Andrés Mangiarotti, y el titular del APSEN, Eduardo Michel. El conflicto que mantuvo convulsionada a la Cancillería se desató en junio, cuando se actualizó con la Ley Bases la normativa que exceptuaba a los diplomáticos de tributar ese impuesto sobre el plus por prestar servicio en otros países.
Durante su discurso introductorio, Michel señaló que la medida “afecta” el funcionamiento de la diplomacia y advirtió: “Amenaza las sustentabilidades de las sedes en el exterior. Confiamos que podamos continuar trabajando conjuntamente con las autoridades de la casa con la finalidad de encontrar las soluciones que nos gusten necesarias para superar esta situación”. Fue el primero orador de la jornada que se llevó a cabo en el Salón Libertador del Palacio San Martín.
Además, el titular de APSEN detalló el costo que implica el Ministerio de Relaciones Exteriores para el total de los gastos del Estado. “Actualmente, son 1.060 funcionarios de carrera, de los cuales aproximadamente 560 se desempeñan en el exterior. En el presupuesto nacional, la Cancillería representa un 0,60% del conjunto. De ese porcentaje, 50% se encuentra destinado a cuotas de organismos internacionales, y el resto son partidas asignadas para el sostenimiento del personal e infraestructura del Ministerio”, sostuvo Michel.
Por su parte, Mondino, que conoce el reclamo de APSEN y se movió para desarticular el conflicto, dio un discurso en el no ignoró el tema, pero evitó confrontar con los diplomáticos y no escaló la discusión. De hecho, su presencia en el evento junto a Michel y el personal del servicio exterior fue un gesto de tregua. En Cancillería deslizan que el problema fue contenido y que los diplomáticos más jóvenes que aún resisten mantienen la cautela para no chocar directamente con el Gobierno.
“Todos los que estamos aquí tenemos una gran responsabilidad, tenemos un honor y un privilegio que es servir a la nación. Mi equipo son ustedes. Es la gente que estaba y está. Yo no traje ni puse gente”, expresó la jefa de la diplomacia argentina y apuntó: “Espero que no me defrauden, espero que eso pueda seguir siendo así, que la innovación, la profesionalización y capacitación que todos ustedes tienen se demuestren todos los días en la tarea que cada uno de nosotros tiene”.
Además, la canciller manifestó: “Estamos en el ámbito de la Constitución Nacional, donde existe la división de poderes y la posibilidad que cada uno de nosotros tiene de expresar libremente su opinión”. No obstante, señaló: “Cada uno de nosotros tiene la oportunidad no solamente de decir lo apropiado en el momento apropiado, que eso es parte de la identidad diplomática, sino que tratar de lograr un mejor futuro”.
En tanto, al final de la jornada, pasado el mediodía, Michel se refirió también a la situación de quienes están en proceso de jubilarse o jubilados, donde el APSEN exige gestiones ante la AFIP para agilizar y efectivizar los trámites jubilatorios. “Queremos que se reconozca los años del ISEN como parte de la antigüedad”, señaló Michel en un tramo de su intervención.
En el panel de apertura sobresalió la presencial del embajador de Brasil. Bitelli ofreció un discurso en el que resaló el rol de la diplomacia y destacó el vínculo que mantiene con la canciller de Argentina, a que consideró una “amiga”. Respecto a las diferencias ideológicas y la tensión entre Javier Milei y el presidente Lula Da Silva, el diplomático brasilero sostuvo que ambas naciones deben “avanzar y profundizar una relación estratégica -aún- cuando hay ciertas desinteligencias en las alturas”.
Con un tono tan descontracturado como prudente, Bitelli contó anécdotas y experiencias que buscaron revalorizar la labor de los diplomáticos. Su discurso fue muy aplaudido por el auditorio. Además, el embajador recordó la posición histórica de Brasil de reconocimiento de la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas.
Fue simbólica la presencia de Mangiarotti en ese panel. El diplomático tuvo la difícil tarea de cerrar la Embajada de Argentina en Caracas. Recordó el proceso de negociaciones entre Argentina y Brasil, país que terminó asumiendo el resguardo de la residencia argentina en el país caribeño, donde hay seis dirigentes opositores al régimen de Nicolás Maduro que están asilados desde marzo.
Otro momento destacado de la jornada fue la intervención del prestigioso diplomático Rafael Grossi, titular del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que recientemente mantuvo una bilateral con Mondino en Austria. El funcionario respaldó a los diplomáticos de APSEN, aunque mantuvo neutralidad y evitó pronunciarse explícitamente sobre el conflicto por el Impuesto a las Ganancias -en su rol de funcionario de un organismo global-.
