Angustiada, medicada y dispuesta a testificar: cómo pasa sus días la única sobreviviente del triple crimen de Barracas

Sofía Castro Riglos (49) sobrevivió a la masacre del barrio porteño de Barracas porque su pareja, Andrea Amarante, con quien pensaba casarse, se abalanzó sobre ella no bien el fuego ganó la habitación 14 del hotel familiar de la calle Olavarría. El dato lo aportó a Infobae la abogada de la mujer que se recupera de las heridas tras el ataque que ocurrió hace un mes en el cuarto en el que vivía la pareja junto a Pamela Cobbas y Roxana Figueroa, quienes también fueron asesinadas.

Justo Barrientos, otro inquilino de la pensión, está preso e imputado por haber provocado el incendio en la habitación del primer piso en el que vivían las cuatro mujeres: mató a tres. En las últimas horas fue procesado por el juez Edmundo Rabbione, quien subroga el Juzgado N°14, por el delito de homicidio agravado por ensañamiento y alevosía, cuando diversas organizaciones LGBTQ sostienen que fueron atacadas por su identidad lésbica.

En el caso de Sofía, el magistrado le endilgó “lesiones” al detenido. “No fueron lesiones, fue intento de homicidio de mínima”, se quejó ante este medio la abogada de Sofía, Gabriela Conder, quien este miércoles fue a visitar a su clienta luego de que lograra el alta del hospital del Quemado, donde le salvaron la vida.

Y explicó: “Le fui a informar a Sofía sobre la causa y se angustió mucho. Ni la medicación que recibe, que es bastante, pudo contenerla. Es muy terrible todo lo que le pasó”.

Barracas lesbicidio (Foto: NA Noticias Argentinas)
Así quedó la habitación (Foto: Presentes/ Ariel Gutraich)

Además de la medicación, Sofía recibe curaciones diarias en el rostro y en las manos, donde la atacó el fuego, y está contenida: la acompañan la Defensoría LGBT, varias organizaciones y es asistida por el Hospital Laura Bonaparte. Además, le consiguieron un departamento. Ella estaba en situación de calle antes de irse a vivir con su pareja a la pensión donde estaban Pamela y Roxana.

Esta semana, como bienvenida tras su salida del hospital, las mujeres del grupo de apoyo le hicieron una guirnalda con los colores del arco iris y con ella le decoraron su nueva vivienda. Le alegraron un poco angustia que la invade. “Andrea se abalanzó sobre ella para protegerla cuando el homicida tira la bola de fuego, o se produce la explosión, no se sabe bien, porque ella no lo recuerda. La salvó su pareja, quien era sobreviviente de Cromañón y vivía con secuelas por ello”, recuerda la abogada lo que le comentó su clienta.

Marcha en Barracas tras el crimen de tres mujeres en un incendio en un hotel familiar
Este jueves, una nueva marcha en Barracas

También dijo que “hay testigos en la causa que declararon que a una de las mujeres el homicida la metió para adentro de la habitación, para que se siga quemando, en un intento por escapar”. Y aseguró que Sofía está dispuesta a testificar ante el juez, aunque aclaró: “No la veo en condiciones aún de enfrentar eso”. El próximo 25 de junio cumple 50 años.

Marcha

A un mes del ataque, este jueves a las 18 habrá una marcha desde la Plaza Colombia, ubicada sobre la avenida Montes de Oca y Pinzón, hasta la Plaza Quinquela Martín (Suárez 1534). Mientas tanto, en el hotel familiar donde ocurrió la tragedia toda ha vuelto a la normalidad.

Ataque homofóbico en Barracas
El hotel familiar donde ocurrió la tragedia

Juan, un vecino de la plata baja que vende en la feria de Parque Patricios, hace 23 años que ocupa ese cuarto y se asoma por la ventana. De esa madrugada fatal, le asegura a Infobae que no recuerda nada, que se enteró a la mañana siguiente cuando vio a un policía en la puerta.

Sí Juan Carlos dijo que conocía “de vista” a las víctimas, también a Barrientos, quien hacía años que ocupada la habitación 12 del primer piso, la misma planta donde vivían Pamela, Roxana desde hacía dos años. Andrea y Sofía se habían sumado a fines de 2023. La situación era precaria, porque el lugar es muy precario: cuatro mujeres en una pieza sin baño.

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La de este jueves es la segunda marcha por el triple crimen (ph-@losperrosjueganparasiempre)

Pamela fue la primera en perder la vida. Falleció al día siguiente del ataque en el Instituto del Quemado. Tenía 52 y era oriunda de Mar del Plata, se dedicaba a vender cosméticos y cobraba una pensión. Mamá de dos hijos, estaba en pareja con Roxana, quien venía del Bajo Flores y también recibía una pensión. Ella murió con el 90 por ciento de su cuerpo afectado dos días después de la agresión en el mismo hospital que su pareja.

Andrea, en tanto, fue internada en el hospital Penna con extensas quemaduras y agonizó por seis días. Murió el 12 de mayo pasado. Había sido trabajadora en el sistema médico y venía un barrio periférico en Neuquén.