Un año y medio después de que se iniciara una investigación para dar con los responsables del crimen de Gustavo “Petaco” Barrientos (45), la Policía de Investigaciones (PDI) capturó a uno de los sospechosos de haber asesinado al ex líder de la barrabrava del Club Atlético Patronato de Paraná. Sobre el acusado regía un pedido de captura internacional, pero este se encontraba detenido en la Alcaidía de San Lorenzo.
El prófugo identificado como Juan Sebastián G.B era buscado desde el 8 de septiembre de 2023 luego de que fuera vinculado a la causa que investiga el homicidio de Barrientos, quien fue asesinado en febrero de ese año. El mismo no había podido ser ubicado, debido a que este había falsificado una identidad para no ser reconocido.
“Emilio Martín Gamarra”, ese era el nuevo nombre que el prófugo utilizaba para intentar no ser juzgado por el crimen, pero hace un tiempo que este se encontraba alojado en la Alcaidía de San Lorenzo por haber cometido cuatro hechos de robo agravados reiterados. No obstante, los datos que había proporcionado despertaron sospechas en la Justicia, por lo que se ordenó que el hombre sea sometido a una serie de pericias para corroborar su identidad.
El cotejo de huellas dactilares fue solicitado por la fiscal a cargo del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de San Lorenzo, Melisa Serena, mientras que el procedimiento fue realizado por el personal de la Sección Documentología de la Región 2 de la PDI local. Según la información publicada por Rosario 3, la revelación fue comunicada al jefe de Homicidio de Paraná y a la Fiscalía de Diamante después de que se constatara que se trataba del sospechoso buscado.
El crimen de Petaco Barrientos ocurrió el 18 de febrero de 2023, en su domicilio ubicado en la localidad entrerriana de Colonia Ensayo. El ex líder barrabrava aún le restaban cumplir siete meses de una condena de 11 años por dos homicidios en la Unidad Penal 1 de Paraná, pero ese día había recibido el permiso para ir a visitar a su familia.
Era la hora de la siesta cuando, al menos, unas cinco personas que simulaban ser policías ingresaron a la fuerza en la propiedad. A los gritos, pidieron por Barrientos y este no dudó en presentarse ante los supuestos oficiales que, sin mediar palabra, le dispararon en cinco oportunidades. La autopsia luego revelaría que cuatro de las balas se alojaron en la zona del tórax, mientras que la última fue la causante de su muerte al haberle impactado en la cabeza.
Según las cámaras de seguridad de la zona, los investigadores determinaron que la banda llegó a la casa quinta de la víctima en una Toyota SW4 color negra, a la vez que señalaron que cinco de los involucrados habrían participado del asesinato y otros tres sirvieron como campanas desde el automóvil.
De esta manera, Juan Sebastián G. B. se trataría del onceavo detenido por la causa y aún quedaría dar con el paradero de un doceavo sospechoso acusado de haber sido uno de los que disparó en contra de Barrientos. Previo a esto, las autoridades identificaron a otras diez personas que habrían estado involucradas en el hecho, pero no en calidad de autores materiales.
A la investigación se sumó el secuestro de la camioneta 4×4, la cual fue encontrada al día siguiente del crimen en Puerto Alvear, cerca de las orillas del Río Paraná. Asimismo, las autoridades confirmaron que se trataba de un vehículo robado el 26 de enero de 2022 y que este contaba con un pedido de captura radicado en Rosario.
Sin embargo, eso no fue todo, ya que los responsables habían abandonado en el interior de la Toyota tres ametralladoras tipo M-16, una pistola marca Glock y otra Thunder, más de 100 cartuchos de diferentes calibres, ropa camuflada, chalecos antibalas, tres armas de fuego de hombro estilo carabina y una maza con mango de madera.
Por otro lado, un pescador que trabajaba en la zona aseguró que los sospechosos se bajaron de la camioneta y corrieron en dirección hacia una lancha de color blanca estilo tracker. En la embarcación se encontraba una novena persona que los esperaba para trasladarlos y, si bien no se determinó el destino final de la banda, estos navegaron en dirección a Santa Fe.
El móvil del crimen aún no fue establecido, aunque el fiscal a cargo de la causa, Gilberto Robledo, planteó la posibilidad de que estuviera relacionado a un conflicto narco. Incluso, señaló que el caso podría estar vinculado al triple crimen ocurrido el 15 de noviembre en Paraná, en donde tres presuntos jefes narcos fueron asesinados.
La maniobra se habría tratado de un supuesto encargo realizado por Petaco Barrientos desde la cárcel, puesto que el ex barrabrava era conocido en la región por estar al frente del negocio del narcotráfico en Paraná y sus alrededores. Asimismo, tenía fama de contar con la firmeza necesaria para mandar a asesinar o hacerlo personalmente, tal como ocurrió con los casos de Matías Giménez y Maximiliano Godoy que terminaron por llevarlo tras las rejas.