“Las y los diplomáticos profesionales son el elemento indispensable para llevarlo adelante. Toda política exterior requiere de ejecutores. Eso es lo que somos los diplomáticos, ejecutores de las acciones que nuestros Gobiernos llevan adelante”, sostuvo Grossi y agregó: “La diplomacia en el siglo XXI, en la era tecnológica, es un arte que se ejerce de manera diferente a la que supimos conocer cuando comenzamos esta actividad. Sin embargo, sigue siendo el elemento profesional y el recurso humano profesional el eslabón indispensable”.
Además, Marcelo Cima, Secretario de Relaciones Económicas de Cancillería, lideró un panel que contó con expositores destacados como Daniel Funes de Rioja, Presidente Unión Industrial Argentina, Nicolás Pino, Presidente Sociedad Rural Argentina, Gustavo Idígoras, Presidente CIARA-CEF, y José María Louzao Andrade (Cámara Software – CESSI). En tanto que la embajadora Mónica García moderó la exposición sobre diplomacia profesional para el interés nacional a cargo de Marcos Cohen, Vicepresidente de la DAIA, Rafael Grossi, Director OIEA, Silvia Fernández, ex Juez de la Corte Penal Internacional, Gastón Benvenuto, Interventor AGP, Mariano Borinsky, Presidente de la Cámara de Casación Penal.
Mientras que María Eugenia Goya, integrante del ISEN, moderó el último panel de jóvenes académicos y comunicadores, donde disertaron Julieta Zelicovich, de laUNR-Conicet, Tomas Fohrig, titular de SRA Joven y Presidente del J6, y Gonzalo Bañez, reconocido periodista del canal TN, que se desempeña como editor de la sección Internacionales y es miembro del CARI.
El conflicto con los diplomáticos por Ganancias
La Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (APSEN) está en alerta contra el Gobierno en reclamo por el pago del Impuesto a las Ganancias sobre el plus que cobran por trabajar afuera de Argentina. Los diplomáticos siempre pagaron ese tributo, pero el complemento exterior estaba exento. Desde la última modificación de ese gravamen comenzó un conflicto que los tiene en pie de guerra.
La ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, está al tanto del reclamo. Ha mantenido reuniones con miembros de APSEN y comprende el planteo. No obstante, los diplomáticos señalan que no se hace lugar a lo que solicitan.
Cabe recordar que la discusión comenzó hace un par de meses como un reclamo salarial basado en el pago del Impuesto de las Ganancias. La actualización de ese tributo afectó a diplomáticos que antes estaban exceptuados y desató un debate interno. El conflicto implica medidas de fuerzas que alteran el normal funcionamiento de la diplomacia y la actividad consular de Argentina en el mundo.
En concreto, los diplomáticos rechazan la reglamentación del impuesto a las Ganancias (ahora denominado Impuesto a los Ingresos Personales) que eliminó la exención que regía para el personal diplomático que reside afuera del país. Si bien los diplomáticos profesionales siempre han pagado impuesto a las Ganancias por sus salarios, el adicional por “costo de vida” cobrado por la asignación en el exterior estaba exceptuado.
Pero a partir del Decreto que reglamentó el Impuesto a los Ingresos Personales contenido en la Ley de Medidas Fiscales, sancionada en junio, esa exención se revirtió. El planteo de APSEN es que el Artículo 9 del Decreto reglamentario deroga el Artículo 280 del Decreto 862/2019, que es el que les daba la excepción a los diplomáticos de pagar Ganancias sobre el sueldo en moneda extranjera. En ese punto reside el foco del conflicto.
Es que con la nueva reglamentación, quienes trabajan en el exterior deberán tributar Ganancias sobre su sueldo en dólares. Un diplomático de carrera que presta servicio en Argentina cobra su salario en pesos, atado a los sueldos del Poder Judicial. No obstante, cuando al funcionario se le asigna una labor en el extranjero, pasa a percibir un ingreso en dólares a través del Banco Nación. Por esa labor, a su vez, los diplomáticos reciben un “plus” en dólares para afrontar el costo de vida en el exterior. Históricamente, pagan impuestos a las Ganancias pero sobre su sueldo en pesos, no sobre los sueldos en moneda extranjera.
A su vez, los diplomáticos señalan que Argentina no actualiza el sueldo de los miembros del Servicio Exterior de la Nación desde el 2015. Generalmente, su salario viene regulado con una tabla de sugerencias de las Naciones Unidas, que Argentina dejó de cumplir hace nueve años.