Una mujer de 71 años fue encontrada muerta en su casa en Downieville, Condado de Sierra, Estados Unidos, después de ser atacada por un oso negro. La víctima, Patrice Miller, presentaba señales de haber sido mutilada por el animal, según un informe de la autopsia publicado. Este suceso marca el primer ataque fatal de su tipo en California.
Las autoridades de la Oficina del Sheriff del Condado de Sierra fueron llamadas para realizar un control de bienestar, encontrando el cuerpo de Miller y evidencia de que un oso había estado en la casa probablemente durante varios días. Al llegar a la residencia, el oficial observó signos claros de intrusión de un oso, incluido una puerta rota y excrementos de oso en el porche. Al entrar, el agente halló el cuerpo de Miller y “más pistas sobre lo sucedido”, señaló Fisher. Inicialmente, se creyó que Miller había fallecido antes de la entrada del oso, sin embargo, el informe de la autopsia reveló que murió por un golpe o mordedura en el cuello propinada por el animal, declaró el sheriff Mike Fisher.
Peter Tira, vocero del Departamento de California de Pesca y Vida Silvestre, señaló: “Los osos negros no son animales peligrosos, pero si asocian nuestros hogares, cabañas o campamentos como una fuente fácil de alimento, pierden su miedo natural a las personas y sus acciones se vuelven cada vez más audaces”. Añadió que este es: “El ejemplo más extremo que hemos visto en la historia del estado”. La muerte de Miller el 8 de noviembre de 2023 es un caso sin precedentes en el contexto de los ataques de osos en California.
Pese a la infrecuencia de los ataques de osos negros en California, la mayoría de ellos se consideran acciones defensivas, según la agencia estatal de pesca y vida silvestre. Estos ataques suelen ocurrir cuando el oso está protegiendo a sus cachorros o se siente amenazado. Sin embargo, osos condicionados por la comida pueden volverse agresivos hacia las personas. La agencia recomienda evitar el contacto visual con los osos, hacer ruido y retroceder lentamente.
El oso involucrado en la muerte de Miller fue atrapado cerca de su residencia y posteriormente sacrificado. Los análisis de ADN confirmaron que era el mismo animal que había atacado a la mujer. Miller ya había tenido problemas con los osos en su propiedad anteriormente, alimentándolos indirectamente al dejar comida fuera para sus gatos y tener basura accesible. Según la Oficina del Sheriff, su hija mencionó: “Los osos intentaban constantemente entrar a través de ventanas rotas” y también dijo: “Miller los había enfrentado físicamente en varias ocasiones”.
“Finalmente, el biólogo llegó y tranquilizó al oso”, recordó Fisher. “Cuando abrimos la jaula, resultó ser un oso macho”. Este oso fue finalmente eutanasiado, y desde entonces la actividad de osos en el área disminuyó considerablemente.
Desde la muerte de Miller, las autoridades han advertido a los residentes de Downieville que mantengan cerradas sus puertas y ventanas por la noche y retiren fuentes de alimento del exterior. “La Oficina del Sheriff del Condado de Sierra extiende su más sentido pésame a la familia y amigos de Patrice Miller durante este momento difícil”, dijeron en un comunicado de prensa. Además, recalcaron la importancia de asegurarse de que los vehículos también estén cerrados para prevenir futuros incidentes.
Downieville es una pequeña comunidad montañosa situada a orillas del río Yuba, conocida como un destino popular entre ciclistas de montaña y pescadores. Con una población aproximada de 300 personas, este trágico incidente ha impactado profundamente a sus habitantes, quienes ahora enfrentan nuevas medidas de precaución para evitar futuros encuentros con osos.
California alberga entre 25.000 y 35.000 osos negros, los que residen principalmente en regiones forestales o montañosas. Las hembras adultas pueden pesar entre 45 y 136 kg, mientras que los machos adultos suelen pesar entre 68 y 181 kg, con algunos superando los 227 kg.
Pese a que los osos grizzly, más agresivos que los osos negros, no se han visto en California en 100 años, la creciente interacción entre osos negros y humanos presenta un desafío para la coexistencia segura en áreas residenciales cercanas a sus hábitats naturales. Fisher enfatizó que es crucial que la comunidad tome medidas adicionales para evitar alimentar inadvertidamente a estos animales y mantener un entorno seguro.
