El 13 de enero de 2006, Argentina fue testigo de uno de los robos más audaces de su historia criminal: el “Robo del Siglo”. Ese día un grupo de delincuentes, con una meticulosa planificación previa, llevó a cabo el impactante asalto a la sucursal del Banco Río en Acassuso, en la provincia de Buenos Aires.
El robo comenzó con una toma de rehenes en la planta baja del banco, lo que mantuvo ocupada a la policía mientras los ladrones desplegaban la verdadera operación en el subsuelo.
El plan se desarrolló de manera sorprendentemente quirúrgica. Mientras la policía negociaba en la planta baja, los asaltantes vaciaban 146 cajas de seguridad en el subsuelo. Para evitar levantar sospechas, utilizaron armas de juguete y dejaron una nota memorable en la bóveda: “En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es solo plata y no amores”. Esta frase no solo demostró su ingenio, sino que también se convirtió en símbolo del golpe perfecto que estaban llevando a cabo.
Sin embargo, el verdadero golpe maestro consistió en la fuga. A través de un boquete, los delincuentes accedieron a un túnel de desagüe fluvial por el que escaparon en dos gomones inflables. Esta ruta de escape subterránea burló a los más de 300 policías que habían rodeado la manzana e hizo posible que los ladrones desaparecieran sin dejar rastro. Durante horas, lograron mantener la atención de los medios y la policía en la fachada del robo mientras ya se encontraban a kilómetros de distancia.
La ejecución del robo fue tan meticulosa y precisa que dejó a toda una nación estupefacta. Publicaciones de todo el mundo cubrieron el evento y destacaban tanto la destreza como la audacia de los ladrones. El “Robo del Siglo” no sólo significó una pérdida millonaria, calculada inicialmente en 19 millones de dólares y 80 kilos de joyas, sino que también demostró la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad del momento, llevando a una reevaluación generalizada de las medidas de protección bancaria.
El arresto de los miembros de la banda del Robo del Siglo comenzó tras la delación de Alicia di Tullio, ex esposa de Rubén Alberto de la Torre, quien reveló detalles que condujeron a la detención de los ladrones.
Fernando Araujo, el líder e ideólogo del robo, fue condenado a 14 años de prisión, aunque su sentencia se redujo a 9 años y en prisión efectiva cumplió solo un año y medio. Rubén Alberto de la Torre, conocido como “Beto”, fue el primero en ser capturado y cumplió 8 años de cárcel, siendo el que más tiempo pasó detenido. Sebastián García Bolster, el “Ingeniero” de la banda, nunca confesó su participación, pero su pericia técnica quedó probada y fue sentenciado a una pena que también se disminuyó con el tiempo.
Luis Mario Vitette Sellanes, la cara visible del grupo y encargado de negociar con la policía, fue condenado a 25 años de prisión, pese a que en 2013 recuperó la libertad al ser deportado de por vida de Argentina. Julián Zalloechevarría, quien participó como chofer y en la logística del robo, recibió 9 años de pena, según el Centro de Información Judicial. Dos de los integrantes, conocidos como el “Ladrón Fantasma” y el “Séptimo”, nunca fueron capturados ni imputados oficialmente.
Quiénes llevaron adelante el robo del siglo
La mente maestra detrás del golpe fue Fernando Araujo, quien orquestó cada detalle del plan con una meticulosidad sorprendente. Desde su atelier, Araujo diseñó un asalto sin armas reales, inspirado en técnicas de artes marciales y principios filosóficos. Además, utilizó su ingenio para idear una estrategia que involucraba la toma de rehenes como distracción y una fuga a través de un túnel pluvial en gomones inflables.
Sebastián García Bolster, conocido como “el ingeniero”, jugó un papel crucial en la logística del robo. Su pericia técnica permitió la apertura de 146 cajas de seguridad en el subsuelo del banco con la creación de herramientas especializadas. Durante la planificación, García Bolster ayudó a Araujo a realizar un reconocimiento del lugar, aunque en una ocasión casi fueron detenidos por la policía cuando tomaban fotografías del banco.
Luis Mario Vitette Sellanes, también clave en la operación, fue el encargado de negociar con la policía durante el asalto. Vestido con un traje gris y utilizando réplicas de armas, Vitette logró engañar a más de 300 policías, manteniéndolos ocupados mientras el botín era sustraído. Su habilidad para manipular y su rol como negociador le otorgaron una notoria popularidad, incluso después del robo.
Rubén Alberto de la Torre, el primero en entrar al banco el día del asalto, desempeñó un papel fundamental durante la ejecución del plan. Fue el encargado de asegurar la planta baja y colaborar en la toma de rehenes. De la Torre, al igual que los otros integrantes, pasó por un intensivo proceso de preparación, que incluyó ensayos y la adquisición de habilidades específicas para garantizar que el robo se llevara a cabo sin complicaciones.
Julián Zalloechevarría, conocido como “el Paisa”, era el chofer del grupo y también se encargó de robar vehículos para la logística del asalto. Aunque estaba herido y no entró al banco, tuvo un rol importante en el manejo y la huida.
