El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan y el canciller chino, Wang Yi, se verán las caras en Bangkok en un intento de rebajar la tensión entre las dos potencias, que atraviesan un momento crítico en su relación.
Beijing y Washington se han enfrentado en los últimos años por cuestiones como la tecnología y el comercio hasta los derechos humanos, así como por Taiwán y reclamos en competencia en el mar Meridional.
Fuentes de ambos gobiernos confirmaron el encuentro, que tendrá lugar en los próximos días, sin precisar la fecha exacta. Los dos diplomáticos coincidirán en la capital tailandesa, donde mantendrán reuniones separadas con las autoridades locales.
La cita sigue a la cumbre que celebraron en noviembre de 2023 los presidentes Joe Biden y Xi Jinping en Woodside, California, donde acordaron mantener una comunicación estratégica y gestionar responsablemente sus diferencias.
Desde entonces, las relaciones entre Washington y Beijing siguen marcadas por el enfrentamiento en temas como el comercio, los derechos humanos, la seguridad regional o el cambio climático.
Uno de los asuntos más urgentes que abordarán Sullivan y Wang es la crisis del mar Rojo, donde los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen, apoyados por Irán, a buques internacionales han alterado el tráfico marítimo y amenazan con desencadenar un conflicto mayor.
El régimen de China transmitió el martes su “profunda preocupación” por la “creciente tensión” en dichas aguas, pero recordó que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas “no ha ordenado el uso de la fuerza” contra Yemen, en referencia a los ataques de Washington y Londres contra los rebeldes en las últimas semanas.
Según el diario Financial Times, Estados Unidos habría pedido a China que presionase a Irán para que persuadiese a los hutíes, considerados aliados de Teherán, de detener los ataques.
Estados Unidos espera que China, que mantiene estrechos lazos con Teherán, contribuya a frenar la escalada de violencia en la zona.
La reunión de Bangkok se produce además poco después de que otro alto representante chino, el consejero de Estado Yang Jiechi, visitara Corea del Norte, un aliado histórico de Beijing y un foco de inestabilidad en el noreste asiático.
Tanto Sullivan como Wang aprovecharán su estancia en Tailandia para reforzar sus vínculos con el país anfitrión, un socio estratégico de Estados Unidos que en los últimos años ha incrementado su cooperación con China en ámbitos como la economía, la infraestructura o la defensa.
El asesor de seguridad nacional estadounidense se reunió este viernes con el primer ministro tailandés, Srettha Thavisin, y el ministro de Exteriores, Parnpree Bahiddha-Nukara, con quienes repasó la alianza bilateral y la situación regional, incluyendo las crisis de Myanmar, Ucrania y Oriente Medio, según un comunicado de la cancillería tailandesa.
El ministro de Exteriores chino, por su parte, tiene previsto firmar el sábado un acuerdo de exención de visados con su homólogo tailandés y reunirse el lunes con el jefe del Gobierno.
Wang y Sullivan ya se reunieron el pasado septiembre en Malta como parte de los contactos entre ambos Gobiernos para apaciguar sus tensiones.
La reunión trató el encuentro que mantuvo el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, en los márgenes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebró a mediados de noviembre en San Francisco.
Ambos líderes acordaron en dicha reunión reabrir los canales de comunicación entre sus Fuerzas Armadas, lo que se tradujo el pasado diciembre en el primer diálogo militar de alto nivel entre las dos potencias tras más de un año.
Pese al deshielo registrado en sus relaciones durante el último año, Beijing y Washington mantienen numerosas desavenencias a cuenta de Taiwán, la guerra en Gaza o los conflictos territoriales en el mar de China Meridional.
(Con información de The Associated Press y EFE)