La agencia aeroespacial japonesa (JAXA) publicó este jueves las primeras imágenes desde la superficie lunar de su sonda SLIM, que ejecutó el sábado el aterrizaje espacial más preciso hasta la fecha tras lograr posarse a unos 55 metros de su objetivo.
Las imágenes fueron tomadas por el LEV-2, una sonda diseñada para rodar por la superficie de la Luna y enviar las imágenes a la Tierra. Este mini-vehículo de exploración espacial, de forma cambiante y del tamaño de una pelota de tenis, fue codesarrollado por la empresa creadora de los juguetes Transformer. La otra sonda, el LEV-1, cuenta con un transmisor. Ambas se separaron con éxito del módulo tras el alunizaje realizado el sábado, que convirtió a Japón en el quinto país del mundo en lograr este hazaña.
En las imágenes publicadas por JAXA se ve el módulo SLIM intacto en la superficie rocosa del satélite terrestre.
El control de la misión pudo descargar datos técnicos e imágenes del descenso y de la superficie lunar antes de apagar la nave. Es que el aparato logró establecer comunicación con la Tierra tras alunizar, pero fue incapaz de generar energía a partir de sus células solares “debido a que el comportamiento durante el aterrizaje no fue el planeado”. Sus paneles quedaron erróneamente orientados al oeste.
Con vistas a una recuperación si las condiciones de luz solar son las propicias, el SLIM se apagó a las 2:57 hora local del mismo día con un porcentaje de batería suficiente para reactivarse. La JAXA señaló en este sentido que si la luz del Sol llega a las células solares en torno al 1 de febrero, coincidiendo con la próxima puesta de Sol en la Luna, existe la posibilidad de que se restablezca la energía y la sonda vuelva a estar operativa.
Aterrizaje “pinpoint”
El SLIM (siglas en inglés de Smart Lander for Investigating Moon, o módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna) aterrizó en el satélite natural de la Tierra a las 00.20 hora local del día 20, tras un descenso accidentado de 20 minutos en el que perdió uno de sus dos motores, explicó este jueves en una rueda de prensa el director general de JAXA, Hitoshi Kuninaka.
El objetivo principal de SLIM era hacer un aterrizaje “pinpoint”, o de precisión/localizado, en un radio de 100 metros alrededor del cráter Shioli, próximo al ecuador lunar, una precisión sin precedentes hasta el momento. Los alunizajes convencionales tienen actualmente un margen de varios kilómetros.
Pese al problema en uno de sus motores, SLIM “llegó a aterrizar a unos 55 metros del objetivo, por lo que consideramos que es un éxito, ya que nuestra meta era que lo hiciera dentro de un radio de 100 metros”, señaló Kuninaka.
De no haber perdido una de sus unidades de control motor, el SLIM podría haber ejecutado un aterrizaje mucho más preciso, es decir, posarse en un radio de unos 10 metros del objetivo, “posiblemente entre 3 y 4 metros”, dijo por su parte el responsable del proyecto, Shinichiro Sakai, de acuerdo a la precisión posicional de la sonda antes de comenzar la operación de descenso.
Tras perder en torno a la mitad de su potencia por el problema con el motor, el software instalado en la sonda “determinó de forma autónoma la anomalía y continuó el descenso con el otro motor, controlando el movimiento gradual del SLIM para que su posición horizontal se desplazara lo menos posible”, de acuerdo al informe.
La JAXA se encuentra actualmente analizando las causas de la pérdida del motor, que creen que se debió a un factor externo.
El SLIM llevaba instaladas unas cámaras de navegación que identifican los cráteres de la Luna a través de comparativas entre las imágenes tomadas por el aparato y los mapas lunares que porta, realizados a partir de las misiones lunares globales anteriores, y sus funciones de detección de obstáculos funcionaron bien, dijeron.
Investigar la presencia de agua
La agencia espacial japonesa colocó su nave en un cráter donde el manto de la Luna, la capa interior normalmente muy profunda, puede ser accesible desde la superficie. JAXA quiere analizar las rocas de la zona para intentar aportar luz al misterio de la posible presencia de agua en la Luna, un factor clave para la eventual construcción de bases humanas allí. Otra misión secundaria del SLIM era tomar imágenes para ser usadas en el proyecto de exploración lunar Artemis de la NASA. Los análisis se han visto impactados por los problemas de energía de la sonda pero podrían retomarse si vuelve a estar operativa.
SLIM es una de varias misiones lunares recientes realizadas por gobiernos y empresas privadas, 50 años después del primer alunizaje humano.
Pero los problemas técnicos abundan y Estados Unidos enfrentó dos reveses este mes en sus ambiciosos programas lunares.
Dos misiones lunares japonesas anteriores, una pública y otra privada, también fracasaron.
En 2022, el país envió sin éxito una sonda lunar llamada Omotenashi como parte de la misión Artemis 1 de Estados Unidos.
En abril, la startup japonesa ispace intentó en vano convertirse en la primera empresa privada en aterrizar en la Luna, perdiendo comunicación con su nave después de lo que describió como un “aterrizaje forzoso”.
(Con información de EFE y AFP)