— ¿Javier, querés la ley o el discurso? —, preguntó a Javier Milei, Presidente de la Nación, un funcionario nacional. Fue durante una conversación previa a Semana Santa. El Presidente, según deslizan en su círculo, está decidido a avanza con ambos frentes. El Gobierno ya había transmitido que el 5 de abril enviará al Congreso el nuevo borrador de la Ley Bases y Punto de Partidas para la Libertad de los Argentinos. Ese proyecto será enviado junto a otro que contiene una serie de reformas fiscales. A través de Guillermo Francos, ministro del Interior de la Nación, Balcarce 50 informó en primera instancia al PRO sobre el deseo de tratar la normativa después del fin de semana largo. Fue durante una reunión con Cristian Ritondo, presidente del bloque amarillo en Diputados, y un grupo de legisladores de su espacio.
Es el PRO un partido que actúa en la práctica como oficialista, pero no lo es formalmente. Así se mantendrá ese esquema, al menos, hasta 2025. La consustanciación entre el partido fundado por Mauricio Macri y La Libertad Avanza es casi total. Hay díscolos, claro, que no se sienten representados por el programa libertario. Aunque en líneas generales, ambos espacios se mueven políticamente en tándem. Es una alianza estratégica.
El Gobierno necesita al PRO como para construir legitimidad de ejercicio y gobernabilidad. Por los tres gobernadores amarillos -más dos aliados- y por los bloques en el Congreso que refuerzan la fragilidad institucional de Milei. Sin ese sustento, el Jefe de Estado no podría evitar una parálisis decisional absoluta. En el PRO, en cambio, requieren de Milei porque no tienen margen de autonomía. Los libertarios le eclipsaron la agenda política, lo disruptivo y, prácticamente, el electorado. El PRO quedó en un callejón ciego, cuyo futuro está ligado a la suerte que corra esta administración. En cierto modo, son parte de un mismo barco y, entonces, reman en conjunto.
Respecto a la imposibilidad de motorizar su agenda de gobierno, el propio Milei se sinceró en declaraciones ante el IEFA Latam Forum en Buenos Aires el martes pasado. Allí, el Presidente esgrimió que el Gobierno hará “una elección muchísimo mejor” que la de 2023. “Eso es interesante, porque ahí vamos a tener otro número en el Congreso y todas las reformas que no hayamos podido meter las vamos a poder meter en ese momento, a partir del 11 de diciembre de 2025 y además, le vamos a meter las 3000 reformas que están pendientes”, completó el líder libertario.
Fueron palabras que desnudaron el armado político en el que ya trabajan los operadores libertarios. Es, en parte, algo paralelo y conversado con los movimientos que se dan en el PRO. El horizonte es 2025, cuando el Congreso renovará la mitad de las bancas de Diputados y un tercio del Senado. Milei encomendó esa tarea a Karina Milei, secretaria General de la Presidencia, su hermana y persona de máxima confianza. Quien, a su vez, instruyó a Eduardo “Lule” Menem, asesor de esa Secretaría, para ejecutar en el territorio la construcción de La Libertad Avanza a nivel federal.
Milei pretende competir el año que viene con partido propio, paro no depender de sellos prestados, como le ocurrió hasta 2023. Eso le otorgará autonomía en el cierre de listas, además de contar con los resortes institucionales como Presidente de la Nación. La confluencia en un frente electoral con el PRO parece inevitable. No obstante, Milei no está dispuesto a regalar espacios de poder al macrismo. Serán negociaciones políticas arduas, en un camino sinuoso que ya empezó a cocinarse a fuego lento.
Uno de los lugares con mayor centralidad política en las legislativas de 2025 será la Ciudad de Buenos Aires. Además de renovar 13 diputados nacionales, los porteños elegirán a tres senadores para la Cámara Alta. Para esas bancas, hay una larga lista de figuras políticos de peso que asoman en el horizonte político. La disputa por la senaduría citadina será, a caso, el foco de mayor atracción y tensión política de los próximos meses.
En la Ciudad, La Libertad Avanza y el PRO ya han mantenido conversaciones con tono electoral. Jorge Macri, jefe de Gobierno, necesita del bloque libertario para lograr el quórum y el número para imponer su agenda política en la Legislatura porteña. La consustanciación con esa bancada es plena, de momento. No obstante, hay una fisura que da destellos de la situación política en el oficialismo nacional. Desde principios de año, Ramiro Marra dejó la presidencia de la bancada de LLA y su lugar fue ocupado por María del Pilar Ramírez.
Ramírez es una abogada ligada a Karina Milei, casada con Darío Wasserman, vicepresidente del Banco Nación. La decisión de que ocupe la presidencia del bloque fue una forma de licuarle poder a Marra y a Eugenio Casielles, dos legisladores y amigos que supieron tener a cargo al armado libertario. Ambos se mueven con astucia y cultivan diálogo y nexos con todo el sistema político. La relación de la secretaria General de la Presidencia con Marra y Casielles se daño antes de las elecciones del año pasado y no se pudo reconstruir.
