Familiares de Federico Saihueque Cuevas confirmaron que el cuerpo hallado mar adentro a la altura de la localidad balnearia de Claromecó corresponde al joven de 25 años que había desaparecido el 21 de enero pasado cuando ingresó al agua con un kayak.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que el reconocimiento positivo se produjo en la morgue de la ciudad de Tres Arroyos, donde hacia esta tarde se realizaba la autopsia, en el marco de una causa que se tramita en la Unidad Funcional de Instrucción N°13 del Departamento Judicial de Bahía Blanca, con intervención del fiscal Facundo Lemle.
Luego de que se conociera la triste noticia, desde la Municipalidad de Tres Arroyos difundieron un comunicado en el que manifestaron su acompañamiento a la familia Cuevas Saihueque y en el que solicitaron “respeto y discreción” a los vecinos.
Asimismo, informaron que “se decretan dos días de duelo ante la pérdida del joven, donde se llevarán a cabo las actividades cotidianas guardando respeto y con las banderas a media asta”.
“De esta difícil manera, se da por terminado el operativo de búsqueda del joven tresarroyense. Agradecemos a todos los que hicieron esfuerzos incansables en la búsqueda”, concluye el comunicado.
El cuerpo fue encontrado flotando a aproximadamente 9.000 metros del faro de Claromecó. Lo halló un grupo de pescadores que navegaba por la zona.
Tras el aviso a las autoridades, nadadores de rescate se subieron a una moto de agua y se dirigieron al lugar, donde constataron el hecho.
Luego, efectivos a bordo de un semirrígido de la fuerza federal extrajeron el cadáver del agua y lo entregaron a los bomberos, quienes se encargaron del traslado a la morgue de Tres Arroyos, de donde era oriundo el joven.
Saihueque Cuevas, que era empleado administrativo en una empresa y también trabajaba como peluquero, concurrió aquel domingo 21 de enero a Claromecó de paseo. Las cámaras de seguridad lo registraron por última vez mientras alquilaba un kayak en el sector de Puerto Mosquito, entre las calles 12 y 13 del citado balneario. Pasadas las 17 se subió al bote e ingresó al mar.
El intendente de Claromecó, Pablo Garate, reveló que Federico había sido divisado un rato después, cerca de las 19, en línea recta a la bajada del balneario Dunamar, a unos nueve kilómetros de la costa. Dijo que lo contactaron para preguntarle si estaba bien. “El joven se identificó y les comentó que estaba entrenando y que en unos minutos salía”, relató.
Pero pasaron las horas y no se supo más nada del peluquero, que entonces comenzó a ser buscado por mar y tierra por personal de la Prefectura, de la Policía Bonaerense, de la municipalidad de Tres Arroyos, de Defensa Civil de la Provincia y bomberos voluntarios, entre otros.
En los procedimientos han trabajado el guardacostas Río Paraguay, vehículos aéreos no tripulados (drones) monitoreando cuadrantes específicamente designados, un avión, motos de agua, semirrígidos y personal especializado. Hasta el domingo último se habían rastrillado más de 4850 kilómetros sobre el mar y más de 1920 sobre la superficie terrestre. Además, hacia ese mismo día se llevaban 312 kilómetros de inspección aérea.
En medio de esos operativos se halló el martes de la semana pasada el kayak con el que se adentró al mar. Fue detectado por la aeronave CASA C-212 de Prefectura. Lo divisaron a unos 30 kilómetros de la costa. La Secretaría de Seguridad confirmó que se trataba del bote alquilado por el joven.
El caso de los desaparecidos en Pinamar
El paradero de Ramón Román (56) y Gabriel Raimann (38) se desconoce desde el domingo 14 de enero, cuando los dos amigos ingresaron al mar desde la bajada náutica de Valeria del Mar. Habían ido a pescar en un kayak con motor.
Si bien es cierto que en los últimos días se concretó el hallazgo de la embarcación en la que viajaban y de un flotador, las autoridades no son nada optimistas. Desde Prefectura se comunicaron con las familias de ambos pescadores y les dijeron que no esperan encontrarlos con vida, lo cual provocó un rotundo repudio que decidieron reflejar en un fuerte comunicado.
En el texto, las familias de Ramón y Gabriel lamentaron la inacción de la PNA a las pocas horas de que los pescadores se extraviaran mar adentro. Los agentes que recibieron la notificación del hecho se manejaron con el protocolo de la fuerza, y respondieron que “no iban a obrar de oficio hasta que uno de los familiares realizara la correspondiente denuncia”.
Así las cosas, los más allegados a Ramón y Gabriel expresaron que se perdieron “valiosas horas para encontrarlos”. También criticaron el operativo de búsqueda que se montó en primera instancia, al notar que las autoridades “no estaban empleando todos los recursos a disposición”.