Un hombre fue detenido luego de intentar darse a la fuga tras ser encontrado dormido al volante en aparente estado de ebriedad. El sujeto se resistió al arresto y dañó un vehículo municipal.
En horas de la noche del sabado, personal de la patrulla urbana recibió un llamado alertando sobre un vehículo estacionado en inmediaciones de San Nicolás y 11 de Septiembre con una persona en su interior. Al llegar al lugar, los agentes constataron que un hombre se encontraba dormido al volante.
Al intentar despertarlo, el conductor, en aparente estado de ebriedad, intentó darse a la fuga embistiendo un móvil municipal que se encontraba estacionado frente a él. Ante esta situación, el hombre se mostró violento y en estado de exaltación.
Al lugar se hizo presente un móvil policial que logró reducir al conductor y proceder a su detención. El hombre se negó a realizarse el test de alcoholemia, por lo que se presume que conducía bajo los efectos del alcohol.
Como consecuencia del hecho, el vehículo del conductor fue secuestrado y el móvil municipal sufrió daños materiales.
¿Cuáles son las consecuencias de resistirse a un control de alcoholemia?
«La negativa a someterse a un control de alcoholemia se asimila a un resultado positivo«, indicaron desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), uno de los organismos que realiza pruebas de alcoholemia en rutas de todo el país.
Es decir, que si la persona impide que le realicen el test, las consecuencias serán las mismas que las de estar alcoholizado. Y no sólo eso: en muchos casos le aplicarán sanciones más severas que las que le corresponderían al grado de ebriedad que tiene.
«El conductor no puede seguir manejando. Se le labra una infracción, se le retiene la licencia y también su vehículo«, mencionaron en la ANSV. Y detallaron que eso es lo previsto en las distintas normativas provinciales.
Provincia de Buenos Aires: ¿cuáles son las sanciones por negarse a un test de alcoholemia?
En la Provincia, por ejemplo, el 1° de enero de 2023 entró en vigencia la ley 15.402, que modificó el Código de Tránsito local (ley 13.927) imponiendo la tolerancia cero de alcohol en sangre para conductores en todo el territorio bonaerense, incluidas las rutas y autopistas nacionales que lo atraviesan.
Esta norma especifica que «todas las personas, sin distinción de edad, que conduzcan vehículos con motor, están obligadas a someterse a las pruebas» de drogas y alcohol.
La ley también aclara que «la simple negativa o resistencia por cualquier modo para cumplir con dichas pruebas configura falta grave«. Y establece que si un conductor agrede a los agentes, se encierra en el vehículo, intenta evadir el control u obstaculizar de algún otro modo el test, «será sancionado con los plazos máximos de inhabilitación«.
La nueva ley bonaerense impone dura sanciones para quienes se niegan a hacer la prueba . Foto: Transporte PBA.
Desde el Ministerio de Transporte de la Provincia confirmaron que esto está en plena vigencia y se hace cumplir: «Si un conductor se niega a realizar el control o sopla mal en varias oportunidades, se toma como positivo y se aplica la sanción disciplinadora«, además de impedirle seguir conduciendo.
La rebeldía ante el test de alcoholemia se castiga ahora en la Provincia con 18 meses de inhabilitación para manejar. Es decir, la misma pena prevista para quienes circulan con más de 1,5 gramo de alcohol por litro de sangre, los casos más graves.
Si un conductor, en cambio, maneja alcoholizado pero en un nivel de hasta 0,49 y hace el test, la pena es de tres meses de inhabilitación de la licencia. Con niveles de 0,5 a 0,99, quienes colaboran con la prueba se quedan sin manejar por 6 meses; y de 1 a 1,49, durante 12 meses. Es decir, menos que los que se niegan a soplar la pipeta.
Además, según explicaron en el Ministerio, «ante la negación, en caso de encierro o de no querer salir del vehículo, interfiere la Policía por resistencia a la autoridad«, lo que podría derivar en paralelo en una contravención o una causa penal.