Por el macabro doble crimen de los mecánicos Silvio Vitullo (40) y Diego Segura (30), cuyos cuerpos fueron hallados calcinados en diciembre de 2022 en el interior de una camioneta en la localidad de Guernica, en Lomas de Zamora, la Gendarmería Nacional y la Policía bonaerense llevaron adelante 25 allanamientos en Buenos Aires, Córdoba y en el Gran Rosario.
Todos estuvieron dirigidos a la presunta organización liderada por Fabián Gustavo “Calavera” Pelozo, un recluso del penal de Ezeiza con vinculaciones con el capo narco Esteban Lindor Alvarado que afronta causas por narcotráfico y sobre quien se monta la sospecha de que pudo tener injerencia en el triple homicidio perpetrado en enero de 2022 tras un casamiento en Ibarlucea. La estructura, además, está bajo sospecha de tener relación con un cargamento de 464 kilos de cocaína que fue secuestrado en julio pasado en la ruta nacional 11 a la altura de San Justo, en una camioneta, donde también se encontraron dos fusiles.
Los operativos fueron ordenados por el juez federal Carlos Vera Barros, titular del Juzgado N° 3 de Rosario, por solicitud de los fiscales de la Procunar, Diego Iglesias, Matías Scilabra y Matías Álvarez, quienes detectaron que la presunta banda de Pelozo habría sido la que prendió fuego un utilitario recién robado con Segura y Vitullo en el interior, que se supone que estaban con vida al momento del hecho, de acuerdo a la autopsia realizada a los cadáveres. El móvil de ese ataque habría sido un ajuste de cuentas.
Hasta el momento, los fiscales federales que trabajan en la investigación tienen fuertes sospechas de que al menos una de las dos víctimas era integrante de otra organización criminal que habría estado detrás del robo y adulteración de un vehículo que era importante para Pelozo. Según las sospechas, se cree que el rodado habría sido usado para transportar plata, droga y lingotes de oro.
Uno de los procedimientos de este viernes se hizo en la celda de Pelozo en Ezeiza. Es quien se cree que habría dado las directivas para mover la cocaína que incautó el pasado 1° de julio el Escuadrón Vial San Justo en medio de un control vehicular a una Amarok que transportaba 240 ladrillos con el sello de “One” y dos fusiles Colt calibre 7.62, dos handies, 175 mil pesos y 200 cartuchos calibre 7.62.
De acuerdo a las tareas investigativas, se supone que la droga había sido arrojada desde un avión hacia un campo de la zona, y luego había sido recogida por los dos ocupantes de la camioneta.
Como consecuencia de ese cargamento de cocaína, el pasado 21 de julio fueron detenidos tres integrantes de la barra brava de Rosario Central en la zona sur de Rosario. Sobre uno de ellos, los fiscales federales tienen la certeza de que era quien manejaba un vehículo que hizo de “punta” a la Amarok en la ruta 11, donde después se desarrolló la incautación.
Pelozo también había sido mencionado en la causa por el triple crimen de Iván Maximiliano Giménez, su hija Elena de un año, y su pareja Érica Vanesa Romero, ocurrido tras un casamiento en la localidad santafesina de Ibarlucea. Las víctimas, según trascendió, estaban sindicadas como “cuarto escalafón” de la banda de Pelozo. “Están quienes venden, los proveedores, proveedores por mayor y arriba de ellos estaban Giménez y su pareja. Se encargaban de la distribución a mediana escala”, dijo por entonces el fiscal provincial Gastón Ávila, a cargo del caso.
Por la investigación federal de la droga de San Justo y el doble crimen de los mecánicos también se requisó la celda de un preso de Piñero que en agosto del año pasado fue condenado junto con Pelozo por la Justicia federal de Salta, que los encontró responsables del tráfico de 389 kilos de cocaína que fueron llevados desde Salta hasta Ramallo con la participación del famoso clan Loza de la provincia del norte.