Cayó en Colombia un prófugo que operaba aviones para una banda narco de Rosario

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Una de las avionetas incautadas por Gendarmería

Un joven de 24 años de nacionalidad colombiana fue detenido el pasado miércoles en Medellín, en un operativo que llevó a cabo la Interpol. Se trata de Julián David Correa Posso, un asistente técnico en mecánica aeronáutica que tenía pedido de captura desde el 30 de octubre del año pasado.

En aquel momento la Justicia federal de Rosario realizó el operativo Cosecha blanca dirigido a una presunta banda narco liderada por Brian Walter Bilbao -que permanece prófugo al igual que una parte de la estructura bajo investigación-, sospechada de traer droga desde la Amazonía boliviana hasta el sur de Santa Fe en sus propios aviones, de distribuirla en Buenos Aires, y de lavarla a través de distintos negocios en Rosario.

Correa Posso había logrado, sin saberlo, esquivar el arresto en octubre pasado. Había llegado al aeropuerto de Rosario mediante un vuelo de la aerolínea Copa que aterrizó el 13 de octubre del año pasado, e hizo la ruta inversa para irse el 29 de octubre en horas de la madrugada. Un día después de su salida del país comenzaron los procedimientos que encabezó la sección de Investigaciones de Gendarmería con la Procunar y la Fiscalía Federal 3 de Rosario.

El joven de 24 años, de acuerdo al expediente, integra un grupo de personas de su misma nacionalidad que cayeron el 30 de octubre en el operativo. Puntualmente, se los encontró haciendo tareas con dos aviones Beechcraft Baron dentro de un hangar privado de Campo Timbó, Club de campo y golf, que está situado en la vecina localidad de Oliveros.

Los otros arrestados de la misma nacionalidad fueron Juan Manuel Gómez Orrego (piloto), Santiago Arbeláez Zapata (ingeniero aeronáutico), José David Hurtado Osorno (mecánico de aeronaves) y Wilmer David Bolívar Cano (copiloto y asistente mecánico). Correa Posso había sido, precisamente, asistente de Arbeláez Zapata, con quien llegó a Rosario el 13 de octubre del año pasado. Por cuestiones de destino, el ingeniero aeronáutico tenía pasaje de vuelta para principios de noviembre, que obviamente se vio frustrado por su aprehensión.

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Uno de los peritajes de la aeronave incautada

Los investigadores judiciales no pueden, hasta el momento, establecer que todos los colombianos forman parte de una organización de su vecino país que articulaba maniobras con la presunta estructura liderada por el rosarino Bilbao. Lo que sí llamó la atención es que Arbeláez Zapata y Correa Posso, dormían en distintos hoteles, nunca en uno fijo, y paseaban por bares del barrio Pichincha –donde está el principal paseo gastronómico de la ciudad– y por el Alto Rosario shopping, en la zona de Refinería.

Arbeláez Zapata y Correa Posso tenían una tarea con fechas estipuladas. Eran quienes debían desarmar las piezas de los aviones de la organización. En el caso del ingeniero aeronáutico, según las intervenciones telefónicas, era quien tenía la codificación de las piezas que se debían adquirir en un país del exterior.

En la causa que se tramita ante el Juzgado Federal Nº 3, a cargo del juez Carlos Vera Barros, todavía hay varios prófugos. Además de Brian Walter Bilbao -presunto jefe de la organización-, su hermano Waldo Alexis Bilbao, Pablo Javier Raynaud, el abogado Pablo Mariano Stradiotto, Paola Vanesa Acuña -pareja de Brian Bilbao y presunta testaferro-, Yoel Denis Aragón -hijastro de Brian Bilbao y presunto prestanombres-, Mariano Miguel Zuviría -chofer y asistente del líder de la banda-, Maximiliano Javier Martínez y Mauricio Dardo Aranda.

Por el expediente, Gendarmería secuestró los dos aviones Beechcraft Baron que estaban en el aeródromo privado de Campo Timbó y un Cessna 210, que fue hallado con el tren de aterrizaje y hélice rota en un hangar en una zona rural de la comuna de Carrizales. Esos aviones, se presume, fueron utilizados para “fletes aéreospara transportar cocaína desde Bolivia hasta el sur de Santa Fe, donde otros miembros de la presunta banda recogían los bultos tirados en distintos campos y los trasladaban hasta cocheras y departamentos de Rosario. En la investigación se pudo establecer que algunos vuelos los hacían a una altura baja para no ser detectados por los radares que están situados en el norte del país.

El inicio de la causa fueron las muertes de Alejandro Néstor “Mosca” Santos y su primo Mauricio Santos, quienes se desplazaban junto a una tercera persona (Maximiliano Javier Martínez, prófugo) en una Hilux que volcó en un camino paralelo a la autopista Rosario-Córdoba, a la altura de la ciudad de Cañada de Gómez. Según se investiga, se dirigían a un sector rural en el que iba a concretarse un “bombardeo” de droga desde una avioneta, pero al ver un vehículo no identificado de Gendarmería intentaron huir y terminaron dando varios tumbos. No obstante, no iban solos, ya que también estaban escoltados por otra camioneta, que se dio a la fuga al ver la situación.

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Algunos de los elementos allanados durante el operativo

De los celulares de las víctimas del siniestro vial fatal se extrajo información -el de Alejandro Santos no tenía clave de desbloqueo- que derivó en intervenciones de al menos 60 líneas telefónicas que permitieron llegar a la conclusión de que la presunta banda narco estaba liderada por el rosarino Brian Bilbao, un hombre de bajo perfil, paranoico y que solía tomar muchos recaudos para no figurar ni en las redes sociales de sus allegados. Según los indicios detectados, la estructura estaba en actividad por lo menos desde 2018.

De los eslabones de peso, en los allanamientos de Cosecha blanca fueron detenidos Ángel Ramón Narvay, quien está detrás de VyA Digital, una empresa radicada en la comuna de Álvarez que está dedicada a la colocación de pantallas LED, y Claudio Darío Di Mare, la cara visible de dos compañías de taxis y remises (Taxideral SRL y Remitaxi SRL). Según se investiga, esas firmas habrían sido adquiridas por la estructura para lavar plata.

Puntualmente, en la parte de lavado de activos se hizo hincapié en las operaciones económicas hechas por la presunta organización –mediante supuestos testaferros–, compraventa de vehículos a través de la agencia J.B. Exclusivos, venta, armado y colocación de pantallas LED, cartelería, sonido, afiches e impresos para eventos públicos y privados con la compañía VyA Digital; los bares Affascinante Pizzería y Affascinante Rock and Beer.

También la adquisición, reparación y reventa de maquinaria agrícola, explotación de establecimientos rurales, ganaderos y agrícolas para el cultivo de granos, cereales y oleaginosas; compra, venta, importación, distribución y acopio de materia prima y agroquímicos a través de la empresa Glycine; fabricación de biodiésel y aceite hidráulico; compraventa ilegal de divisas extranjeras; negocios inmobiliarios con la empresa Adelante Broker Inmobiliario; compraventa de materiales de construcción en Ladrillera Rosario; y alquiler mensual de cocheras con lavadero situadas en Pueyrredón al 300 y en Vélez Sarsfield al 700.

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