Más de medio millón de afganos abandonaron en los últimos cuatro meses Pakistán, cuyas autoridades habían decretado un ultimátum para el retorno a su país de aquellos en situación irregular, anunció el lunes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Unos 500.200 afganos volvieron a su país entre el 15 de septiembre y el 13 de enero, según la OIM.
Las autoridades pakistaníes habían dado plazo hasta el 1 de noviembre para que los 1,7 millones de afganos en situación irregular se marchasen.
La represión contra la migración ilegal afecta principalmente a los afganos porque son la mayoría de los extranjeros que viven en Pakistán, aunque el gobierno dice que está apuntando a todos los que se encuentran en el país ilegalmente.
Entre 9.000 y 10.000 afganos cruzan cada día la frontera desde Pakistán. Anteriormente eran alrededor de 300 por día, según los equipos de las agencias en el terreno.
Muchos prefirieron partir por su propia voluntad antes que ser detenidos, internados en los centros de detención construidos para la ocasión y finalmente deportados.
Algunos de los afganos que se marcharon vivieron durante décadas en Pakistán, donde buscaron un refugio huyendo de los conflictos en su país.
Entre ellos, unos 600.000 afganos habían huido de su país tras el retorno al poder de los talibanes, en agosto de 2021.
Los afganos que regresan no tienen adónde ir y las agencias dijeron que temen por la supervivencia y la reintegración de la gente en un país abrumado por desastres naturales, décadas de guerra, una economía en dificultades, millones de desplazados internos y una crisis humanitaria.
La ONU teme que “algunos afganos obligados a volver a su país se expongan a persecuciones, detenciones arbitrarias y/o tortura o malos tratos”.
En noviembre, las principales agencias de ayuda internacional advirtieron sobre escenas caóticas y desesperadas entre los afganos que regresaron de Pakistán.
Tres organizaciones de ayuda (el Consejo Noruego para los Refugiados, el Consejo Danés para los Refugiados y el Comité Internacional de Rescate) dijeron que muchas personas que huían de la represión paquistaní llegaron a Afganistán en malas condiciones.
“Las condiciones en las que llegan a Afganistán son espantosas: muchos han soportado arduos viajes que duraron varios días, estuvieron expuestos a los elementos y, a menudo, se vieron obligados a desprenderse de sus posesiones a cambio de transporte”, dijeron las agencias en un comunicado.
Salma Ben Aissa, directora nacional del Comité Internacional de Rescate en Afganistán, dijo que los retornados enfrentan un futuro sombrío, especialmente si vivieron en Pakistán durante décadas.
Las autoridades talibanes de Afganistán dicen que han preparado campamentos temporales para afganos en zonas fronterizas, proporcionando a la gente comida, refugio, atención médica y tarjetas SIM.
La policía paquistaní está realizando redadas en todo el país para comprobar los documentos de los extranjeros.
En 2023, las fuerzas de seguridad paquistaníes detuvieron y deportaron a decenas de afganos que vivían ilegalmente en el país, tras expirar el plazo fijado por el gobierno para que se marcharan.
La ofensiva ha suscitado críticas generalizadas de organismos de la ONU, grupos de defensa de los derechos y la administración afgana dirigida por los talibanes.
Human Right Watch acusó a Pakistán de recurrir a “amenazas, abusos y detenciones para coaccionar a los solicitantes de asilo afganos sin estatus legal” para que regresen a Afganistán.
Las relaciones entre Pakistán y la administración afgana dirigida por los talibanes se han tensado en los dos últimos años debido a la intensificación de los ataques de los talibanes paquistaníes, un grupo militante independiente aliado de los talibanes afganos.
Los talibanes paquistaníes, conocidos como Tehrik-e-Taliban Pakistán o TTP, han encontrado refugio en el vecino Afganistán, desde donde cruzan furtivamente la inestable frontera para lanzar mortíferos ataques contra las fuerzas paquistaníes.
(Con información de AFP)