En ese sentido, el diálogo político del PRO con LLA en CABA lo monopoliza, según supo Infobae, la propia Karina Milei. Ya hubo conversaciones en ese sentido entre Mauricio Macri, Jorge Macri y la hermana del Presidente. Si bien aún es prematuro, cada espacio construye políticamente pensando en 2025.
Para disputar la senaduría por CABA, en el PRO asoman nombres como los de Horacio Rodríguez Larreta o María Eugenia Vidal -quien finaliza su mandato como diputada el año que viene-. Ninguno de los dos manifestó públicamente qué hará en 2025. No obstante, en el PRO deslizan que la ex gobernadora no descarta ese escenario.
El ex jefe de Gobierno, en cambio, no definió todavía cuál será su juego político próximo. Así como tampoco dónde. Continúa en el PRO, aunque cada vez más lejos de los posicionamientos políticos de Macri y Patricia Bullrich. En su mente permanece la idea de trabajar para un espacio de centro, que apele a un consenso amplio.
Con ese tenor, dará a principios de abril dará conferencias en eventos académicos y a finales del mes próximo estará en Harvard para dar una charla ante alumnos. El dato sobresaliente es que Larreta compartirá junto con Juan Schiaretti, ex gobernador de Córdoba, una conferencia en Nueva York. Ambos fueron invitados por la Universidad de Columbia a participar en la novena edición de Masters Argentina, un evento académico anual impulsado por estudiantes argentinos que reúne a líderes y referentes de Argentina para disertar sobre desafíos y soluciones a problemáticas del país.
¿La foto será el puntapié para un nuevo espacio de centro? Es algo aún prematuro. Otras figuras que participarán en Masters Argentina en Nueva York son María Eugenia Vidal, Horacio Marín, presidente de YPF, Emmanuel Ferrario, legislador porteño del PRO. En tanto que están invitados también Nicolás Dujovne, ex ministro de Economía de la Nación, Sergio Kaufman, presidente de Accenture Argentina, Marina Dal Poggeto, economista de la consultora Eco Go, entre otros académicos y empresarios.
Por parte del radicalismo, a quien se menciona para diputar la senaduría es a Martín Lousteau, presidente del Comité nacional de la UCR y actual senador, cuyo mandato vence el año próximo. La complejidad en la elección de senadores es el sistema electoral: se eligen tres bancas, entran dos por la mayoría y uno por el partido que salió segundo.
Por eso, la elección para senador nacional es una especie de juego de suma cero, donde quien se postula pone en riesgo parte de su capital político. A esos nombres que aparecen en el horizonte de lo que fue Juntos por el Cambio, hay que considerar también que el Gobierno nacional también impulsará a sus propios candidatos.
En los corrillos del PRO no descartan que Patricia Bullrich pueda ser una carta que juegue el oficialismo para competir con un nombre de volumen político. Y, además, para horadar el poder del macrismo en el PRO. ¿Y si, anticipando esa jugada, el que compite por su sello es el propio Mauricio Macri? Es un escenario que el ex Presidente no contempla hoy. Aunque en su partido ya se escuchan versiones en ese sentido.
En caso de que Macri decida competir por la senaduría, ¿quién del espectro libertario y lo que fue JxC podría desafiarlo en una elección cuyo electorado será exclusivamente de la Ciudad, casa matriz del macrismo? Una hipótesis que asoma lentamente en los laboratorios políticos del PRO y LLA que ya pican encuestas a diario.
Jorge Macri, por su parte, también pretende incrementar su poder y proyección política dentro del PRO. Actualmente, el Jefe de Gobierno no tiene ningún diputado ni senador nacional que le responda. En el jorgemacrismo tejen de a poco un armado propio. Cesar “Tuta” Torres, secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano, es uno de los principales articuladores políticos del ex intendente de Vicente López. En ese sentido, el alcalde porteño se convertirá a mitad de año en presidente del PRO en la Ciudad.
El otro terreno de disputa, como siempre, será la provincia de Buenos Aires. Milei conoce que se trata de un territorio clave para sumar músculo parlamentario a su bloque, dado que allí se elegirán 35 diputados nacionales.
En el PRO, quien se erige para encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales es Diego Santilli, quien ya lo hizo en 2021 y resultó ganador. El legislador nacional se mueve para cosechar respaldos políticos en su partido. A cambio de eso, aceptó ceder la conducción del PRO bonaerense en Cristian Ritondo. Esa operación política se consumará en las próximas semanas.
Si bien el PRO no renueva autoridades en Buenos Aires, el macrismo moverá hilos para cambiar a más de la mitad de los consejeros y poder designar a Ritondo en la presidencia. Es una estrategia que será resistida por Bullrich. Actualmente, la presidencia está a cargo de la legisladora Daniela Reich, esposa de Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero.
Valenzuela es hoy, por esas vueltas de la política, aliado de Bullrich. A su vez, debajo de Reich aparecen Javier Iguacel, tan cercano a Macri como a Bullrich, y Juan Pablo Allan, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación, y dirigente bullrichista.
Por su parte, los libertarios también se mueven para fortalecer el armado bonaerense. Son discusiones que aún permanecen en un terreno subterráneo y que irán ganando estado público con el correr de las semanas. Del éxito de esos armados estará, acaso, la suerte política del programa de Gobierno de Milei.