Pablo Moyano realizó este lunes un acto político en la sede de la CGT, presentado como un plenario de regionales cegetistas, en el que se aprobó una movilización de protesta ante el Congreso cuando el Senado trate la Ley Bases. Del encuentro sólo participaron dirigentes moyanistas, kirchneristas, funcionarios de Axel Kicillof, ex miembros del gobierno de Alberto Fernández y sindicalistas trotskistas, mientras que no estuvo presente el sector mayoritario de la central obrera y sus aliados.
Si bien algunas de los principales líderes de la CGT están en Ginebra para participar de la conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tampoco estuvieron otros dirigentes del sector de “los Gordos” y de los independientes, que predominan en la cúpula cegetista, en un gesto que pone en evidencia el profundo malestar por la jugada del dirigente de Camioneros, que se cortó solo y de manera inconsulta convocó por su cuenta a las regionales de la central obrera.
La tensión interna llegó hasta tal punto que los dialoguistas de la CGT lo llamaron a Hugo Moyano, titular del Sindicato de Camioneros, para ponerlo al tanto de la actitud desafiante de su hijo mayor, con quien mantiene fuertes diferencias políticas y gremiales desde hace unos 3 años.
Hasta este lunes, la conducción de la CGT había acordado que darían libertad de acción a los sindicatos para que decidieran sumarse o no a la movilización ante el Senado. Si bien Pablo Moyano anticipó que iba a adherir a la concentración contra la Ley Bases, a sus colegas les quedó en claro que iba a llamar a movilizarse desde el Sindicato de Camioneros. Pero este viernes difundió un video en el que convocaba a las regionales de la CGT al encuentro de esta tarde y la mayoría de sus pares del Consejo Directivo cegetista se enteró en ese momento de la convocatoria que estaba haciendo.
La actitud de Pablo Moyano reavivó la dura pelea interna en la CGT con “los Gordos”, como Héctor Daer (Sanidad), y los independientes Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), más aliados como Sergio Romero (UDA), Jorge Sola (seguro) y Julio Piumato (judiciales), entre otros. El dirigente de Camioneros tiene el respaldo de sindicalistas alineados con el kirchnerismo como Mario Manrique (SMATA), Abel Furlán (UOM) y Sergio Palazzo (bancarios).
La participación en la campaña electoral de Sergio Massa y la ofensiva inicial contra el gobierno de Javier Milei impusieron una tregua de hecho entre estos dos bloques de la CGT, pero luego del segundo paro general, que se hizo el 9 de mayo, la fracción dialoguista (piloteada por “Gordos” e independientes) quiere abrir el diálogo con el Gobierno y diferir una nueva medida de fuerza, mientras el sector más duro (moyanistas y kirchneristas) busca endurecerse más ante Javier Milei.
Las diferencias internas se insinuaron nuevamente cuando Pablo Moyano comenzó a acercarse de nuevo al kirchnerismo para sumarse a la movilización ante el Senado, mientras la corriente mayoritaria de la CGT intentaba presionar a los senadores para frustrar la sanción de la Ley Bases, pero sin adherir a la concentración callejera para no romper con el Gobierno ni afrontar la insistencia del kirchnerismo, los sectores combativos y la izquierda trotskista para hacer otro paro general.
En el sector dialoguista de la CGT, como anticipó Infobae, dejaron trascender que los verdaderos inspiradores de la rebelión de Pablo Moyano al convocar al acto en la CGT fueron Cristina Kirchner y su hijo Máximo, que buscan que el dirigente de Camioneros vuelva a formar parte de su estrategia política, en este caso desde la cúpula cegetista, para hostigar con más fuerza al Gobierno.
Para ese objetivo, según deslizan los moderados de la CGT, la ex Vicepresidenta se reunió con dos de sus alfiles sindicales, Mario Manrique (SMATA) y Abel Furlán (UOM), para pedirles que lo convencieran a Pablo Moyano de agitar la movilización contra el Gobierno desde la CGT.
Esa maniobra quedó a la vista esta tarde en la sede cegetista de Azopardo 802, donde el anunciado plenario de regionales quedó desvirtuado con la presencia de dirigentes que no forman parte de esa instancia deliberativa ni de la CGT, como Gabriel Katopodis, quien fue ministro del gobierno de Alberto Fernández; el titular del Sindicato del Neumático (SUTNA), Alejandro Crespo, del Partido Obrero, y Néstor Segovia, secretario adjunto de los metrodelegados. También estuvo Walter Correa, líder del Sindicato de Obreros Curtidores, actual ministro de Trabajo bonaerense. Llamó la atención, además, que a último momento dejaron entrar a activistas de Camioneros y de otros sindicatos que estaban en la calle. Los rivales de Pablo Moyano explicaron a Infobae: “Es que seguramente necesitaron llenar las 300 butacas del salón Felipe Vallese para que no apareciera tan vacío”.
Sin voces disonantes, los presentes en el acto aprobaron la propuesta de movilizarse ante el Senado el día en que se discuta la Ley Bases. Ante los periodistas, que tuvieron que esperar en la calle durante más de tres horas, Pablo Moyano accedió a un breve diálogo en el que admitió que en el encuentro habiá estado “parte del Consejo Directivo de la CGT” y que “otra parte está exponiendo en Ginebra en el congreso de la OIT, rechazando la reforma laboral y rechazando la Ley Bases”.
Incluso se irritó cuando le preguntaron si toda la conducción de la CGT iba a participar de la movilización ante el Congreso: “Si llegan de Ginebra, van a participar. Te estoy diciendo que están en Ginebra, en un congreso muy importante. Yo voy a participar”, dijo con tono enojado.
Pablo Moyano criticó en duros términos a Milei por los alimentos retenidos: “Hoy el Presidente se ha convertido en el hazmerreír de la política. Hace charlas internacionales. Putea al Papa y después se va arrastrando a buscarlo, se fue a arrastrar con Donald Trump y llegar a una situación de no entregar la mercadería. Es lamentable que un presidente se le pase boludeando por Twitter. No atiende las necesidades del pueblo. Hermano, ponete a laburar en tu país y dejá de hacer show”.