La característica que comparte los lugares del mundo donde las personas tienden a vivir más tiempo

Lastres, en Asturias (Shutterstock).
Las zonas azules, identificadas por su alta concentración de personas longevas, incluyen Okinawa en Japón, Sardinia en Italia, Loma Linda en California, Ikaria en Grecia y Nicoya en Costa Rica. (Shutterstock).

Las investigaciones sobre las zonas del mundo conocidas como “zonas azules”, donde las personas tienden a vivir más tiempo, han revelado un denominador común significativo: la proximidad al agua. Dan Buettner, famoso por su trabajo en estos lugares, ha dedicado 20 años a entrevistar centenarios y estudiar estas áreas.

Las zonas azules son regiones geográficas identificadas por tener una alta concentración de personas que viven notablemente más tiempo que el promedio mundial. Estas áreas se distinguen por un gran número de centenarios que mantienen una buena salud y vitalidad.

Buettner ha podido observar que los cinco lugares con las personas más longevas del planeta, que son: Okinawa en Japón, Cerdeña en Italia, Loma Linda en California, Ikaria en Grecia y Nicoya en Costa Rica, comparten la característica de estar situados cerca del agua.

Pareja de ancianos activos disfrutando de una sesión de trote en un entorno verde y natural, evidenciando su compromiso con un estilo de vida saludable y la actividad física regular. Su elección de correr como parte de su rutina diaria subraya la conexión entre el bienestar físico y la longevidad, resaltando la importancia de mantenerse en forma y cuidarse mutuamente en la tercera edad. (Imagen ilustrativa Infobae)
Según estudios, las personas que viven cerca del agua son más felices. (Imagen ilustrativa Infobae)

Según explicó en entrevista con CNBC, “cuando analizas datos globales sobre la felicidad y controlas todo lo demás, descubres que las personas que viven cerca del agua son… más felices que las personas que no lo hacen”.

Este descubrimiento tiene varios fundamentos posibles. “Puede ser el efecto tranquilizante del agua o tal vez el clima se modera debido a su presencia”, explica Buettner. “Pero parece que nos hace más felices.”

La relación entre la felicidad y la proximidad al agua no es el único efecto positivo. Un estudio sistemático publicado en BMJ Open en 2017 encontró que pasar tiempo cerca de costas, lagos o ríos puede “promover la salud y el bienestar y prevenir enfermedades”.

Buettner, quien actualmente reside en Miami Beach, destaca que la geografía influye en su bienestar. Sin embargo, señala que no es solo el agua en sí misma lo que importa, sino el entorno atractivo y el clima que facilita un estilo de vida saludable.

Abuela energética demuestra su amor por la vida bailando salsa en una fiesta, rodeada de amigos y familiares. La imagen resalta la importancia del entretenimiento y la actividad física en la tercera edad, promoviendo una cultura de inclusión y alegría. (Imagen ilustrativa Infobae)
Factores como dieta, ejercicio y lazos comunitarios también contribuyen a la longevidad. (Imagen ilustrativa Infobae)

“Estoy mirando el océano en este momento, donde nado todos los días, y la playa por la que camino a diario,” comenta. “He elegido intencionalmente un lugar donde es muy fácil y tentador realizar actividad física durante todo el año sin realmente intentarlo,” explicó a CNBC.

Dan Buettner también enfatiza la importancia del movimiento diario a través de actividades agradables como el surf de remo o ejercicios de baja intensidad como caminar. “La clave no es una actividad física intensa —’sin dolor no hay ganancia’. Lo contrario es cierto,” afirma. “Cuando no hay dolor, hay ganancia. Porque cuando no hay dolor, es más probable que lo hagas todos los días.”

Buettner ha documentado sus observaciones y experiencias en su sitio web Blue Zones y ha compartido extensamente los factores que, según él, contribuyen al aumento de la longevidad y la felicidad en estas regiones. No obstante, subraya que no es suficiente con vivir cerca del agua; también se necesita un entorno que facilite estilos de vida saludables.

Otros factores comunes que contribuyen a la longevidad en estas zonas incluyen dietas basadas en plantas, actividad física regular, fuertes lazos comunitarios y prácticas de reducción del estrés.