En el último tiempo, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se reunió sucesivamente en su oficina de la Casa Rosada con distintos gobernadores, con los que firmó contratos para el traspaso a sus respectivas provincias de las obras públicas que estaban en manos de la Nación. Con aliados y con otros adversarios de La Libertad Avanza.
Esta medida surgió a partir de la decisión del presidente Javier Milei de frenar todos los proyectos de infraestructura que estaban en marcha en los distintos puntos del país, en el marco del ajuste que forma parte del plan económico.
Ante esta situación, las autoridades nacionales les ofrecieron a los mandatarios locales otorgarles los trabajos que ya tuvieran un cierto avance para que ellos puedan completarlos con financiamiento propio, lo cual muchos aceptaron.
En paralelo a la discusión de la Ley Bases y el posterior Pacto de Mayo, el jefe de Gabinete se fue reuniendo con los gobernadores y firmó con ellos los acuerdos en cuestión. El último en hacerlo fue el de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, el martes pasado.
De esta manera, el dirigente fueguino se sumó a sus pares de Catamarca, Raúl Jalil; del Chaco, Leandro Zdero; de Chubut, Ignacio Torres; de Córdoba, Martín Llaryora; de Corrientes, Gustavo Valdés; de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y de Jujuy, Carlos Sadir.
También a los de La Rioja, Ricardo Quintela; Mendoza, Alfredo Cornejo; Misiones, Hugo Passalacqua; de Neuquén, Rolando Figueroa; de Río Negro, Alberto Weretilneck; de Salta, Gustavo Sáenz; de Santa Cruz, Claudio Vidal; de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; de San Juan, Marcelo Orrego; de San Luis, Claudio Poggi; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y de Tucumán, Osvaldo Jaldo.
Sin embargo, todavía hay cuatro distritos de la Argentina que, por diferentes motivos, no firmaron el traspaso y es posible que nunca haya acuerdo: La Pampa, Formosa y la provincia y la ciudad de Buenos Aires.
En primer lugar, si bien el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, tiene una buena relación con la actual administración nacional -con la que recientemente arregló la deuda por coparticipación-, no suscribió a la iniciativa porque en su territorio no hay obras que estén en manos de la Casa Rosada.
Distinto es el caso de su par bonaerense, Axel Kicillof, quien sí cuenta con proyectos iniciados durante la gestión de Alberto Fernández y aun sin culminar, pero que por lo pronto no tiene en mente firmar ningún acuerdo, en línea con su rol de opositor duro.
De hecho, el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner tampoco estuvo en el Pacto de Mayo, que se realizó el pasado 9 de julio en la Casa Histórica de Tucumán, donde Milei y un grupo de mandatarios provinciales se comprometieron a seguir 10 políticas de Estado a largo plazo.
Lo mismo ocurre con el pampeano Sergio Ziliotto y el formoseño Gildo Insfran, también muy críticos de la gestión libertaria, aunque en Balcarce 50 no descartaban que este último pudiera firmar el traspaso de obras públicas en los próximos días.
Si finalmente aceptara, la reunión con Francos recién sería a finales de este mes o principios del que viene, ya que el jefe de Gabinete decidió tomarse una semana de descanso junto a su familia para distenderse luego de las agitadas negociaciones por la Ley Bases y la inminente conformación del Consejo de Mayo.
A cargo de las tareas de coordinación de los ministerios quedó, durante este tiempo, el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, quien sigue de cerca los próximos proyectos legislativos que quiere impulsar el oficialismo, pero por el momento no tiene grandes reuniones.
El funcionario, de hecho, fue la semana pasada al Congreso para conversar con los jefes de todos los bloques de la oposición “dialoguista” acerca de las reformas políticas que presentará el Gobierno, que incluye la eliminación de las PASO, la implementación de la boleta única y la ficha limpia para los candidatos, entre otras iniciativas.