Venecia empezará a cobrar un suplemento a los turistas

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Venecia cobrará una nueva tasa turística (Shutterstock)

En un movimiento considerado pionero en Europa, Venecia ha decidido imponer una tasa turística. La medida, que empezará a aplicarse a partir del sábado 27 de abril, tiene como objetivo gestionar el flujo de turistas y mitigar el impacto negativo que este tiene en la “ciudad vieja” y sus alrededores. Esta decisión se produce en un contexto donde destinos turísticos en todo el mundo están implementando diferentes estrategias para hacer frente a los desafíos que plantea el turismo masivo.

La tasa impuesta por la gobernación de Venecia se establece en €5 por persona y solo afectará a aquellos visitantes que no pernocten en la ciudad. Además, se excluirá de este impuesto a los residentes, a los que tienen una segunda residencia en el lugar, a los que viajen a las “islas menores”, como Burano y Murano, y a los visitantes que decidan quedarse una noche o más. Sin embargo, incluso aquellos exentos de la tasa deberán registrar su viaje en línea, lo que sugiere un esfuerzo por controlar y monitorear el turismo en la región.

Pasarella de Israel en Venecia - BIENAL DE VENECIA
Pasarella de Israel en Venecia – BIENAL DE VENECIA (BIENAL DE VENECIA/)

La tasa se aplicará inicialmente como parte de una prueba piloto, cubriendo solo ciertos fines de semana y horarios específicos. El objetivo es disuadir a los turistas en días de alta afluencia, buscando una gestión más sostenible del turismo.

Esta implementación no es un caso aislado. Otras ciudades y destinos turísticos han adoptado medidas similares para proteger sus entornos y mejorar la calidad de vida tanto de residentes como de visitantes. Por ejemplo, destinos conocidos por su belleza natural y cultural han introducido límites al número de visitantes, reservaciones obligatorias, o incluso han cerrado temporalmente a turistas para permitir la recuperación del entorno.

Este enfoque, que busca equilibrar el turismo con la preservación, refleja una creciente conciencia sobre los efectos negativos que el turismo descontrolado puede tener sobre los destinos populares. Aunque las medidas pueden variar, el objetivo común es proteger los recursos naturales y culturales para las generaciones futuras.

Qué otros destinos impusieron medidas contra los turistas

Ámsterdam

El Red Light Bar Coffee Shop en el Barrio Rojo de Amsterdam. Foto: Oliver Berg/dpa
El Red Light Bar Coffee Shop en el Barrio Rojo de Amsterdam. Foto: Oliver Berg/dpa (Oliver Berg/)

Durante una campaña publicitaria de 2023 de la ciudad las autoridades fueron contundentes sobre el tipo de turistas que quiere, diciéndoles literalmente a los posibles alborotadores que “se mantengan alejados”. Si a esto le añadimos los límites impuestos a los bares y la prohibición de fumar cannabis en el barrio rojo, los tiempos están cambiando en la llamada Ciudad del Pecado de Europa.

Barcelona

Playa principal de Lloret de Mar en Cataluña (España). EFE/R.T./Robin Townsend
Playa principal de Lloret de Mar en Cataluña (España). EFE/R.T./Robin Townsend (ROBIN TOWNSEND/)

En 2022, esta ciudad tomó medidas para limitar el número de visitantes, tomando medidas enérgicas contra el tamaño de los grupos de turistas e introduciendo restricciones de ruido, entre otras medidas. El alcalde ha declarado que el turismo es un gran reto en Barcelona, y buscará limitar aún más el número de personas para garantizar que una mejor calidad de vida para los barceloneses pueda continuar en la capital catalana, densamente poblada.

Bután

Las siete maravillas del mundo en 2023
Las siete maravillas del mundo en 2023 Monasterio del Nido del Tigre, Bután

Una forma segura de mantener bajo el número de turistas es imponer un visado de turista diario de 200 dólares (161 libras, 182 euros). Esto es lo que hizo el reino montañoso de Bután cuando reabrió sus puertas tras la pandemia, introduciendo lo que denominó una “tasa de desarrollo sostenible”.

Santorini

Imagen de Santorini, Grecia. (PIXABAY)
Imagen de la isla de Santorini, Grecia. (PIXABAY)

La isla comenzó a imponer restricciones en 2019, cuando los pasajeros de cruceros se limitaron a 8.000 (por día, eso sí) y a los turistas que pesan más de 100 kg se les prohibió montar en burro.

Machu Pichu

Ciudadela Inca de Machu Pichu, Cusco, Perú. REUTERS/Enrique Castro-Mendivil
Ciudadela Inca de Machu Pichu, Cusco, Perú. REUTERS/Enrique Castro-Mendivil (ENRIQUE CASTRO-MENDIVIL/)

Los visitantes de Machu Picchu solo pueden ingresar durante una de las dos franjas horarias designadas, y el tiempo que se pasa en la ciudadela tiene un límite de cuatro horas (seis si se sube), aunque no es inusual que muchos se queden más tiempo.

En el caso de Venecia, la medida de la tasa turística se justifica ante el riesgo de inclusión en la lista de sitios en peligro de la UNESCO, motivado en parte por los daños ocasionados por el exceso de visitantes. Esto ha llevado a la necesidad de implementar acciones concretas para preservar el patrimonio cultural y ambiental de la ciudad.

La implicación de estas medidas va más allá de la recaudación económica. Representan un esfuerzo por mantener la habitabilidad de las ciudades y la calidad de la experiencia turística, asegurando que los visitantes puedan disfrutar de los lugares sin contribuir al deterioro de los mismos.