El Ladrón Fantasma (cuyo apodo se refiere a que nunca fue atrapado), desempeñó roles esenciales durante la ejecución del plan. Al final del asalto, este miembro no se dejó ver y mantuvo un perfil bajo, lo que contribuyó a la leyenda del robo.
El Séptimo Hombre, de quien se sabe muy poco y cuyo nombre real es un misterio. Este integrante era conocido dentro del grupo como Bebe, Nene o Luis. Siguió en el anonimato y se presupone que se mantuvo en el delito hasta su retiro.
¿Qué es de la vida de los integrantes del robo del siglo?
Fernando Araujo
Después de cumplir su condena, se dedicó a la pintura y a la enseñanza de artes marciales. Fue ternado en los premios Sur al convertirse en guionista y participar en la producción de la película “El robo del siglo”. Vive en Vicente López y continúa con sus proyectos artísticos y cinematográficos.
Sebastián García Bolster
Conocido como “el ingeniero”, volvió a su oficio de reparación de autos, motos y jet skis. Aunque mantiene un bajo perfil, ha expresado interés en incursionar en el cine y está trabajando en un guion relacionado con el mundo del delito.
Luis Mario Vitette Sellanes
Se estableció en San José, Uruguay, donde maneja una joyería llamada Verde Esmeralda. Dice haber dejado atrás su vida delictiva y ahora se dedica a su familia y a escribir. Ha publicado un libro sobre su participación en el robo y tiene proyectos vinculados al cine y la televisión. “Soy padre de familia, joyero, relojero y experto en redes sociales y escritor”, dijo de si mismo.
Rubén Alberto de la Torre
Rubén Alberto de la Torre encontró una nueva vocación en el mundo artístico. Ha participado en series de televisión y películas, incluyendo “Un gallo para Esculapio” y “El robo del siglo”. Además, se graduó como abogado y ejerce la profesión, dedicándose a casos de justicia.
Julián Zalloechevarría
Julián Zalloechevarría, conocido como “el Paisa”, también estudió y se recibió de abogado penalista en la cárcel. Abandonó el delito y ahora lucha contra las injusticias del sistema judicial. Vive una vida tranquila con su familia, lejos de su pasado criminal.
El Ladrón Fantasma
Mantiene un perfil bajo y ha optado por una vida tranquila, dedicándose a su familia. No se conocen muchos detalles de su vida actual, pero ha declarado que está retirado del delito.
El Séptimo Hombre
También ha optado por el anonimato. Vive retirado del delito, dedicándose principalmente a su familia y disfrutando de una vida tranquila. Ha declarado que no tiene intención de regresar al mundo del crimen.
¿Dónde está el dinero del robo del siglo?
El paradero exacto del dinero robado en el “Robo del Siglo” al Banco Río de Acassuso sigue siendo un misterio. De los aproximadamente 19 millones de dólares y 80 kilos de joyas sustraídos, la policía logró recuperar solo una pequeña parte. Hasta hoy, el destino del resto del botín no ha sido revelado y es motivo de especulación.
Los miembros de la banda, que cumplieron condena por el asalto, han mantenido silencio sobre la ubicación del dinero, alimentando así la intriga y el mito alrededor de uno de los robos más audaces de la historia criminal argentina.
El robo del siglo en el cine y la televisión
El “Robo del Siglo” al Banco Río de Acassuso ha dejado una huella indeleble no solo en la historia criminal de Argentina, sino también en la cultura popular, inspirando múltiples adaptaciones cinematográficas y televisivas.
La más destacada es la película “El robo del siglo”, dirigida por Ariel Winograd y protagonizada por Guillermo Francella y Diego Peretti. Estrenada en 2020, la película fue un éxito rotundo en taquilla, atrayendo a más de dos millones de espectadores en Argentina. Basada en un guion escrito en parte por Fernando Araujo, el cerebro detrás del verdadero asalto, la película ofrece una representación detallada del plan y su ejecución, capturando tanto la audacia como el ingenio de los delincuentes.
Además de la película, el “Robo del Siglo” también ha sido objeto de documentales. Estos proyectos no solo ofrecen una narración dramática de los hechos, sino que también incluyen entrevistas exclusivas con los protagonistas del asalto, proporcionando una perspectiva íntima y profundamente personal de los acontecimientos. Los documentales han sido igualmente populares, ofreciendo un complemento más factual a la visión dramatizada de la película. Este formato ha permitido a la audiencia comprender mejor las motivaciones y la mente detrás de uno de los robos más sofisticados de la historia.
El impacto del “Robo del Siglo” en el cine y la televisión ha extendido su notoriedad más allá de las fronteras de Argentina, atrayendo la atención internacional. La historia del robo, con su mezcla de planificación meticulosa, ejecución impecable y posterior fuga, resuena no solo como una fascinante anécdota criminal, sino también como una obra maestra de estrategia y engaño.