Un hombre fue imputado por lesiones leves calificadas en la provincia de San Luis luego de que la justicia descubriera que había colocado una mini cámara espía en la casa de su ex pareja para vigilarla y hostigarla durante las 24 horas.
El hecho fue descubierto a partir de una denuncia radicada por la propia mujer, residente de la ciudad puntana de Villa Mercedes, quien el pasado 16 de noviembre se dirigió a una dependencia policial para relatar el calvario que venía sufriendo desde hace por lo menos nueve meses, cuando se había separado de su última relación.
Desde entonces, si bien el vínculo se había terminado, ella no había parado de recibir mensajes de parte de él. Pero no de cualquier tipo: en cada texto que le enviaba, el hombre le daba a entender que tenía conocimiento de todo lo que ella hacía en su vida cotidiana. Particularmente, de su accionar dentro de su casa.
“Él sabía de acciones que solo podría conocer si la estaba vigilando”, contó a Infobae el fiscal Esteban Estrada, quien formuló la acusación elevada al juez de Garantías 2, Matías Farinazzo Tempestini, que finalmente decidió la imputación del acusado al considerar que le había causado daños psicológicos a la víctima.
Según el relato de la denunciante, a través de WhatsApp su ex le brindaba un llamativo detalle de su rutina y de los movimientos que realizaba en su día a día. Lo hacía con una precisión tan exacta que la llevó a pensar que estaba siendo espiada.
La sospecha terminó siendo confirmada por ella misma de manera accidental. Cuando el hostigamiento que vivía ya llevaba varias semanas, la mujer encontró de casualidad en su vivienda una denominada “mini cámara espía”, la cual estaba colocada en la habitación donde ella dormía.
“Estaba frente a su cama en un dispositivo electrónico, creo que de la luz o un enchufe”, detalló Estrada a este medio. Y agregó: “Grababa todo lo que era dentro de su casa y la podía manipular desde su celular”.
En detalle, indicó que era una cámara con características tecnológicas avanzadas, la cual contaba con micrófono y con conexión a wifi. Además, estaba conectada a la energía eléctrica de manera permanente, por lo que funcionaba las 24 horas del día.
A partir de la denuncia de la víctima se dio inicio a una investigación en la cual se ordenó un allanamiento en la casa del sospechoso. Allí secuestraron diferentes dispositivos digitales y su teléfono, al que le realizaron una pericia que confirmó lo que su ex pareja había alertado: efectivamente la estaba vigilando.
En su celular, el hombre tenía una aplicación que vinculaba la cámara hallada en la casa de su ex. A través de esta, no solo podía verla durante todo el día, sino también guardar material audiovisual. En este sentido, se encontró que tenía 900 imágenes y 200 videos de la vida cotidiana e íntima de la víctima.
“No se puede determinar desde cuando la espiaba, pero se estableció que tiene imágenes y videos desde septiembre del 2022 a septiembre de 2023. Ellos habían estado en pareja hasta enero del último año. No convivían y él no tenía denuncias previas por violencia de género o similares”, remarcó el fiscal en diálogo con este medio.
De acuerdo a la acusación realizada por Estrada, el acusado vulneró la intimidad de la damnificada. En consecuencia, quedó imputado por “lesiones leves doblemente calificadas por el vínculo y por haber mediado violencia de género” en perjuicio de su ex, al considerar como lesión el daño psicológico padecido por la mujer.
Con respecto a la causa, el fiscal señaló: “Hubo una manipulación y vulneración de la vida privada de parte del imputado hacia la víctima”. En este sentido, agregó que este hecho está definido por la acción típica del denunciado, que fue “la instalación de la cámara, el acto de manipulación del dispositivo y la obtención de imágenes, lo que define un acto de violencia de género”.
*/Con información de Télam