Desde hace más de 15 días que los familiares de Yonatan Gustavo Molina (21) vivían angustiados. Al saber que el joven –quien según ellos padece una seria adicción a las drogas– había entrado a vivir a la villa Itatí, en Quilmes, temían que su vida cobrara un giro dramático.
No se equivocaron: Yonatan fue detenido ayer acusado de asesinar a puñaladas a su Teresa Pepe, su vecina de 72 años, para robarle dos televisores y bolsas de carne. Fue el propio padre del sospechoso el que lo entregó a la Policía Bonaerense. Teresa, una vecina querida en el barrio, había vivido en esa casa durante los últimos 40 años.
El hecho ocurrió la casa de la víctima, ubicada en la calle Intendente Olivieri al 3.600. Fue descubierto por uno de los dos hijos de Teresa, que al no recibir respuesta telefónica de la mujer a lo largo de todo el día, se dirigió hacia la vivienda. Allí, encontró el cuerpo. Según describieron fuentes con acceso a la investigación a Infobae, la escena del crimen era estremecedora.
La casa de Teresa estaba notablemente revuelta. Su cadáver estaba cubierto por al menos dos cajones y ropa, entre una gran cantidad de sangre. Entres los objetos que se hallaron en el lugar cerca del cuerpo de la jubilada, había dos cables. Inicialmente, trascendió que habían sido usados por el asesino para atar y arrastrar a la víctima. Sin embargo, los investigadores no descubrieron ningún indicio de tortura o de que al menos la haya golpeado según el resultado preliminar de la autopsia.
Por el momento, se pudo acreditar es que Teresa fue asesinada de cuatro puñaladas en el cuello. De acuerdo con lo revelaron fuentes del caso consultadas por este medio, debido a la gran cantidad de sangre que cubría al cadáver, no se pudo observar en un primer momento si había sido golpeada. El arma tampoco se pudo certificar. Sí saben que fue un objeto cortopunzante.
Molina, además de su consumo problemático de drogas, es un joven con antecedentes penales recientes. El pasado 23 de febrero, según autoridades, estuvo detenido algunas horas después de que se lo encontrara a bordo de un auto robado. La causa que se abrió en su contra fue por el delito de encubrimiento agravado.
Tras el crimen de Teresa, su propio padre lo entregó a la Policía Bonaerense y quedó detenido en el acto. Se cree que entró a la casa de la víctima para robarle y luego matarla. El caso es investigado por la fiscal Ximena Santoro, de la UFI N°7 de Quilmes, quien lo acusó de robo calificado en concurso real con homicidio criminis causa. “Lo detuvieron cuando merodeaba por la Villa Itatí”, aseguró un investigador.
El testimonio de la tía del presunto asesino
La testigo más importante del hecho fue la tía del presunto asesino, que informó haberlo visto alrededor de las 16:30 saltando la medianera del domicilio de Pepe. Molina, según el relato, llevaba dos televisores LED y bolsas con carne que escondió debajo de una escalera.
Esta mañana, la mujer dialogó con la prensa y relató cómo fue el derrotero de su sobrino durante las últimas dos semanas.
“Él tenía problemas con la droga. Se metió en una villa hace 15 días y no sé si venía robando. No sé qué le pasó. Estaba perdido en las drogas. Queríamos que los familiares pudieran internarlo. Teníamos miedo de que se perdiera en la villa y no supimos nada durante 15 días”, relató la tía, quien aprovechó para pedirle perdón a los hijos de Teresa.
Respecto a la relación con la jubilada, tanto la familiar como las fuentes judiciales consultadas por Infobae, indicaron que nunca hubiera problema alguno de convivencia en el barrio.
“No sé qué le pasó. Yonatan es una persona buena que hizo esto por las drogas. No lo justifico y tiene que pagar, pero se juntó con la gente que no debía en la villa. No sé qué decir. Que pongan una ley para que los familiares puedan internar a una persona con problemas de droga. No puedo creer esto”, finalizó la tía, visiblemente conmocionada.
Hoy, Molina enfrenta una acusación por un delito que podría implicarle una condena a prisión perpetua. Se espera que la fiscal Santoro lo indague en las próximas horas.