La sonda japonesa SLIM logró el aterrizaje más preciso de la historia al posarse a solo 55 metros de su objetivo, informó este jueves la agencia espacial nipona JAXA.
El SLIM (Smart Lander for Investigating Moon, o módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna) tocó la superficie lunar el pasado día 20 a las 00.20 hora local (15.20 GMT del 19), tras un descenso de 20 minutos en el que sufrió un fallo en uno de sus dos motores, explicó el director general de JAXA, Hitoshi Kuninaka, en una rueda de prensa.
“Consideramos que es un éxito, ya que nuestra meta era que lo hiciera dentro de un radio de 100 metros”, dijo Kuninaka, quien destacó la precisión sin precedentes del alunizaje.
La sonda pudo comunicarse con la Tierra, pero no generó energía con sus paneles solares, que quedaron mal orientados por un problema técnico. El SLIM se apagó a las 2:57 hora local con suficiente batería para reactivarse si mejora la iluminación.
La JAXA no ha estimado cuándo podría ocurrir esto y espera recuperar la operatividad de la sonda.
Según el responsable del proyecto, Shinichiro Sakai, el SLIM podría haber aterrizado aún más cerca de su objetivo, a unos 10 metros, si no hubiera perdido uno de sus motores. El software de la sonda detectó la anomalía y continuó el descenso con el otro motor, minimizando el desplazamiento horizontal, según el informe de la JAXA, que investiga las causas del fallo.
El SLIM llevaba cámaras de navegación que identifican los cráteres lunares y funciones de detección de obstáculos, que funcionaron bien, según la agencia.
Sakai confirmó también que se desprendieron con éxito dos pequeños robots que viajaban en el módulo, LEV-1 y LEV-2, aunque a menor altura de la prevista. LEV-2 pudo enviar imágenes de la superficie lunar y del SLIM, que están siendo analizadas.
“Los movimientos de LEV-1 y LEV-2 están confirmados, por lo que sus funciones han sido comprobadas. Esperamos obtener más resultados científicos cuando el SLIM vuelva a operar”, agregó Sakai.
El objetivo principal de SLIM era hacer un aterrizaje de precisión en el cráter Shioli, cerca del ecuador lunar, una hazaña nunca lograda hasta ahora. Los alunizajes convencionales tienen un margen de varios kilómetros.
Dos sondas se separaron con éxito de SLIM el pasado sábado: una con un transmisor y otra diseñada para recorrer la superficie lunar transmitiendo imágenes a la Tierra.
Otra misión del SLIM era tomar imágenes para el proyecto de exploración lunar Artemis, que se ha visto afectada por sus problemas de energía.
La agencia espacial japonesa quería colocar su nave en un cráter donde el manto de la Luna, la capa interior normalmente muy profunda, puede ser accesible desde la superficie.
JAXA también quiere analizar las rocas de la zona para intentar aportar luz al misterio de la posible presencia de agua en la Luna, un factor clave para la eventual construcción de bases humanas allí.
Japón se convirtió el sábado en el quinto país en conseguir un alunizaje exitoso después de Estados Unidos, la Unión Soviética, China e India.
En 2022, el país envió sin éxito una sonda lunar llamada Omotenashi como parte de la misión Artemis 1 de Estados Unidos.
En abril, la startup japonesa ispace intentó en vano convertirse en la primera empresa privada en aterrizar en la Luna, perdiendo comunicación con su nave después de lo que describió como un “aterrizaje forzoso”.
(Con información de AFP y EFE)