El gobierno de Javier Milei ajusta los detalles para anunciar el lanzamiento del “Programa Nacional de Primera Infancia” o de los “Mil Días” que desde el Ministerio de Capital Humano impulsa el secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Pablo de la Torre, y que según le explicó a Infobae, ya aplicó “con éxito” en la Municipalidad de San Miguel. En ese distrito, ubicado en la zona oeste del conurbano bonaerense, se desempeñó como secretario de Salud -es pediatra- en tiempos en que el alcalde era su hermano, Joaquín de la Torre, y hasta asumir como responsable de la ex cartera de Desarrollo Social, Secretario de Infancia y Familia bajo la intendencia de reelecto intendente Jaime Méndez.
El proyecto es ambicioso y es uno de los que más destacan en la cartera que conduce Sandra Pettovello, funcionaria que apoya en un cien por cien la iniciativa que cuenta con el aval de, entre otros organismos internacionales, del Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). De la Torre ya se reunió con representantes de esas entidades financieras que se mostraron dispuestas a financiar el programa.
“Estamos ajustando los números para conocer exactamente el presupuesto que vamos a necesitar”, reconoce el funcionario que se muestra optimista porque el propio presidente Javier Milei tomó la iniciativa como una de sus banderas.
De hecho, en el fracasado paquete de modificaciones que La Libertad Avanza envió a la Cámara de Diputados de la Nación, conocida como “Ley Ómnibus” destacaba el capítulo destinado a la modificación de la ley 27.611 de atención y cuidado integral de la salud durante el embarazo y la primera infancia, conocida como la ley “de los mil días”.
La “matriz” conceptual de la norma era garantizar los derechos de las personas gestantes y de los niños y niñas durante los primeros tres años de vida.
El proyecto de Pablo de la Torre busca fortalecer “el cuidado de las madres vulnerables y los niños desde su concepción hasta los tres años, con el objetivo de reducir la morbimortalidad materno-infantil y la malnutrición, además de fomentar el desarrollo emocional y físico”.
También se destaca “el fortalecimiento del cuidado de la salud y la vida de mujeres, personas gestantes, niños y niñas en la primera infancia, en línea con los compromisos de salud pública y derechos humanos del Estado”. También incluye aspectos como “la reducción de mortalidad y malnutrición, la estimulación de vínculos tempranos y el desarrollo integral, así como la prevención de la violencia como parte de su objetivo”, iniciativas sobre las cuales es difícil estar en desacuerdo.
Según le explicó el médico a este medio, el programa que en desarrollo consta de tres ejes:
-El primero son los Centros de Desarrollo Infanto Familiares o Espacios de Primera Infancia y Familia, para trabajar en el cuidado de los niños en familias de situación de vulnerabilidad.
-El segundo objetivo es salir a la búsqueda de la mujeres embarazadas hasta los primeros años de vida. Y explica: “En los primeros mil días de vida se desarrolla el 90% del cerebro del adulto para estimular el desarrollo social, físico, intelectual, motriz. La búsqueda de las mujeres en gestación, será, según el secretario, “a través de los trenes sanitarios, con operativos en todo el territorio argentino para acompañarlas con los controles de salud, y cualquier tipo de asistencia que necesiten”. También a través del sistema de salud pública. El médico indicó que durante la gestación el bebé “tiene una velocidad de crecimiento neuronal de 250.000 neuronas por minuto, pero para eso la madre tiene que estar bien cuidada, con los controles necesarios, bien alimentada y los tratamientos correspondientes si así lo necesita”.
-El tercer punto es, detalla De la Torre, “un acompañamiento familiar para esa etapa de la vida para que ese chico llegue a sala de cuatro años de la mejor manera posible comprendiendo y expresando las palabras necesarias con un nivel de aprendizaje para un chico de tres años”.
El programa contempla que, en caso de ser necesario, las familias estén respaldadas por una trabajadora social o enfermera que estarán a cargo de unas veinte familias.
La experiencia de Pablo de la Torre en San Migue indica que “en un año de trabajo y acompañamiento familiar ya podemos observar resultados”.
En este momento, desde su secretaría, se está evaluando en todo el país la cantidad de espacios de primera infancia existen, a cuántos tendrían que llegar.
Fue el propio Milei quien destacó en una de sus intervenciones que “los niños necesitan una buena alimentación durante su desarrollo cognitivo, ya que, de no ser así, sería muy difícil su buen desempeño social, educativo y hasta laboral en los años venideros, algo comprobado científicamente y que ya sucede en nuestro país desde hacer largos años debido a las reiteradas crisis”.
De la Torre le aseguró a este medio que su equipo de trabajo tiene como prioridad “generar un plan para contrarrestar la malnutrición de los menores del país y fomentar un mejor desarrollo familiar, también a través de diferentes programas, para que luego puedan progresar de la forma correspondiente en el sistema educativo, en primera instancia, y en el laboral, años más tarde”.
El 11 de enero pasado, cuando el secretario de Niñez, Adolescencia y Familia fue a defender su proyecto ante el parlamento, ya que estaba incluido en la mega ley que fue retirada del recinto por el propio oficialismo, el funcionario aseguró que “se debe acompañar a las madres desde el momento del embarazo, principalmente en los barrios, con una búsqueda activa de embarazadas”. Y amplió: “En San Miguel hace 10 años empezamos a hacer un diagnóstico de maltrato en los barrios. La mitad de los chicos es pobre, estamos fracasando como sociedad. Esto se revierte invirtiendo en la primera etapa de la vida”.
“El proyecto ya está presentado. Hablamos con los organismos internacionales. Ya explicamos como lo vamos a hacer, mostramos la experiencia de San Miguel: Ahora solo nos falta ajustar el presupuesto”, reconoció el secretario que se mostró optimista.