En un esfuerzo por preservar el patrimonio histórico nacional, una señal limítrofe, colocada durante la década de 1890 para demarcar el territorio entre Argentina y Chile, ha sido rescatada de su ubicación en las proximidades del Parque Nahuel Huapi.
Este acto de conservación fue posible gracias a la observación de un guía de turismo sobre el deterioro de la placa, lo que motivó una pronta respuesta de parte del personal del Parque y del Museo de la Patagonia en el Cerro Pantojo, situado en el límite entre Neuquén y la Región de Los Lagos (Chile).
La pieza histórica forma parte del legado dejado por la Comisión Mixta de Límites, específicamente bajo la supervisión de la 4ª subcomisión de límites dirigida por el topógrafo Enrique Wolf y el Perito Francisco Pascasio Moreno.
Su función era crucial para delimitar con precisión el territorio entre ambos países, ayudando a definir puntos geodésicos de control vitales para la realización de mapas y estudios topográficos de la región.
La relevancia de la placa va más allá de su valor como objeto, simboliza los esfuerzos binacionales para establecer fronteras claras y promover la paz y el entendimiento entre Argentina y Chile.
Cuál fue el proceso de rescate de esta histórica pieza
El proceso de rescate implicó un meticuloso trabajo de campo y de laboratorio para asegurar no solo la extracción segura del artefacto sino su conservación posterior.
El trabajo de rescate estuvo a cargo de un equipo conformado por el arqueólogo Emmanuel Vargas y el técnico Rafael Taubenschlag, ambos trabajadores del Museo de la Patagonia (en San Carlos de Bariloche), por el guarda parque Mauro Piñeiro, y por el guía Remorino, quien colaboró en llegar a la zona ubicada a unos 1700 m.s.n.m y a unos 3 km del límite internacional.
El equipo llevó a cabo la geolocalización precisa de la placa, su cuidadosa remoción del sitio original y el traslado al laboratorio del Museo de la Patagonia para su limpieza y catalogación. Estas acciones, realizadas con las más altas normas de conservación, aseguran que la placa pueda ser preservada para las futuras generaciones.
Durante las tareas primeramente se geolocalizó la pieza con GPS, así como también su ubicación precisa a partir de medidas tomadas con referencias fijas en el lugar.
En el Museo de la Patagonia, este objeto histórico será sometido a un registro técnico fotográfico detallado y se trabajará en su reconstrucción 3D, lo que permitirá no solo su exhibición física sino también su acceso digital a un público más amplio interesado en la historia de la exploración y delimitación territorial en América del Sur.
Además, se tiene previsto crear réplicas de la placa original para volver a colocar en su ubicación inicial, acompañadas de cartelería educativa que brinde información sobre su significado histórico y el proceso de delimitación de fronteras.
La Administración de Parques Nacionales ha emitido recomendaciones para el manejo de hallazgos históricos similares, destacando la importancia de no intervenir ni remover objetos encontrados, sino reportarlos para que sean tratados por especialistas. Este enfoque no solo protege el patrimonio sino que también educa al publico sobre la importancia de la conservación y el respeto por los vestigios del pasado.
Este rescate no es solo un acto de preservación histórica, sino también un recordatorio de la rica historia compartida entre Argentina y Chile, con el papel que juegan los ciudadanos y las instituciones en la protección del legado cultural.